martes, 31 de marzo de 2009

¿Qué puede significar el acuerdo con China?


Los medios suelen omitir, por ignorancia o intereses concretos, la trascendencia o significado de algunas medidas, como el acuerdo para una operación de canje de fondos entre Argentina y China, que al decir de Raúl Delatorre podría entenderse como “un fuerte desafío a la hegemonía financiera mundial todavía vigente”.

Para alguien que se interesa por la economía, pero no es economista sino esencialmente analista político, los matutinos de hoy son un cantero de enseñanzas acerca de las trampas del seudo “periodismo independiente”, y a la vez permiten decir que posiblemente estemos ante un hecho histórico, que aún es prematuro definir en detalle.

Por lo pronto, cual es la lectura de nuestros medios. Esencialmente dos: Argentina logró una ayuda financiera de China y, la segunda, el país oriental es nuestro nuevo prestamista de “última instancia”. Obviamente ambas son parte de al verdad, pero no toda la verdad, ni siquiera –a nuestro juicio—la fundamental. Y dejamos de lado el coro de ironías con que se regodean los medios acerca del “cuento chino” de los 20.000 millones de dólares de inversiones de Beijing, del que se habló durante la gestión de Néstor Kirchner, y del que se mofan como si todos los días cerráramos acuerdos de ese nivel con alguna gran potencia occidental y cristiana, como si --¡precisamente ellos!—el de las inversiones no fuera un camino plagado de dificultades, arduas negociaciones y confianza mutua.

En realidad, la pretensión argentina parece ser abrir una brecha en su histórica “dependencia” unilateral del dólar, tanto en el comercio internacional como de los organismos internacionales de crédito, dejando la puerta abierta para eventuales variantes soberanas en medio de la crisis más importante del sistema financiero capitalista en muchas décadas, a la vez que profundiza la desdolarización de una parte fundamental de nuestro comercio internacional, ahora con China, como antes con Brasil.

Dos hechos marca Delatorre con claridad. El primero, que en los hechos el acuerdo monetario con China significa que Argentina tiene un crédito abierto en el país asiático para comprar todo lo que necesite de ese país, con equivalencia a pesos, hasta el equivalente a 10 mil millones de dólares por los próximos tres años, una suerte de tarjeta de compras en yuanes, que implica un financiamiento recíproco para facilitar el comercio, pero, mucho más que eso: una fuerte corriente de intercambio comercial desligada del dólar. ¿Qué puede especularse a partir de esto? Que si en algún momento el sistema financiero de Occidente, léase Estados Unidos y Europa, corta el crédito, tenemos una cuenta corriente abierta en China para comprar lo que nos haga falta. Y hay más. Cito textualmente al colega: “Meses atrás, Argentina acordó con Brasil que paulatinamente el intercambio bilateral dejaría de hacerse en dólares para pasar a ser un mecanismo compensado entre pesos y reales. Una manera de desdolarizar el intercambio con el primer socio comercial. Si a eso se agrega que Argentina acaba de hacer lo propio, por otros mecanismos, con China, su principal cliente extracontinental, se puede señalar con justeza que la desdolarización del comercio internacional del país avanza a pasos agigantados”.

La señal no es emitida en cualquier momento: se produce horas antes de la reunión del G-20 para tratar la crisis financiera, luego que Estados Unidos ratificó que defenderá el actual, con el dólar en el centro de su operatoria y condicionante del comercio mundial, luego de rechazar la propuesta de China –obviamente efectuada sin ninguna inocencia-- para crear una divisa de reserva internacional que sustituya la actual dependencia mundial de la divisa estadounidense, por la cual todos pagamos finalmente sus crisis.

Al igual que en la renegociación de la deuda externa la derecha brama, y basta leer los matutinos tradicionales del día.

Al igual que en la renegociación de la deuda la oposición aún no se dio por enterada, aunque es de temer que en su delirio opositor arremeta como en aquel entonces, o luego con la estatización de ahorro argentino de las AFJP, o increíblemente contra el reemplazo de la ley de Radiodifusión de la dictadura.

Al igual que en estos casos, y a diferencia de otros, en lo que no –renta financiera, minería, petróleo, transporte—, estamos ante una decisión de clara defensa de un proyecto nacional independiente, que nada tiene que ver con el aislacionismo que achacan los lectores de solapa, o los defensores, generalmente beneficiarios, del establishment financiero.

lunes, 30 de marzo de 2009

Soja: "Monsanto es una empresa delincuente"


La frase pertenece a Marie-Monique Robín, autora del libro El Mundo según Monsanto, protagonista hoy de un reportaje imperdible de Dario Aranda, en Página/12. La estadounidense Monsanto es la empresa de agronegocios más grande del mundo, presente en 46 países, controla el 20% del mercado mundial de semillas transgénicas y es líder enla venta de agrotóxicos. En sus 108 años de existencia imkpulsó el uso del PCB (elemento cancerígeno utlizado en transformadores eléctricos), fue proveedor en la Guerra de Vietnam del químico "agente naranja" (utilizado por las tropas estadounidenses para arrasar el territorio de los combatientes contra su ocupación) y cuenta con centenares de denuncias por afectar el ambiente y la salud de campesinos e indigenas. Aquí va el reportaje.


