domingo, 25 de agosto de 2013

Camila Vallejo: Elecciones, independencia e incidencia



Los amigos chilenos me envían una nota de Camila, la joven pero casi legendaria dirigente estudiantil, quien bajo el título de “En la Nueva Mayoría no estamos para perder independencia, sino para generar incidencia”, fija posición frente a las próximas elecciones en Chile. Las palabras que siguen componen el texto completo de su nota.

Después de ya varios meses de haber definido como partido comunista nuestra participación en la Nueva Mayoría y el apoyo a Michelle Bachelet, ruidosas críticas han aparecido desde la derecha hasta la izquierda. Por un lado, se nos critica por venir a “izquierdizar” el programa de Bachelet y de ser el elemento de desestabilización social, y por otro, se nos pretende acusar de supuestas traiciones a los principios de izquierda, al movimiento social y, en particular, al movimiento estudiantil. El debate en mi opinión ha carecido muchas veces de elementos de fondo y se ha llenado de prejuicios, desinformación y oportunismo electoral.
Es evidente que la discusión centrada en que si apoyo o no apoyo a Michelle Bachelet, luego que si voté o no voté por ella, después si me sacaré o no la foto con ella y si mi sonrisa fue o no sincera al momento de la foto, además de extremadamente superficial y poco seria, es una discusión que no contribuye ni responde a los desafíos históricos que se avecinan. La política es demasiado importante para farandulizarla con esta pira de observaciones vacías.
Primero, debemos recalcar con justa razón y con toda la legitimidad que nos da nuestra centenaria lucha por la democracia y los derechos sociales, particularmente contra el modelo neoliberal y los abusos del mercado imperante en el Chile post-dictadura, que nos reconocemos parte de todos aquellos que hoy entienden, analizan y acusan las responsabilidades de la gestión de los gobiernos de la concertación en muchos de los problemas que nos pesan en nuestra sociedad actual y se han propuesto como horizonte superar este modelo socioeconómico y construir una sociedad verdaderamente democrática. El tema, sin embargo, radica en cómo nos haremos responsables hoy de avanzar hacia dicha superación.
El actual escenario político nos dice que nuestro país no es el mismo. El movimiento estudiantil y social del cual hemos sido parte fundamental desde mucho antes del 2011–siendo profundamente político- ha logrado, por primera vez desde el retorno de la democracia, instalar con fuerza y amplitud la conciencia sobre las perversidades del modelo neoliberal, mercantilizador de la vida y lo espurio de una institucionalidad política contrademocrática que requiere con urgencia ser superada. Hemos corrido el límite de lo posible, despertado del letargo y del miedo miles de conciencias, hemos logrado conquistar tantas otras y lo más importante, hemos reactivado la posibilidad de profundas transformaciones políticas y económicas dada la nueva correlación de fuerzas sociales que se ven en las calles y también en los partidos. La confianza con la que emprendemos este camino está puesta en esos hechos.
En este sentido, la Nueva Mayoría es un espacio abierto, no así como lo fue la concertación durante los 20 años anteriores en que el debate fue cerrado por el consenso neoliberal y el acuerdo de mantener la institucionalidad política de Pinochet. Esa disputa hoy se ha vuelto a abrir y en gran medida somos nosotros responsables de haber producido ese forado, junto con una serie de otros actores y personajes, muchos de los cuales terminaron por retirarse de lo que fue la concertación y muchos otros que se quedaron.
Si la concertación produjo un consenso neoliberal que encontró respaldo mayoritario en Chile, dado que la mayoría fue ganada para las políticas neoliberales, hoy esa mayoría podemos y debemos disputarla para convencerla y activarla en el camino para generar los cambios y transformaciones que Chile necesita.
Ahora podemos decir que la educación gratuita y de excelencia, la nueva constitución o un nuevo sistema de pensiones ya no son demandas que se deban y puedan defender sólo desde la lucha callejera. Hoy estamos en condiciones nuevamente de propiciar una gran alianza social y política, que resguarde la independencia y la autonomía de los movimientos sociales, pero que posibilite la construcción y aplicación conjunta de un programa de transformación social, basado en la democratización del país, la promoción y resguardo de nuestros derechos fundamentales y el progresivo desmantelamiento del modelo neoliberal, principal responsable de la desigualdad estructural que padecemos. Que esté en posición de cumplirlo y no solo enunciarlo.
El paso que hemos dado no ha significado renuncia alguna a nuestras ideas, ni cambio en los elementos de fondo de nuestro programa. Las exigencias y propuestas que hemos llevado al comando han sido las mismas que seguimos planteando en la calle, que defendimos el 2006, el 2011, 2012 y 2013 (y desde mucho antes), que provienen del movimiento estudiantil, sindical y poblacional en el que estamos insertos. Sin lugar a dudas que no podemos pecar de ingenuos pero tampoco de sabelotodo, sabemos el terreno que pisamos y quienes lo habitan, y también reconocemos la incertidumbre y los riesgos que corremos. Lo importante es que nuestro rol, si bien es distinto al que están jugando otros referentes políticos que apuestan a ser la “tercera alternativa” como lo hicimos durante muchas elecciones pasadas, no es contradictorio con los horizontes políticos que se plantea, sólo aspira a conquistarlo desde otra trinchera más, la de la Nueva Mayoría.
No estamos para perder independencia ni autonomía, estamos para incidir programáticamente en un espacio que será determinante en el futuro parlamento y gobierno y por lo tanto en los cambios que se puedan hacer o no en Chile. Si no estuviésemos jugando un rol ahí, otras serían las posiciones hegemónicas que guiarían la agenda de los próximos años, y eso es algo que no nos podemos permitir.
Yo los invito a hacerse parte de un espacio en construcción, la Nueva Mayoría se debe fortalecer con la incorporación e impronta del mundo social que quiere cambios y transformaciones sociales y políticas y no el polo que quiere volver al consenso neoliberal. Hoy es el momento de actuar unidos a pesar de las diferencias para que nuestros hijos no tengan que estar luchando en 20 años más por los cambios que no pudimos conquistar nosotros.