–¿Cómo define a Monsanto?
–Monsanto es una empresa delincuente. Lo digo porque hay pruebas concretas de ello. Fue muchas veces condenada por sus actividades industriales, por ejemplo el caso de los PCB, producto que ahora está prohibido, pero sigue contaminando el planeta. Durante 50 años el PCB estuvo en los transformadores de energía. Y Monsanto, que fue condenada por eso, sabía que eran productos muy tóxicos, pero escondió información y nunca dijo nada. Y es la misma historia con otros dos herbicidas producidos por Monsanto, que formaron el cóctel llamado “agente naranja” utilizado en la guerra de Vietnam, y también sabía que era muy tóxico e hizo lo mismo. Es más, manipuló estudios para esconder la relación entre las dioxinas y el cáncer. Es una práctica recurrente en Monsanto. Muchos dicen que esto es el pasado, pero no es así, es una forma de obtener ganancias que aún hoy está vigente. La empresa nunca aceptó su pasado ni aceptó responsabilidades. Siempre trató de negar todo. Es una línea de conducta. Y hoy sucede lo mismo con los transgénicos y el Roundup.
–¿Cuáles son las prácticas comunes de Monsanto en el orden global?
–Tiene prácticas comunes en todos los países donde actúa. Monsanto esconde datos sobre sus productos, pero no sólo eso, también miente y falsea estudios sobre sus productos. Otra particularidad que se repite en Monsanto es que cada vez que científicos independientes tratan de hacer su trabajo a fondo con los transgénicos, tienen presiones o pierden sus trabajos. Eso también sucede en los organismos de Estados Unidos como son la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) o EPA (Agencia de Protección Ambiental). Monsanto también es sinónimo de corrupción. Dos ejemplos claros y probados son el intento de soborno en Canadá, que originó una sesión especial del Senado canadiense, cuando se trataba la aprobación de la hormona de crecimiento lechera. Y el otro caso es en Indonesia, donde Monsanto fue condenada porque corrompió a cien altos funcionarios para poner en el mercado su algodón transgénico. No dudamos que hay más casos de corrupción donde Monsanto es quien corrompe.
–Usted también afirma que la modalidad de “puertas giratorias” es una práctica habitual.
–Sin duda. En la historia de Monsanto siempre está presente lo que en Estados Unidos se llama “la puerta giratoria”. Un ejemplo claro: el texto de reglamentación que regula los transgénicos en Estados Unidos fue publicado en 1992 por la FDA, la agencia norteamericana encargada de la seguridad de alimentos y medicamentos. La cual se supone es muy seria, al menos siempre yo pensaba eso, hasta antes de este trabajo. Cuando decían que un producto había sido aprobado por la FDA pensaba que era seguro. Ahora sé que no es así. En el ’92, el texto de la FDA fue redactado por Michael Taylor, abogado de Monsanto que ingresó a la FDA para hacer ese texto y luego fue vicepresidente de Monsanto. Un ejemplo muy claro de “puerta giratoria”. Hay mucho ejemplos, en todo el mundo.
–Monsanto fabricó el agente naranja, PCB y glifosato. Y tiene condenas por publicidad engañosa. ¿Por qué tiene tan buena prensa?
–Por falta de trabajo serio de los periodistas y la complicidad de los políticos. En todo el mundo es igual.
–¿Por qué Monsanto no habla?
–¿Has probado llamarlos?
–Sí, pero no aceptaron preguntas.
–También es lo mismo en todo el mundo. Ante cualquier periodista crítico, Monsanto tiene una sola política: “No comments” (sin comentarios).
–¿Qué significa Monsanto en el mercado mundial de alimentos?
–La meta de Monsanto es controlar la cadena alimentaria. Los transgénicos son un medio para esa meta. Y las patentes una forma de lograrlo. La primera etapa de la “revolución verde” ya quedó atrás, fue la de plantas de alto rendimiento con utilización de pesticidas y la contaminación ambiental. Ahora estamos en la segunda etapa de esa “revolución”, donde la clave es hacer valer las patentes sobre los alimentos. Esto no tiene nada que ver con la idea de alimentar al mundo, como se publicitó en su momento. El único fin es aumentar las ganancias de las grandes corporaciones. Monsanto gana en todo. Te vende el paquete tecnológico completo, semillas patentadas y el herbicida obligatorio para esa semilla. Monsanto te hace firmar un contrato por el cual te prohíbe conservar semillas y te obliga a comprar Roundup, no se puede utilizar un glifosato genérico. En este modelo Monsanto gana en todo, y es todo lo contrario de la seguridad alimentaria. De paso, recordemos, que la soja transgénica que se cultiva aquí no es para alimentar a los argentinos, es para alimentar a los puercos europeos. Y qué pasará en Argentina cuando las carnes de Europa deban etiquetarse con que fueron alimentadas con soja transgénica. Se dejará de comprar carnes de ese tipo y Argentina también recibirá el golpe, porque le bajará la demanda de soja.
–Estuvo en Argentina, Brasil y Paraguay. ¿Qué particularidades encontró en la región?
–Hay que recordar que Monsanto entró aquí gracias al gobierno de Carlos Menem, que permitió que la soja transgénica entrara sin ningún estudio. Fue el primer país de América latina. Luego desde Argentina se organizó un contrabando de semillas transgénicas, de grandes productores, hacia Paraguay y Brasil, que se vieron obligados a legalizarlo porque eran cultivos que luego se exportaban. Y luego llegó Monsanto a reclamar sus regalías. Fue increíble cómo se expandió la soja transgénica en la región, y en tan pocos años. Es un caso único en el mundo.
–En la década del ’90 Argentina era denominada como alumno modelo del FMI. Hoy, con 17 millones de hectáreas con soja transgénica y la utilización de 168 millones de litros sólo de glifosato, ¿se puede decir que Argentina es un alumno modelo de los agronegocios?
–Sí, claro. Argentina adoptó el modelo Monsanto en tiempo record, es un caso paradigmático. Pero también hubo algunos problemitas con el alumno modelo. Como las semillas transgénicas son patentadas, Monsanto tiene el derecho de propiedad intelectual. Eso significa, como lo vi en Canadá y Estados Unidos, que les hacen firmar a los productores un contrato en los que se comprometen a no conservar parte de sus cosechas para resembrar el año próximo, lo que suelen hacer los agricultores de todo el mundo. Monsanto lo denuncia como una violación de su patente. Entonces Monsanto envía la “policía de genes”, que es algo increíble, detectives privados que entran a los campos, toman muestras, verifican si es transgénico y si el agricultor ha comprado sus semillas. Si no las han comprado, realizan juicios y Monsanto gana. Es parte de una estrategia global: Monsanto controla la mayoría de las empresas semilleras y patenta las semillas, exigiendo que cada campesino compre sus semillas. Lo que pasó aquí es que la ley argentina no prohíbe guardar las semillas de una cosecha y utilizarlas en la próxima siembra. En un primer momento Monsanto dijo que no iba a pedir regalías, y dio semillas baratas y Roundup barato. Pero en 2005 comenzó a pedir regalías, rompió el acuerdo inicial y por eso mantiene un enfrentamiento judicial con su alumno preferido.
–El Roundup tiene un papel protagónico en este modelo. Muchas comunidades campesinas e indígenas denuncian sus efectos, pero hay pocas prohibiciones.
–Es un impacto increíblemente silenciado. Nadie puede negar lo que traen aparejadas las fumigaciones con este herbicida, totalmente nocivo. Tengo la seguridad de que va a ser prohibido en algún momento, como fue el PCB, estoy segura de que llegará ese momento. De hecho en Dinamarca ya fue prohibido por su alta toxicidad. Es urgente analizar el peligro de los agroquímicos y los OGM (Organismos Genéticamente Modificados).
–Sin embargo, las grandes empresas del sector prometen desde hace décadas que con transgénicos y agrotóxicos se logrará aumentar la producción, y así se acabará con el hambre del mundo.
–Argentina es el mejor ejemplo de esa mentira. ¿Qué tal le ha ido con la sojización del país? Se ha perdido en la producción de otros alimentos básicos y aún hay hambre. Este modelo es el modelo del monocultivo, que acaba con otros cultivos vitales. Es una transformación muy profunda de la agricultura, que lleva directo a la pérdida de la soberanía alimentaria, y lamentablemente ya no depende de un gobierno para poder revertirlo.
–¿Por qué al proceso agrario actual usted lo llama “la dictadura de la soja”?
–Es una dictadura en el sentido de un poder totalitario, que abarca todo. Hay que tener claro que quien controla las semillas controla la comida y controla la vida. En ese sentido, Monsanto tiene un poder totalitario. Es tan claro que hasta Syngenta, otra gran empresa del sector y competidora de Monsanto, llamó a Brasil, Paraguay y Argentina “las repúblicas unidas de la soja”. Estamos en presencia de un programa político con fines muy claros. Una pregunta simple lo demuestra: ¿Quién decide qué se va a cultivar en Argentina? No lo decide ni el Gobierno ni los productores, lo decide Monsanto. La multinacional decide qué se sembrará, sin importar los gobiernos, lo decide una empresa. Y, para peor, la segunda ola de transgénicos va a ser muy fuerte, con un modelo de agrocombustibles que acarrea más monocultivo. Y, a esta altura, ya está claro que el monocultivo es pérdida de biodiversidad y es todo lo contrario de la seguridad alimentaria. Ya no hay dudas de que el monocultivo, ya sea de soja o para biodiésel, es el camino hacia el hambre.
–¿Cuál es el papel de la ciencia en el modelo de agronegocios, donde Monsanto es sólo su cara más famosa?
–Antes pensaba que cuando un estudio era publicado en una prestigiosa revista científica, se trataba de un trabajo serio. Pero no. Las condiciones en que se publican algunos estudios son tristes, con empresas como Monsanto presionando a los directores de las revistas. En el tema transgénico queda muy claro que es casi imposible realizar estudios del tema. En muchas parte del mundo, Estados Unidos o Argentina, los laboratorios de investigación son pagados por grandes empresas. Y cuando el tema es semillas, transgénicos o agroquímicos, Monsanto siempre está presente y siempre condiciona las investigaciones.
–¿Los científicos tienen temor o son cómplices?
–Ambas cosas. El temor y la complicidad están presentes en los laboratorios del mundo. En el libro dejo claro que hay científicos, en todos los países, cuya única función es legitimar el trabajo de la empresa.
–¿Cuál es el papel de los gobiernos para que empresas como Monsanto avancen?
–Los gobiernos son los mejores propagandistas de los OGM (Organismos Genéticamente Modificados). Realizan un trabajo de lobby increíble. Monsanto les lleva sus estudios, su información, sus revistas y fotos, todo muy lindo. Les dicen a los políticos que no habrá contaminación y salvarán al mundo. Y los políticos hacen lo suyo. Y también hay presiones. Diputados franceses han denunciado públicamente las presiones de Monsanto, hasta reconocieron que la compañía contactó a cada uno de los 500 diputados para que legislen según los intereses de la empresa.
–¿Y el papel de los medios de comunicación?
–Me da mucha pena porque soy periodista y creo en lo que hacemos, creo que es una profesión con un papel muy importante en la democracia, pero hay una gran manipulación de los medios. En todo lo referido a los transgénicos, la prensa no trabaja seriamente. Los medios miran la propaganda de Monsanto y la publican sin cuestionamientos, como si fueran empleados de la empresa. También es público que Monsanto invita a comer a los periodistas, les realiza regalos, los lleva de viaje a Saint Louis (donde está su sede central); los periodistas van muy contentos, pasean por los laboratorios, no preguntan nada y ya. Así funcionan los medios con Monsanto. También registré casos en los que Monsanto busca, en cada medio de comunicación, un defensor. Establece contacto con él y logra opiniones favorables. No sé si hay corrupción, pero sé que Monsanto logra su objetivo. En Argentina es claro cómo actúa, al ver algunos artículos de suplementos rurales se ve que en lugar de artículos periodísticos son publicidades de Monsanto. No pareciera que un periodista lo escribió, fue directamente la compañía.
–¿Qué evaluación hace del enfrentamiento entre el Gobierno y las entidades patronales del agro?
–En 2005 entrevisté a Eduardo Buzzi, estaba furioso por el asunto de las regalías reclamadas por Monsanto. Hablaba de las trampas de Monsanto. Y además hablaba de los problemas que traía la soja, hasta me puso en contacto con pequeños productores que me hablaron de las mentiras de Monsanto, de la resistencia que mostraban las malezas, que había que utilizar más herbicidas y que los campos quedaban como tierra muerta. Buzzi sabía todo eso y me decía que cuestionaba ese modelo, afirmaba que la soja traía la destrucción de la agricultura familiar y me decía que Federación Agraria representaba ese sector, que enfrentaba a los pools de siembra y a las grandes empresas. Y Buzzi denunciaba mucho este modelo, muy buen discurso. Pero ahora no sé qué pasó. Nunca lo volví a ver y me gustaría preguntarle qué le pasó que ahora se une con las entidades más grandes, me extraña mucho el cambio que muestra. Y encima Buzzi está con Aapresid (Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa –integrada por todas las grandes empresas del sector, incluidas las semilleras y agroquímicas–), que es la que más gana con todo este modelo, y que apareció poco en este conflicto. Aapresid manipula todo y está con los grandes sojeros, que no son agricultores y que hasta promueven un modelo sin agricultores. Entonces no entiendo cómo Federación Agraria dice representar productores chicos y está con Aapresid. Lo de Federación Agraria es muy extraño, no se entiende.
–¿Y el papel del Gobierno?
–Las retenciones pueden ser que frenen algo del proceso de sojización. Pero no es una solución frente a un modelo tan agresivo. La solución tiene que ser algo mucho más radical y no a corto plazo. Claro que la tentación de los gobiernos es grande, la soja trae buenos ingresos, pero hay que pensar a largo plazo. No hay soluciones simples y cortoplacistas para un modelo que echa a campesinos de sus tierras y, fumigaciones mediante, contamina el agua, la tierra y la gente.

domingo, 29 de marzo de 2009

Un póker de crisis


Impotentes, los gobiernos dejan caer sus cartas ante un formidable póquer de crisis: la económico-financiera, la energética, la alimentaria y la ecológica. Por razones de espacio, en esta nota nos ocuparemos sólo de la primera.

Cuando comenzó la crisis, en septiembre de 2008, el movimiento financiero era veinte veces mayor que el Producto Bruto Mundial. Gráficamente, la diferencia entre una pelota de fútbol y una de golf.

Se llegó a este punto por una lógica interna del capitalismo y porque durante el período de predominio liberal el Estado fue reducido a la impotencia. Los bancos y bolsas del mundo no tienen la intención de regular su actividad y resisten la regulación estatal, simplemente porque es mala para los negocios. El poder político tiene la voluntad de regular pero ya no cuenta con los instrumentos ni con los recursos necesarios para poner en caja a los díscolos. La economía mundial, hegemonizada por los bancos, responde ahora a una dinámica distinta de la que mostraba durante la etapa industrial. Por eso, si bien el origen de la crisis hay que buscarlo en el avance de las finanzas sobre la producción, su magnitud es directamente proporcional a la subordinación del Estado al Mercado.

La autorregulación presunta del mercado financiero ha demostrado ser una falacia. Y el keynesianismo tradicional --herramienta de un Estado clásico-- es impotente porque el capitalismo en la etapa de la globalización, dominado por la actividad financiera, es muy diferente del capitalismo industrial. Por eso las herramientas que fueron útiles entonces ya no lo son ahora.

En Estados Unidos, en particular, el keynesianismo ya no funciona porque, para hacerlo, debería ser capaz de convivir por lo menos durante un quinquenio con un déficit muy alto, pero el problema es que ya tiene un déficit muy alto, originado por el aparato militar-industrial y la política guerrerista que son responsables por el 80% del déficit público. Sin embargo Barak Obama insiste en Afganistán y nadie sabe cuándo se retirará de Irak. No importa el color de la piel del Presidente: sigue mandando el aparato militar-industrial.

Aunque el avance de las finanzas sobre la producción comenzó en los años 70 y se aceleró en los 80, durante las dos presidencias de Ronald Reagan (y el mandato de su homóloga Margaret Thatcher), fue en la década de los 90 que se produjeron grandes saltos tecnológicos, que fueron aprovechados por la actividad financiera para vivir on line, es decir para extender su jornada durante las 24 horas.

Uno de sus resultados en que la evasión impositiva mundial ya es del orden de los 3,5 millones de millones de dólares y el lavado de dinero (por la venta ilegal de armas y drogas) no es inferior a 1,5 millón de millones. Esto significa que unos 5 millones de millones de dólares, que en buena medida provienen de la producción, se suman cada año al circuito especulativo. Y esto viene ocurriendo desde hace bastante tiempo.

El predominio de las finanzas significa que la mayor parte de los capitales se vuelcan hacia actividades especulativas, lo que, no obstante el avance tecnológico, resta recursos al desarrollo industrial. Sin embargo, este no pudo resolver aún la sustitución de lasmaterias primas no renovables, el petróleo en primer lugar. Paradójicamente, en plena revolución tecnológica aún carecemos de la tecnología necesaria para garantizar la provisión de energía en el futuro cercano. Aunque un mundo sin petróleo todavía es inimaginable por el capitalismo, ese es, inexorablemente, el mundo que vendrá.

La crisis energética y la crisis alimentaria son dos caras de la misma moneda, y ambas explican la crisis ecológica. Visto en perspectiva, el salto que va del capitalismo industrial al capitalismo financiero es el mismo que fue de la destrucción creadora schumpeteriana del siglo 19 a la destrucción depredadora globalizada del siglo 21. Descartada la eficacia de un nuevo keynesianismo, el imperio arrastra penosamente sus deudas y muestra el creciente deterioro de su estructura industrial. Es por eso que a mediano plazo corre el peligro de perder la punta tecnológica y con ella la supremacía militar. Hoy no se ve ningún indicio serio de que un renacimiento estadounidense sea posible en las condiciones actuales del capitalismo. El Colo.


miércoles, 25 de marzo de 2009

"Los dolores que quedan son las libertades que faltan"


"Es siempre perentorio libertar a la política, a la escuela, al colegio, a la Universidad, de todo coloniaje mental, porque de tal sumisión resulta en nuestros países la entrega de su economía, de su política, de su cultura" (Manifesto Liminar. Reforma Universitaria, junio de 1918).

Sin duda una perlita. Como perlitas son casi todos los párrafos del Manifiesto con que los estudiantes cordobeses (en la foto tomando el rectorado de su medioeval y clerical Universidad), lanzaron al mundo su propuesta de cambio de estructuras, contenidos y fines de las altas casas de estudios, conmoviendo e influyendo a muchos de los posteriores líderes populares, particularmente en latinoamerica, por caso Haya de la Torre en Perú o José Antonio Mella en Cuba.
El cogobierno, la autonomía, los concursos, la catedras paralelas y las libres, la "extensión universitaria" rompiendo el cerco elitista que la separaba de la sociedad, solidaridad latinoamericana e internacional, y unidad obrero-estudiantil fueron algunos de sus ejes. Quedan para la historia, y el presente, frases como la citada o "Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana".
Pero más perlita es que la frase del Manifiesto con la que comienza este post sea la que encabeza hoy una nota en Página/12 de Alicira Argumedo, respetable integrante de las Cátedras Nacionales de Filosofía y Letras en los 60/70, pero a la que jamás escuché nada que no fuera desprecio por la Reforma del 18 y sus seguidores, supuestos defensores de una "isla democrática" y del "coloniaje" que condena en el matutino, en est caso al cuestionar medidas gubernamentales, pero obviando cualquier referencia autocrítica a su posición hacia el histórico movimiento de 1918.
Tal vez, al margen de algunos de sus argumentos que siempre podríamos compartir, nos toque en unos años, ver encabezar una de sus notas con una frase de condena al lockout patronal de los ruralistas, de cuyo lado tristemente se ubicó Argumedo en momento definitorios para el país, al igual que Proyecto Sur, partido del que es dirigente.

martes, 24 de marzo de 2009

El 24 de marzo y los diarios de hoy


Breve. ¿Repararon que, salvo algun avance en contados matutinos, ninguno de nuestros siempre calumniados medios de difusiòn gràfica --sobre todo los muy democràticos Clarín y La Nación-- no publica en tapa que hoy se recuerda el nefasto 24 de marzo, que por eso es feriado, que por eso es Día de la Memoria?. No hay duda, la libertad de prensa, y sobre todo de expresiòn, goza de buena salud.

La ley de Videla y Martinez de Hoz o la Ley de la Democracia


Texto publicado mediante una solicitada por reconocidos periodistas y profesionales de la comunicación, actualizado al 24/3, con muchas más firmas, incluídas organizaciones, que la que dieron naciminto a nuestro nucleamiento años atrás.

Todos los gobiernos democráticos intentaron, de una u otra manera, modificar o reemplazar la Ley de Radiodifusión pergeñada por la Dictadura, un decreto-ley que lleva las firmas de Videla y Martínez de Hoz. Su contenido y la regresiva reforma de los años 90 la convirtieron en un traje a medida para la concentración de medios en pocas manos. Menos voces, más ganancias, menos democracia.

Este es un momento histórico irrepetible. Los argentinos tenemos la oportunidad de crear y sancionar una ley por el Congreso Nacional. La opción es clara: la ley de los que defendieron el terrorismo de Estado y apoyaron la concentración oligopólica, el remate del patrimonio público de los argentinos, la precarización laboral, la exclusión social y la desnacionalización de la economía, o una ley de todos y para todos.

Nadie pone en duda que la comunicación, la expresión y la radiodifusión son derechos humanos. No pueden ser consideradas simplemente como actividades comerciales. Es imperiosa la sanción de una ley que contemple la diversidad y la pluralidad de voces.

Los cambios tecnológicos exigen una adecuación a los nuevos tiempos. En el 80 no había Internet, ni se hablaba de la televisión digital, ni del triple play. La nueva ley tiene la obligación de regular a favor de todos los ciudadanos.

Nosotros, periodistas y profesionales de la comunicación, adherimos fervientemente a la sanción de una nueva ley de radiodifusión o comunicación audiovisual que garantice el derecho a la información de todo el pueblo argentino.

Periodistas y profesionales de la comunicación

Lucio Aberastain – Alejandra Aghina – Elda Agüero - Cristina Agulleiro – Jorge Aita- María Alaye - Eduardo Aliverti – Guillermo Alonso - Susana Alonso – Francisco Alurralde - Federico Amigo – José Amorín - Aldo Amura - Luis Ansaldo – Gabriel Antenore - Alfredo Antonuccio- Dora Apo – Mónica Aragón - Gonzalo Arias – Rosaura Audi - Jorge Pastor Asuaje -Beto Asurey – Carlos Aznárez – Fernando Báez - Silvio Bageneta - Graciela Baquero – Mariana Baranchuk - Osvaldo Baratta - Mabel Barbas - Hugo Barcia – Rolando Baro – Tristán Bauer – Valeria Berman – Cristina Blanco - Jorge Bernárdez - Gloria Beretervide – Walter Bezuzzo- Javier Biasotti – Hugo Biasotti – Eduardo Blaustein –Alejandra Bochatey – Silvio Bocchichio - Marcelo Bolado – Pablo Bonastre - Martín Bonavetti - Christian Boyanovsky - Natalia Brite – Omar Bravo – Eugenia Camblor - Luciana Caminos – Liliana Capone – Daniel Capponi- Jorge Carbajal - Guido Carlotto – Horacio Carman –Alberto Carmena- Moira Carriquiriborde- Claudia Carusso- Marcial Cáseres – María Cassino - Flora Castro – Mario Clavell – Gabriel Cena - Marcelo Cena - Jorge Omar Cefarelli - Marcos Cittadini - Leo Cofré - Norberto Colominas – Angel Coraggio – Antonio Coria – Carlos Horacio Coria - Toribio Coria – Joe Cornejo- Fernando del Corro - Roxana Coronel – Néstor Chalde - Analía Chaparro - Luis Chaparro – Gonzalo Cháves - Favio Cholakián – Daniel Cholakián – Carlos D´Agostino - Leticia Dahul – Rubén D´Audia - Fernando Dayan- Alberto Dearriba - Julio Delgado- Mónica Patricia De Luca –Jorge Déboli – Laura Inés De León – José Denaro – Corina Delettieres - Claudio Díaz – Laura Díaz- Gustavo Dimarzio- Luciano Divito - Claudia Ducatenzeiler – María Rosa Di Santos - Marisa Dubini – Luis Echandía - Alberto Emaldi – Daniel Enzetti - Santiago Eguia - Analía Eliades – Horacio Embón – Alicia Entel - Patricio Erb – Edgardo Esteban – Alberto Faciano - Esteban Falcón – Miguel Angel Faure - Martín Fedele - Enrique Federico- Julio Fernández Baraibar – Gabriel Fernández - Néstor Fernández - Enrique Fernández Camillo- - Alberto Ferrari - Marcelo Ferrari – Edmundo Ferreti - Lilia Ferreyra – Verónica Fiorito - Cecilia Flachsland – Cristina Franco - Cecilia Fumagalli - Carlos Funes – Susana Gabbanelli – Marcela Gabioud - Pablo Galarreta - Elbio Gamboa – Martín García - Paloma García- Héctor Gentile - Miguel García Lombardi - Rafael Garritano- Luis Gasloli - Luciano Gatica - Ana Guérin - Adriana Ghitia- Marina Giacometti – Leandro Gil Ibarra – Fernando Gil Pafundi - Pedro Godoy – Ana María Gómez - Oscar “Gomita” Gómez- Fabio González- Zuñidla González - Alejandro Gramajo - Félix Gramajo – Carlos Nicolás Gullo - Walter Gutiérrez- Cecilia Hecht - Rosa María Hermitte – Ignacio Hernaiz - Andrea Holgado- Adán Nalo Huck – Elsa Huwiler - Diego Ibarra - Marcelo Iglesias – Cristina Izaguirre – Ernesto Jauretche - Geraldine Keczeli – Eduardo Kimel - Roberto Koira – Adrián Korol – Alejandro Korol – Silvano Lanzieri -Pedro Lanteri - José Lanzilotta - Luis Lázzaro - Mónica Lado - Roberto Lago –Esteban Langhi- Fabiana Larrea- Yael Letoile – Enrique Logroño – Angel Lombardo - Eduardo López - Gustavo López – Juan Manuel López - Mario López - Omar López- Dante López Foresi- Liliana López Foresi- Damián Loreti - Gabriel Lucero – Mario Ludueña -Roberto Luzardi- Norma Madeo – Fabián Magnotta - Santiago Magrone - Carlos Malbrán - Pablo Malizzia - Walter Marcote - Dina Marcuzzi - Aldo Marinozzi - Juan José Martínez - Juan Andrés Martinez Cantó - Guillermo Mastrini - Miriam Mato- María Cristina Mata - Liliana Mazure - Araceli Méndez – Héctor Enrique Méndez Brauer - Héctor Mendieta - Juan Manuel Mendoza- Luis Mendoza - Natalia Messineo - Julieta Messina- Esteban Mestre - Héctor Meton – Walter Meza - Mario Migliorati –Carlos Mónaco- Mona Moncalvillo - Claudia Montesino- Ricardo Morini - Alberto “Beto” Moscardi – Mariana Moyano - Ana María Mozian -Hugo Muleiro – Miguel Murphy – Viviana Laura Mustafá- Alberto Nadra- Rodolfo Nadra- Roberto Navarro – Osvaldo Nievas – Paula Noli- Pedro Núñez - Sergio Olguín- Gustavo Oliva - Daniel Olivera - Roberto Olivieri- Mónica Oporto- Lola Pache- Lucía Padilla- Juan José Panno - 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Maurizio Salvi – Marcela Sánchez- Mariela Santa María- Eduardo Santellan- Pablo Santiago- Martín Segura – Oscar Serrat - Miguel Schclarek - Nadia Schiavinato – Natalia Scigo - Marita Schinocca - Nicolás Schonfeld - Alberto Schprejer – Susana Sel - Fernando Sierra – Carlos Solari - Diego Spina - Mariángeles Sotes –Carlos Sozzani- Juan Manuel Strassburger - Carlos Subiza – Juanjo Suker- Manuel Suñé- Rubén Sutelman- Oscar Taffetani - José Tarruella – Andrea Tessey- María Rosa Toncovich- Eduardo Toniolli Fernando Torrillate- Jorge Tribó - Analía Trípodi - Jesica Tritten - Juan Carlos Trofelli- Cristina Tucci- Mariano Ureta- Daniel Vaca Narvaja - César Valicenti – Damián Valls - Martín de Vedia y Mitre - Marisa Vega- Clarisa Veiga - Marcelo Veiga- Santiago Veiga - Enrique Velázquez - Teresa Vera - Javier Vogel - Fernando Wilhelm - Felipe Yapur - Silvia Yulis – Daniel Zeitún - Martín Zucchelli - Rubén Zilber (siguen las firmas).

Entidades, Asociaciones y adhesiones personales

A.R.B.I.A (Asociación de Radiodifusoras Bonaerenses y del Interior de la República Argentina) en representación de 200 medios de comunicación de la República Argentina: Osvaldo Francés, Presidente; Juan Manuel Rapacioli, Vicepresidente; Mario Bevacqua, Secretario.
FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias), Daniel Fosarolli, Presidente, Mario Farías, Vicepresidente, Néstor Busso, Secretario.
Bernardo Veksler, Subsecretario de Medios Públicos de Tierra del Fuego.
Silvia Vázquez, Diputada Nacional, Presidenta del Partido de la Concertación.
Claudio Morgado, Diputado Nacional.
Juan Silvestre Begnis, Diputado Nacional.
Cámara de Radiodifusores del Sudeste de la Provincia de Buenos Aires, Agustín García, Presidente, Claudio Barraza, Vicepresidente, Patricia Silva, Secretaria.
Miguel Talento, Director Cuadernos Argentina Reciente.
Pablo Galarreta, Presidente Frente Grande Mar del Plata.
La CO.RA.ME.CO (La Confederación de Radios y Medios de Comunicación de Argentina) en representación de 2.000 medios de comunicación de la República Argentina: Osvaldo Francés, Presidente; Mariano Rojas, Vicepresidente; José Torres, Secretario.
Consejo Federal de la Televisión Pública, Enrique Masllorens, Secretario.
Martín Migliorini - Secretario de Prensa SUTEBA (CTA - Mar del Plata).
Diego de Charras - Secretario de Gestión Institucional Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
Facultad de Periodismo y Comunicación Social UNLP (Universidad Nacional de La Plata, Pablo Blesa, Prosecretario de Producción y Servicios.
RedCom (Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo).
FM LA TRIBU (Asociación Civil La Tribu).
INTERNAUTA Asociación Argentina de Usuarios de Internet, Sergio Salinas Porto, Presidente.
Canal 9 Santa Cruz, Gabriel E. Aguirre.
Canal 11 Formosa, Jorge Osvaldo Bazán.
Norberto Galasso, historiador y ensayista.
Horacio González, Ricardo Forster, Ricardo Rouvier, Ignacio Vélez, Coco Blaustein, integrantes de Carta Abierta.
Rodolfo Hermida, cineasta.
Nemesio Juárez, cineasta.
Centro de Estudiantes Escuela Cs. de la Información UNC (Universidad Nacional de Córdoba), César Pucheta.
Federación Universitaria de Río Cuarto (FURC), Leonardo Moyano
Cooperativa de Periodistas El Megáfono (Río IV, Córdoba ), Luciano Salerni.
Mario Farías (Radio FM SUR - Córdoba).
FM 92.7 Libertador Latinoamericana de Mendoza
Colectivo de Comunicación y Educación Popular “Mate Amargo”
Comisión de Medios Audiovisuales en Carta Abierta, en representación de 104 compañeros: Santiago “Coco” Plaza, Mabel G. Maidana y Ariel Magirena.
Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), Gustavo Granero, Secretario General.
Médicos del Mundo Argentina, Gonzalo Basile, Presidente.
Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC), Rafael Bernal Castro, Director Editorial y Presidente.
Administración Provincial de Radio y TV Riojana (Canal 9 y FM La Torre 101.9) Luis Miguel Contreras, Administrador Provincial, Gustavo Pereyra, Secretario General
Canal 25 UNLP (Universidad Nacional de La Plata), Luciano Sanguinetti, Pablo Torello, Claudio Lanús.
Asociación del Personal Jerárquico de Radio y TV de la Provincia de La Rioja.
Periódico El Virrey, Gabriel C.Lucero, Director, San Rafael, Mendoza.
Viviana Gómez, Secretaria Técnica - CPA Personal de Apoyo a la Investigación: CEIL-PIETTE-CONICET - Centro de Estudios e Investigaciones Laborales.
Revista Desafíos: Lido Iacomini, Carlos Berman, Raúl Isman, Carlos Flaskamp, Horacio Chitarroni y Germán Ibáñez.
Radio Ahijuna, FM 94.7, Quilmes, Martín Iglesias.
Cooperativa de Medios de Comunicación “Pares”, Luján, provincia de Buenos Aires.
SER.CU.PO (Al Servicio de la Cultura Popular).
Martín Segura - Colectivo de la Azotea Mar del Plata.
FM de la Azotea 88.7 - Mar del Plata.
FM Alas, Radio Comunitaria El Bolsón, Río Negro, Valeria Belozercovsky.
Asociación Civil Nuestra Voz - Colectivo de Comunicación- Resistencia - Chaco, Susana E. Pachecoy, Presidente


POR NUESTROS COLEGAS DESAPARECIDOS
En memoria de quienes hubieran firmado con nosotros

CLAUDIO CESAR ADUR - HORACIO AGULLA - RICARDO EMIR AIUB - ALEJANDRO MARTIN ALMEIDA - LUCINA ALVAREZ DE BARROS - MARIA ELENA AMADIO - ANDRES LUCIO ARIZA - JUAN JOSE MARIA ASCONE - JORGE ALBERTO ASENJO - OSVALDO BALBI - PEDRO LEOPOLDO BARRAZA - OSCAR OSVALDO BARROS - MARIA BEDOIAN - HUMBERTO BELLIZI - ALFREDO JOSE BERLINER - HORACIO FELIX BERTHOLET - CRISTINA BETTANIN - GUILLERMO BETTANIN -LEONARDO BETTANIN - CARLOS BONAVITA ESPINOLA - MARIO BONINO - MAURICIO BORGHI - ALICIA RAQUEL BURDISSO ROLOTTI - MIGUEL ANGEL RAMON BUSTOS - JOSÉ LUIS CABEZAS - DARDO CABO - JUAN JOSE CAPDEPON - ROBERTO EUGENIO LUIS CARRI - ALDO NESTOR CASADIDIO - CONRADO GUILLERMO CERETTI - JAIME JOSE COLMENARES BERRIOS - JOSE DOMINGO COLOMBO - HAROLDO PEDRO CONTI - VICTORIO SATURNINO CORREA AYESA - DANIEL ALBERTO DAROQUI - JULIAN DELGADO - HECTOR ERNESTO DEMARCHI - CARLOS MARIA DENIS - RICARDO DOMINGUEZ -PABLO HERMES DORIGO - DARDO SEBASTIAN DORRONZORO - ALICIA GRACIANA EGUREN DE COOKE - JOSE GUILLERMO ESPINOZA PESANTES - ANA MARIA ESTEVAO - LUIS ALBERTO FABBRI - ROBERTO NANDO FALIVENE – MARIA CRISTINA FERNANDEZ DE PANKONIN - RODOLFO JORGE FERNANDEZ PONDAL - CLAUDIO ARNOLDO FERRARIS - HECTOR JESUS FERREIROS - FREDESVINDA ZURAMA FERRO DE GARCIA - ERNESTO LUIS FOSSATI - JORGE HORACIO FOULKES - JULIO CESAR FUMAROLA - GERMAN NELSON GARCIA CALCAGNO - JUAN CARLOS GARCIA DEL VAL -MARIA ELSA GARREIRO MARTINEZ - GERARDO FRANCISCO GATTI ANTUÑA - MARCELO ARIEL GELMAN - RAYMUNDO GLEYZER – MARIO OSCAR GOLBERG - ALBERTO JORGE GORRINI - CLAUDIO NICOLAS GRANDI – LUIS RODOLFO GUAGNINI - DIANA GRISELDA GUERRERO - HECTOR GUTIERREZ RUIZ - NORBERTO HABBEGGER - JORGE RODOLFO HARRIAGUE - ANGEL HERNANDEZ - MARIO WALDINO HERRERA - JUAN CARLOS HIGA - DANIEL SAUL HOPEN - SILVIA HYNES FERRARI - -IGNACIO IKONICOFF - SANTIAGO JOSE ILLA NICOLETTI - MAURICE JEGER - RICARDO GABRIEL JIMENEZ - MABEL KITZLER DE DOMINGUEZ - ALFREDO ARTURO KÖLLIKER FRERS - CARLOS ERNESTO LAHAM - MANUEL LIBEROFF PEISAJOVICH - MIGUEL FRANCISCO LIZASO - SUSANA LUGONES - FRANCISCO EDUARDO MARIN - ELSA DELIA MARTINEZ DE RAMIREZ - JOSE MARIO MARTINEZ SUAREZ - MARTA MASTROGIACOMO - WINSTON CESAR MAZZUCHI FRANTCHEZ - SUSANA BEATRIZ MEDINA DE BERTHOLET - NEBIO ARIEL MELO CUESTA - ROMAN MENTABERRY - ZELMAR MICHELINI - LILIANA MOLTENI - LUIS CARLOS MONACO - JOSE MANUEL MORENO - TONI AGATINA MOTTA - JORGE DANIEL ROBERTO MOYANO VEGA -. HECTOR GERMAN OESTERHELD - RODOLFO ORTEGA PEÑA - GUILLERMO LEONARDO PAGES LARRAYA - RAFAEL PERROTTA - LUIS JULIO PIRIZ BONORINO - HORACIO NORBERTO POGGIO – WASHINGTON DOMINGO QUEIRO UZAL - ENRIQUE RAAB - JOSE EDUARDO RAMOS – ROBERTO JORGE SANTORO - FRANCISCO RENE SANTUCHO - JUAN MIGUEL SATRAGNO - VICTOR EDUARDO SEIB - ELIAS SEMAN - SANTIAGO SERVIN - ROBERTO JUAN CARMELO - JUAN MARCELO SOLER GUINARD - MARIA CRISTINA SOLIS DE MARIN – LUCIANO DAMIAN ALFREDO SOTO - HORACIO RODOLFO SPERATTI - EDUARDO SUAREZ - FRANCISCO URONDO - MIGUEL HUGO VACA NARVAJA (H) - PATRICIA VILLA - ENRIQUE JUAN RICARDO WALKER - MARIA VICTORIA WALSH -RODOLFO WALSH - TILO WENNER - MIGUEL ANGEL ZAVALA RODRIGUEZ .

lunes, 23 de marzo de 2009

Por Román


En el post que publiqué el 21 de marzo pasado, titulado “Ley de Radiodifusión: indignante campaña”, trate de relatar desde mi experiencia personal, que es la de tantos militantes y dirigentes del campo popular silenciados durante años por los medios de difusión del sistema, como actúan los supuestos adalides de la libertad de prensa y de expresión. Preocupado por seleccionar hechos que pudieran ser significativos para el lector, como lo fueron para sus protagonistas, mi memoria me jugó una mala pasada, o quizá se apiadó de un dolor que no cesa, al omitir la historia que relato abajo, y que también incorporé al texto definitivo del post.


Casi dos años después, el 28 de noviembre de 1979, un joven periodista, Román Mentaberry, fue asesinado en la redacción clandestina del periódico Informe. Román partencia a la “Fede” y fue literalmente ahorcado con su propio cinturón, y hallado en condiciones que no quiero recordar. Luego de confirmar el crimen, coordinar con Francisco “Cacho” Álvarez y Eduardo Duchatsky para impedir que nadie llegara a las redacciones, tuvimos la difícil tarea de lidiar con las “preocupaciones” de una parte del aparato partidario por el tono de la denuncia que redactamos para los semanarios del PC, Eduardo, y la FJC , yo mismo, finalmente zanjada por el apoyo que mi padre nos dio en el primero, y –más allá de las profundas diferencias que tuvimos después—Patricio Echegaray en la segunda. Otro periodista, Arturo Marcos Lozza tuvo que “dar la cara” para denunciar el crimen y rescatar el cuerpo de nuestro compañero, siendo encarcelado e interrogado por mucho tiempo. No era la primera ni la última victima por la que salíamos a dar pelea: fueron 1500 detenidos, 500 secuestrados, más de 100 de los cuales permanecen desparecidos, además de los miles de compañeros de otras organizaciones, y aún sin militancia alguna. Pero en este relato cuenta que era un periodista. Hicimos la denuncia judicial, hicimos el comunicado de prensa, lo entregamos personalmente en las redacciones. Ni siquiera en este caso, la ahora tan sensible Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), tuvo la dignidad de pronunciarse, como no lo hizo con ninguno –salvo puntuales casos aislados-- del más de un centenar de periodistas secuestrados y asesinados. Parece que, entonces, no había “hostigamiento” ni “presiones” ni “peligro para la libertad de prensa y expresión. Ninguna linea de Clarín ni la Nación .

¿Qué se hace con la crisis mundial?




Nueva colaboración y más que útiles reflexiones de Norberto Colominas para nuestro blog.

La mayoría de los economistas sabe que está en marcha una depresión económica global. Aunque no saben cuánto durará, certifican, con los números a la vista, la caída de la ocupación, del crédito, del consumo y de la inversión, y ya no discuten por eso. Ahora la mayoría de ellos analiza cuáles serían las correcciones necesarias que requiere la estructura y el funcionamiento financiero para que no vuelva a generar un endeudamiento apalancado al infinito sobre bases virtuales, que fue la causa de esta crisis. Hagamos un repaso de las principales ideas en circulación.
Se sabe que la culpa no fue exclusivamente de los bancos sino de una dinámica capitalista que privilegió los beneficios fáciles que produce la renta financiera y no los que genera el trabajo. Los argentinos sabemos mucho de esto porque hace 200 años padecemos a una clase dominante que en los albores de la nacionalidad eligió la renta (agraria, financiera) como su fuente favorita de beneficios en detrimento de la ganancia industrial. Por eso su conflicto histórico con el peronismo, ayer y hoy. Sin ir más lejos, la disputa entre el Gobierno y los agronegocios está fogoneado por la financiarización de la renta agraria, que convirtió a los chacareros en rentistas y a los pooles de siembra en una nueva oligarquía. Al igual que en la atribulada historia argentina, la crisis mundial no es culpa de las chimeneas y de las manos con grasa sino de la timba y el guante blanco. Shylock is the winner.
Señales. El endeudamiento global de la economía española es del 120% del PBI, en tanto que el de la Argentina es del 40%, tres veces menos. La especulación inmobiliaria que llevó los precios de las propiedades a las nubes, el fácil acceso al crédito (porque ahí estaba el negocio financiero) y su consecuencia, el consumo desenfrenado provocaron esta situación que ahora angustia a La Moncloa. A la Argentina (que no por ello está a salvo de la crisis) la resguardó su relativo desenganche del mercado mundial del dinero;
Barak Obama no puede aplicar una política keynesiana coherente y sistemática por tres razones principales. La primera son las anteojeras ideológicas del establishmet estadounidense, que le impiden añ Gobierno nacionalizar lo que ya es del Estado (como la compañía de Seguros AIG, entre muchas otras, de la que ya tiene el 80 % del paquete accionario) y reemplazar a sus cúpulas privadas, corresponsables y beneficiarias de la crisis, por funcionarios públicos leales al contribuyente. La segunda es el peso ominoso del aparato militar-industrial, que explica el 80% del déficit público, en la economía y en la política exterior de los Estados Unidos. La aplicación de políticas keynesianas exige convivir durante muchos años con un déficit muy alto, pero Estados Unidos ya lo tiene altísimo; es el estado más endeudado del mundo. Difícilmente el Capitolio le apruebe al Presidente los sucesivos salvatajes que necesitará para recuperar un funcionamiento relativamente normal de la economía, porque los legisladores republicanos se oponen y los demócratas tienen muchas dudas. La tercer razón es que las políticas keynesianas que permitieron afrontar la crisis de 1929 no necesariamente darán resultado hoy, 80 años después, con el capitalismo globalizado y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que permitieron la expansión del capital financiero en tiempo real. De hecho, por ahora las políticas keynesianas no están dando resultado.
Algunas ideas radicales, que hoy son mal vistas en Estados Unidos pero no en Inglaterra y Francia, surgieren colocar un corsé que limite severamente la capacidad de acción de bancos y financieras, empezando por un encaje del 100%, es decir la obligación de tener un dólar en la caja fuerte por cada dólar prestado o derivado a la compra de acciones, bonos, títulos, etcétera. Téngase en cuenta que en setiembre de 2007, al momento de estallar la crisis, el monto de la especulación financiera era 20 veces superior al Producto Bruto Mundial. Gráficamente, la diferencia entre una pelota de fútbol y una pelotita de golf. Ahora se trata de impedir que vuelva a florecer el crédito apalancado al infinito sobre la base de activos financieros y derivados que, en último análisis, no son más que papeles, valores nominales, cuando no ficticios.
Otra propuesta sugiere acabar con el secreto bancario y ya se ha avanzado mucho en ese camino, tanto que hasta la recalcitrante banca suiza admite ahora que es posible alguna indiscreción, aunque bajo ciertas condiciones.
Una tercer variante, complementaria pero de una gran importancia, es que los estados limiten voluntariamente su soberanía en lo que respcta al manejo del déficit público, de modo que este no pueda superar un porcentaje del PBI. Europa ya lo ha introducido y es el 3% del producto. Esto apunta directamente a neutralizar la fuente inagotable de dinero que --vía déficit-- abastece al aparato militar industrial estadounidense y en mayor o menor medida a la industria armamentista mundial. Eso provocaría una notable ganancia no sólo para la economía sino también para la paz.
Una cuarta iniciativa propone acabar con los paraísos fiscales, prohibir por ley que los bancos privados trabajen con ellos. Esto permitiría sellar las napas por donde se escurren u$s 3,5 billones de evasión impositiva global y u$s 1,5 billón de dinero lavado.
Entre otras de igual tenor, estas cuatro medidas apuntan a un objetivo común: reubicar a la ganancia industrial en el centro del sistema y enviar a las actividades financieras a la periferia, como corresponde a una actividad subordinada. Todo lo contrario de lo que en los años 80 hicieron Ronald Regan y Margaret Thatcher, y que duró tres décadas, con los resultados que están a la vista.

sábado, 21 de marzo de 2009

Ley de Radiodifusión: indignante campaña

Este pretende ser un post hecho desde las vivencias personales, no desde la política ni la economía, aunque inevitablemente la primera estará presente, como siempre.

Hace más de 40 años que milito en lo gremial, social y político, con los vaivenes de cualquier hombre o mujer de mi generación, y ahora la indignación por la campaña que los grupos económicos propietarios de medios están realizando contra el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, sencillamente me produce nauseas. En particular la furia del monopolio Clarín, desatada desde en Canal 13 y TN, incluìda la generosa difusión de la vergonzosa conferencia de prensa de la Coalición Cívica y la UCR.

En estas cuatro décadas largas, muchos hechos sucedieron en nuestra patria, no pocos de ellos significativos, pero que no figuran en las páginas de los grandes medios. Particularmente tuve participación en algunos, de las cuales el diario Clarín, y luego los medios de su propiedad nunca publicaron, ni publican, una línea, lo que muestra a las claras lo que entienden por “libertad de prensa” y de “expresión”.

Hubo una excepción: cuando renuncié al Comité Central del PC, en 1989. Su periodista Daniel Santoro, quien pretende dictar cátedra de Ética Periodística, consignó la noticia, pero violando groseramente en su nota el “off de record”. La “ética” periodística --he sido docente de la materia en la Universidad de Palermo-- indica que lo que se dice en “on” (en acuerdo con el entrevistado o la fuente) se publica, lo que se dice en “off” (donde no se quiere dar a conocer la información y/o la fuente), no, y ese principio lo respetaron en la cobertura de aquel suceso todos los medios, incluidos, nada menos, que Ámbito Financiero y El Cronista Comercial.

Pero sigamos la línea.

En 1968/69 fui dirigente del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional Mariano Moreno, y en ese carácter encabezamos una huelga de una semana, con corte de calles, la primera del nivel secundario durante la dictadura de la “Revolución Argentina”, contra la implantación de un nuevo plan de estudios, claramente antipedagógico y restrictivo. Marchas y otras acciones, en la que todos los estudiantes fuimos sancionados con faltas y amonestaciones hasta ponernos al borde de quedar libres fueron llevadas hasta la redacción de los medios. Ninguna línea en Clarín, ni La Nación.

También, luego del asesinato de los estudiantes Juan José Cabral (en el “Correntinazo”) y Adolfo Bello (en el primer “Rosariazo”), inauguramos una amplia movilización de repudio que logró que todos los estudiantes secundarios de la Capital lleváramos cintas negras en la solapas de nuestros sacos o los guardapolvos de las chicas, dentro y fuera de los colegios, además de realizar actos de protesta en la puertas de ingreso. Se informó, se visitó las redacciones. Ninguna línea de Clarín ni de La Nación.

Durante la misma dictadura, ya cursando Sociología en la facultad de Filosofía y Letras, comenzamos un vasto movimiento nacional, contra el examen de ingreso, con múltiples luchas y represión en todo el país. En mi caso, siendo dirigente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFYL) fui secuestrado y golpeado salvajemente por una patota policial, denuncia que realicé personalmente en la sede de los medios, con nombre y apellido, incluido el número y la exhibición del documento de identidad como exigían. Ninguna línea de Clarín ni de La Nación.

En democracia, en los días de Isabel Perón, realicé con otros compañeros denuncias personalmente de secuestros de compañeros, luego asesinados por la Triple A, que fueron ignorados, facilitando el desenlace final.

Ya en dictadura videlista, como dirigente de la juventud comunista (FJC) me tocó participar en la reconstrucción de las Juventudes Políticas, y con jóvenes peronistas, radicales, intransigentes, socialistas, democristianos realizamos valientes iniciativas en medio del Terrorismo de Estado: reclamo de libertad de los presos y desaparecidos, incluido el Seminario Juvenil de la APDH, que popularizó la consigna de “el delito de ser joven”, pues jóvenes eran la inmensa mayoría de los secuestrados; apoyo al “trabajo a Tristeza” y las movilizaciones sindicales a San Cayetano por “Pan, paz y trabajo”; acciones por la paz en el Beagle, para lo que se conformó una multisectorial; solidaridad con la lucha antisomocista en Nicaragua, el proceso de repudio al intento de arancelamiento en la Universidad y de reorganización de los centros estudiantiles, secundarios y terciarios, ara citar algunas. Todo detalladamente adelantado, y luego informado mediante comunicados y visitas a los medios. Ninguna línea de Clarín y La Nación.

En la misma época, como uno de los jefes de Redacción de Prensa Latina en Buenos Aires, el otro era el uruguayo Aram Aranhonian, nos tocó ser la primera agencia que emitió la Carta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar, contenida en el boletín del ANCLA que distribuyó antes de ser emboscado por un Grupo de Tareas. Me consta que la misma denuncia también fue emitida con diferencia de horas por AP, AFP, IPS y ANSA, y también me consta que nuestros adalides de la liberad de prensa la conocían. Tanto a la carta como a la versión que de ella dieron los cables de agencias que contratan para su servicio diario. Ninguna línea de Clarín y La Nación.


Casi dos años después, el 28 de noviembre de 1979, un joven periodista, Román Mentaberry, fue asesinado en la redacción clandestina del periódico Informe. Román partencia a la “Fede” y fue literalmente ahorcado con su propio cinturón, y hallado en condiciones que no quiero recordar. Luego de confirmar el crimen, coordinar con Francisco “Cacho” Álvarez y Eduardo Duchatsky para impedir que nadie llegara a las redacciones, tuvimos la difícil tarea de lidiar con las “preocupaciones” de una parte del aparato partidario por el tono de la denuncia que redactamos para los semanarios del PC, Eduardo, y la FJC , yo mismo, finalmente zanjada por el apoyo que mi padre nos dio en el primero, y –más allá de las profundas diferencias que tuvimos después—Patricio Echegaray en la segunda. Otro periodista, Arturo Marcos Lozza tuvo que “dar la cara” para denunciar el crimen y rescatar el cuerpo de nuestro compañero, siendo encarcelado e interrogado por mucho tiempo. No era la primera ni la última victima por la que salíamos a dar pelea: fueron 1500 detenidos, 500 secuestrados, más de 100 de los cuales permanecen desparecidos, además de los miles de compañeros de otras organizaciones, y aún sin militancia alguna. Pero en este relato cuenta que era un periodista. Hicimos la denuncia judicial, hicimos el comunicado de prensa, lo entregamos personalmente en las redacciones. Ni siquiera en este caso, ADEPA y la ahora tan sensible Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), tuvo la dignidad de pronunciarse, como no lo hizo con ninguno –salvo puntuales casos aislados-- de los 132 de periodistas secuestrados y asesinados. Parece que, entonces, no había “hostigamiento” ni “presiones” ni “peligro para la libertad de prensa y expresión. Ninguna linea de Clarín ni la Nación .

Con Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Kirchner, Cristina Fernández la historia es más conocida: no se publica nada que afecte sus intereses, ni de nadie que no comulgue con ellos y quienes en cada coyuntura han decidido apoyar para negociar mejor sus intereses. Hay muchos casos que todos conocen. Siguiendo con el tono personal, y sólo para citar el más reciente, puedo relatar la grave denuncia que realicé contra Elisa Carrió –casualmente feroz cuestionadora del proyecto de nueva ley en el cambito de la comunicación audiovisual-- en febrero pasado, por su imperdonable declaración negando los crímenes de 35 años de dictadura de Stroessner en Paraguay. Fue ignorada. En marzo, la diputada Silvia Vázquez, del Partido de la Concertación, acompañada por sus colegas Agustín Rossi, Silvestre Begnis y Claudio Morgado ante otros, presentan una proyecto de repudio al “negacionismo” de los genocidios, desde el holocausto al armenio, sin dejar de lado el de los pueblos originarios, y mencionando expresa y detalladamente el caso de Carrió, en presencia de familiares de las miles de víctmas del país hermano.. La conferencia de prensa se realiza en la Cámara de Diputados, al lado de su sala de prensa. Ni una línea de Clarín y La Nación.

Ahora tenemos un proyecto para reemplazar la ley de Radiodifusión de la dictadura que recoge el mandato incumplido de la mayoría de los partidos políticos argentinos, entre ellos el PJ y la UCR, en las elecciones de 1983. Que toma la posta del intenso debate en universidades, gremios, organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos en estos más de 25 años y que fuera sintetizados en los “21 puntos” reclamados por centenares de personalidades y organizaciones en la Coalición por una Radiodifusión Democrática. Y eso no es todo, se informa que ese proyecto, con toda esa historia en sus artículos y disposiciones, no va directamente al Congreso, sino previamente vuelve a la sociedad para ser rediscutido y enriquecido, y entonces sí llegar al Parlamento, con la mayor participación de los interesados y toda la ciudadanía. Y de esta historia, también, ni una línea de Clarín y La Nación.

Está claro que ni al grupo de Magneto-Noble, ni al matutino fundado por Bartolomé Mitre, el comandante del extermino de cinco sextas partes del total de nuestros hermanos paraguayos en la Guerra de la Triple Alianza, para nombrar los buques insignia de esta campaña, no les interesa la libertad de expresión ni la de prensa, sólo la de empresa, y más concretamente la de SUS empresas. No le interesa ahora, no le interesó bajo gobiernos dictatoriales, tampoco durante los democráticos, cuando no fueron herramienta para el impulso y posterior “legitimación” de los golpes de Estado.

Pero, ahora bien, ¿por qué libertad de prensa y de expresión clama Carrió y el coro derechista que la acompaña, cuando llega a decir que

“No tendremos problemas en defender a los grandes grupos económicos si es para defender la libertad de prensa”?. Es como si hubiera dicho “No tengo ningún problema en apoyar a la Junta de Comandantes si es para defender a la democracia del ataque subversivo”. Se comprende mejor, entonces, su defensa del criminal Stroessner, o su paso como funcionaria judicial de la dictadura en el Chaco de la Masacre de Margarita Belén, período donde no solo “trabajó”, sino fue ascendida.

No pretendo, ya lo hicimos en este blog, opinar más a fondo sobre el nuevo proyecto, sí sobre esta campaña indignante. Quizás, por una vez, los hechos de la experiencia personal, que ha sido la de centenares de dirigentes y luchadores cuyos hechos y/u opiniones no fueron del gusto o del interés de estos medios, sirva más que sólo el análisis frío y descarnado, que también lo necesitamos.


viernes, 20 de marzo de 2009

Retenciones, inseguridad y un nuevo escenario político

No pueden comprenderse algunas de las tapas y comentarios periodísticos del día sin partir de que ayer, a nuestro juicio, se ha producido un punto de inflexión en la política argentina, de cara las elecciones del 28 de junio.

Por un lado, la oposición (política y mediática) insiste –mediante “el campo” como ariete, pero sin hacerle asco a casi nada, como inseguridad, accidentes, y hasta el impecable proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual—en imponer la vieja treta de la polarización, en este caso “Democracia (ellos) o autoritarismo (‘los’ K)”.

Por el otro, el Gobierno que ha decidido doblarle la apuesta y marcar “Proyecto Nacional y Popular o la vuelta al pasado”, llamase la entrega de “los 90” mediante el “peronismo disidente” o el caos de la “Alianza residual”, con toda la impronta del caos del 2001, en momentos en que afrontamos la más grave crisis financiera capitalista en un siglo, y los sectores populares, y las propias capas medias pueden recordar su destino con las anteriores administraciones.

El punto clave fue la decisión presidencial acerca de coparticipar una parte de las retenciones a la soja, que significa lisa y llanamente anunciar que la decisión de mejorar la distribución de la riqueza no ha concluido, que no habrá concesiones a la presión y que existe la decisión de enfrentar frontalmente al sector más concentrado de la patronal ruralista, tratando de hacerlo con un marco de alianzas más amplia.

Pero, además, con el discurso de ayer en Merlo, Néstor Kirchner da un mensaje inequívoco a la sociedad, que ya se venía insinuando en los discursos de la Presidenta: la lucha por la seguridad para todos los argentinos, en particular para los bonaerenses, es bandera del Gobierno nacional, y para ello “hay que limpiar de sinvergüenzas las instituciones” y tomar medidas que “estamos conversando con el Ministro de Justicia, Daniel (Scioli) y Alberto (Balestrini)”. Kirchner dice, ni más ni menos que le pondrá el cuerpo al tema, con todo lo que eso significa con la conocida personalidad del ex presidente, que envía una clara señal a los argentinos: es difícil, pero nadie mejor que nosotros para resolverlo, porque ya hemos demostrado que pudimos mejorar el nivel de vida de los argentinos y encarar problemas aparentemente insolubles como la Deuda Externa, renovación de la Corte Suprema, la impunidad de los genocidas de la dictadura, reinstalación del papel decisivo del Estado, recuperación del Correo, Aguas y Aerolíneas Argentinas, integración latinoamericana, recuperación del ahorro argentino de las manos de la especulación de las AFJP, movilidad jubilatoria y ahora el desafío de reemplazar la ley de Radiodifusión de la dictadura por una que garantice la libertad de expresión y el Derecho a la Información.

Otro escenario. Habrá que ver si el Gobierno tiene la capacidad de incorporar otros actores, todavía relegados del movimiento nacional y popular, para representar la gigantesca obra de construir, con una sólida base social y política de sustentación, una Argentina más justa.

Superávit, fuga de capitales y ganancias extraordinarias


El análisis de las cifras acerca de la caída de un 50% del superávit fiscal, fuga de capitales y ganancias de empresas, consignados hoy con títulos engañosos y total o parcialmente por los medios, en todo caso enfatizando tantos aspectos como intereses expresan, merece hacer una lectura más detenida de números, sin ignorar que son áridos y a los que el lector y aún el analista político suelen eludir.

La crisis financiera internacional empezó a golpear el sector externo de la economía en el último trimestre del año pasado. Pese a ello, el balance de pagos difundido ayer por el Indec registró un resultado positivo de la cuenta corriente, en un contexto de desaceleración en las exportaciones y fuga de capitales. El saldo anual de la cuenta corriente arrojó un resultado positivo de 7588 millones de dólares, 6,8 por ciento más que en 2007. Esta performance se verificó en un escenario con una salida de divisas que superó los 11 mil millones y con utilidades de las empresas extranjeras común importante incremento. A pesar de esas ganancias crecientes, la reinversión de esos beneficios en la economía local se desplomó, pues sin ninguna justificación, como queda claro, les conviene suspender y despedir obreros y empleados para hacerse con el efectivo.

Para el cuarto trimestre de 2008, la cuenta corriente registró un resultado positivo de 1806 millones de dólares, cerca de 2000 millones menos que en el mismo período en 2007. Esta disminución estuvo impulsada por una caída del 22 por ciento en el superávit de bienes. Las exportaciones continuaron registrando incrementos de precios, pero el impacto en las cantidades fue más significativo por los efectos de la crisis internacional en Brasil y los principales socios comerciales. El único rubro que registró un aumento en el cuarto trimestre de 2008 fue Manufacturas de Origen Industrial (autos, siderurgia y químicos). La caída en las importaciones se explica por un menor dinamismo de la economía local.

El año pasado la cuenta capital y financiera fue deficitaria. El resultado negativo de 9326 millones de dólares se debió principalmente a la fuga de capitales, que llegó hasta los 11.293 millones de dólares. En el último trimestre el egreso neto de este rubro ascendió hasta los 3426 millones de dólares, pese a lo cual la fuga de capitales del año pasado es un 50 por ciento inferior a la registrada a mediados de 2002, cuando en medio de la crisis había llegado a superar los 23 mil millones de dólares. De todas maneras, y pese a la acción del BCRA, las reservas internacionales terminaron 210 millones por encima de 2007. En el Ministerio de Economía confían en que el proyecto de blanqueo de capitales colaborará para compensar, en parte, la fuga. Bancos privados y consultoras estiman que se mantendrá el saldo positivo de la cuenta corriente, aunque no en el mismo nivel debido al impacto de la crisis internacional.

Por otro lado, las utilidades obtenidas durante 2008 por las empresas extranjeras, que amenazan con despidos masivos, fueron extraordinarias y ascendieron hasta los 5930 millones de dólares. Pero, más allá de la alta rentabilidad obtenida, la reinversión de las compañías transnacionales fue casi nula. En 2007 los desembolsos habían llegado al 40 por ciento de sus utilidades y el año pasado no llegaron a superar el 10 por ciento. Aunque la inversión extranjera directa aumentó en términos interanuales, la participación de los beneficios obtenidos en este rubro por las firmas fue muy limitada, ubicándose por debajo del 5 por ciento. Toda una definición, en cifras contundentes, para los que lloran por la supuesta falta de “seguridad jurídica” como causa de la falta de inversiones extranjeras, como si las reglas, y más aún las crisis, del sistema capitalista no existieran.

jueves, 19 de marzo de 2009

Carlos Blaquier y Ledesma: historia de horrores y negocios



La empresa Ledesma fue cómplice de la dictadura cívico-militar. La noche del 20 de Julio de 1976 (conocida como "la noche del Apagón") la usina de Libertador General San Martín (Dpto. de Ledesma. Jujuy) corta el suministro eléctrico, mientras policías, gendarmes, militares y capataces de Ledesma comienzan a allanar y saquear viviendas de los pueblos de Lib. Gral. San Martín y Calilegua. 400 trabajadores, estudiantes y profesionales son llevados a los galpones de mantenimiento del ingenio azucarero, donde permanecieron días y meses atados y encapuchados. Tras las torturas e interrogatorios, algunos son liberados, otros son enviados a comisarías o cuarteles militares, otros aparecen en cárceles de distintas provincias. Treinta compañeros permanecen desaparecidos. La foto que ilustra este post corresponde a una condena de los familiares de esas víctimas. Roberto Pucci, historiador, autor del libro Tucumán 1966-Historia de la destrucción de una provincia", escribió la siguiente nota de imprescindible lectura para ver la trama entre los negocios, la persecución y el terrorismo de Estado en la Argentina, incluído el perpetrado contra la "sacrosanta" propiedad privada.

La novedad de que la corporación del Ingenio Ledesma ha desembarcado en la actividad azucarera de la provincia de Tucumán debe ser considerada con precaución, por no decir con cierta alarma, puesto que los tucumanos deben saber que todo su poderío actual se edificó a partir de su estrecha asociación con las dictaduras militares de 1966 y 1976.
Su propietario y presidente reescribe ahora su trayectoria y presenta al Ledesma como una víctima más de la salvaje agresión desatada contra Tucumán por la dictadura militar de Onganía, que liquidó once ingenios (el 40 por ciento de las fábricas), eliminó de la actividad a unos 11.000 pequeños cañeros, lanzó a la desocupación a unos 50.000 familias y obligó a 250.000 tucumanos a un penoso exilio interior, apiñados en las villas miseria de Buenos Aires.
La verdad, por el contrario, es que Herminio Arrieta y Carlos Blaquier integraron los cenáculos cívico-militares que planearon aquellos golpes de Estado y la destrucción de Tucumán y, mediante la liquidación de ingenios como el Esperanza, el Santa Ana y otros (gestionados entonces por cooperativas mixtas de cañeros, obreros y el estado provincial), se apoderaron de la parte del león del mercado azucarero gracias a los decretos-leyes impuestos por Jorge Salimei, Adalbert Krieger Vasena y otros funcionarios de aquella dictadura.
El ingenio Mercedes fue adquirido por Herminio Arrieta con el fin de clausurarlo, medida que tomó en 1967 a pesar de ser el único ingenio tucumano que recibía aumentos de cupos, mientras el resto era cerrado por la fuerza o sufría recortes y padecía la asfixia crediticia del poder central.
Tras la muerte de su suegro, Carlos Blaquier fue un activo conspirador y propagandista de la dictadura del llamado “Proceso”, predicando contra el liberalismo y la democracia, a la que despreciaba con el nombre de “votocracia”. En aquellos oscuros años, el ingenio Ledesma fue cómplice del secuestro y desaparición de decenas de sus obreros y empleados, en la llamada “noche del apagón” de julio de 1976, acción por la que Carlos Blaquier se encuentra inculpado hoy ante la justicia federal.
La historia no admite reescrituras infinitas.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Los derechos humanos de los delincuentes


En medio de una polémica que tiene lamentables llamados a la pena de muerte, como en el caso de Susana Gimenez, entre otros famosos, o el habitual estallido de Hebe de Bonafini, "Este país esta lleno de vedettes putas que ahora piden mano dura", conviene elevar la puntería. Es el caso de una nota publicada hoy por Roberto Gargarella, Sociologo y constitucionalista, profesor en la UBA y la UTDT, con el titulo de este post. Va.

Cíclicamente reaparecen los miedos generados por la inseguridad y, con ellos, el discurso público vuelve a inundarse de bravatas altisonantes que, por su repercusión, conviene tomarse en serio. Quisiera concentrarme aquí en algunas de las expresiones que circulan en estos días, vinculadas con la relación aparentemente excluyente o de suma cero que existiría entre la protección de las víctimas y la defensa de los derechos de los delincuentes. La idea aparece en expresiones como la que dice que “en este país mueren inocentes mientras se protegen los derechos humanos de los delincuentes” o “estoy cansado de los derechos humanos de los delincuentes”. ¿Qué se quiere decir con tales expresiones?
Una primera posibilidad sería que tales afirmaciones involucran un juicio descriptivo como el siguiente: “en los hechos, hoy, en la Argentina, se están favoreciendo los derechos humanos de los delincuentes, mientras se descuidan los derechos de las pobres víctimas”. Apenas reflexionamos unos instantes sobre esta idea, sin embargo, se advierte que ella es, más que falsa, groseramente falsa. Resulta demasiado obvio que en nuestro país en la actualidad se violan cada día, y de modo gravísimo, los derechos de los que cometieron (o son acusados de haber cometido) ofensas hacia los demás, muy especialmente si ellos provienen de sectores económicamente desaventajados. Esas violaciones gravísimas incluyen la detención por años de personas a las que no se les ha probado la comisión de delito alguno; la privación de libertad a personas que han cometido delitos menores, y condiciones extremas, brutales, violentas para los que ya están encerrados. Es decir, descriptivamente, lo que la realidad nos muestra, sin ambages, sin ambigüedades, sin margen de duda alguno, es exactamente lo contrario de lo que aquella proposición vendría a sugerir. Si hoy tenemos un problema grave en materia de inseguridad, entonces, sin dudas, ése no es el de que el Estado argentino se está excediendo en la protección de los derechos de los delincuentes.
Una segunda posibilidad sería que al decir “estamos cansados de los derechos humanos de los delincuentes” se esté haciendo referencia a una explicación referida a la imposibilidad material de proteger, al mismo tiempo, los derechos de las víctimas y los derechos de los criminales. Pero esta respuesta también es, fundamentalmente, falsa: en los aspectos más básicos, resulta obvio que se pueden hacer ambas cosas al mismo tiempo. Asegurarles a todos un juicio justo (escuchar a los acusados; asegurar que las pruebas de un juicio no sean inventadas); impedir la tortura; no encerrar a quien no ha sido encontrado culpable de ningún crimen; evitar que se trate a los detenidos como animales es perfectamente compatible con tener un presupuesto adecuado en materia de seguridad, o velar por la recuperación de las víctimas y la restauración de sus derechos. Es decir, no es en absoluto cierto que si queremos cuidar la seguridad de “los buenos ciudadanos” sea necesario, de algún modo, reducir los cuidados básicos hacia delincuentes.
Tercero, la afirmación sobre el “exceso” de respeto hacia los derechos de los delincuentes podría ser normativa, es decir, estar dirigida a afirmar que “debe darse menos protección a los derechos de los delincuentes, porque ellos no se merecen ningún cuidado, dada la gravedad de lo que han hecho”. Ahora bien, si las dos observaciones anteriores eran –en su esencia– fácticamente falsas, ésta es valorativamente inaceptable. Hay cantidad de problemas serios con esta idea. Primero, respetar los derechos de los delincuentes no significa premiar a los criminales ni dejar de reprocharles sus eventuales faltas, sino impedir que se los trate inhumanamente, o que se condene a inocentes porque “necesitamos condenar a alguien”, como muchas veces ocurre. Segundo, los derechos no están reservados para los que se comportan decentemente o los que no cometen faltas (graves), sino para todos, por el solo hecho de ser personas. Tercero, los derechos no son disponibles o removibles de acuerdo al humor de algunos, sino lo contrario de ello: su virtud es, por suerte, la de no estar sujetos a la buena voluntad de nadie.
Finalmente, puede que con la idea de “los derechos humanos de los delincuentes” se esté pensando en que, en nuestro país, algunos o muchos eventuales culpables de crímenes no quedan encerrados. Pero esta idea también es muy pobre. Primero, tenemos una proporción de presos alta y creciente, y no baja. Segundo, si hay gente responsable de crímenes que no es condenada debido a las argucias o trampas de sus abogados, ésa no es responsabilidad de los “derechos humanos”, por lo que conviene no ensuciar el término de ese modo. Tercero, si lo que ocurre es que algunos no quedan detenidos porque no se prueba su culpabilidad, eso no es un “exceso” de respeto de los derechos, sino sólo un acto justo, porque nadie quiere que se encierre a los que no son culpables de delito alguno (¿o sí?). Finalmente, pero esto da para otra discusión, no es cierto –por fortuna– que las únicas respuestas que tenemos a mano frente al crimen son las respuestas extremas, draconianas, que empiezan, como en nuestro país, con la privación de la libertad en condiciones infrahumanas. Es decir, condenar no es ni debe ser igual a “dejar encerrado a alguien”.
Decir lo dicho no implica decir que debemos actuar como si en la sociedad no hubiera delitos, ni comportarnos de modo ingenuo, ni dejar de reprochar con firmeza las faltas que se cometan en nuestra sociedad. Decir lo dicho implica afirmar que, no importa el grado de irritación que tengamos, o la antipatía que nos produzca algún grupo, o los deseos de venganza que nos provoque una situación de injusticia, no tenemos que poner en cuestión el valor de seguir tratando a todos –a todos– con dignidad y respeto. Más importante aún: tenemos que aprender a reconocer que, al respetar los derechos básicos de los criminales no estamos insultando a las víctimas. Como he tratado de mostrar, los cuidados extremos hacia las víctimas del delito de ningún modo, y en ningún sentido, necesitan del maltrato hacia quienes las han ofendido.