sábado, 24 de agosto de 2013

"Yo tengo un sueño" ("I have a dream"): 50 años


El 28 de agosto de 1963 Martin Luther King brindó su discurso "Yo tengo un sueño" en los escalones del monumento a Lincoln en Washington D.C, un punto de inflexión en la lucha del Movimiento por los Derechos Civiles en los Estados Unidos. En 1964 llamó a iniciar una “guerra a la pobreza” y en 1965 enfrentó la guerra de Vietnam, con un enfoque que se iba radicalizando. El 4 de abril de 1967, afirmó que “la verdadera compasión es más que dar una limosna a un mendigo; permite ver que un edificio que produce mendigos tiene necesidad de una reestructuración. […] de Vietnam a África del Sur pasando por América latina, los Estados Unidos están en el lado malo de la revolución mundial”. Era demasiado. En la misma fecha, un año después, fue asesinado. Los sueños que soñó en sus últimos años siguen esperando quien los retome y realice. Ofrecemos a nuestros amigos el texto completo de “I have a dream”.


Estoy feliz de unirme a ustedes hoy en lo que quedará en la historia como la mayor demostración por la libertad en la historia de nuestra nación.

Hace años, un gran americano, bajo cuya sombra simbólica nos paramos, firmó la Proclama de Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de esclavos negros que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio.

Pero 100 años después, debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro todavía no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación. Cien años después, el negro vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después el negro todavía languidece en los rincones de la sociedad estadounidense y se encuentra a sí mismo exiliado en su propia tierra.

Y así hemos venido aquí hoy para dramatizar una condición extrema. En un sentido llegamos a la capital de nuestra nación para cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y la Declaratoria de la Independencia, firmaban una promisoria nota de la que todo estadounidense sería el heredero. Esta nota era una promesa de que todos los hombres tendrían garantizados los derechos inalienables de "Vida, Libertad y la búsqueda de la Felicidad".

Es obvio hoy que Estados Unidos ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En vez de honrar su obligación sagrada, Estados Unidos dio al negro un cheque sin valor que fue devuelto marcado "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia está quebrado. Nos rehusamos a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Entonces hemos venido a cobrar este cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.




Sofocante verano del descontento



También vinimos a este punto para recordarle de Estados Unidos de la feroz urgencia del ahora. Este no es tiempo para entrar en el lujo del enfriamiento o para tomar la droga tranquilizadora del gradualismo. Ahora es el tiempo de elevarnos del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el iluminado camino de la justicia racial. Ahora es el tiempo de elevar nuestra nación de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la sólida roca de la hermandad. Ahora es el tiempo de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios.

Sería fatal para la nación el no percatar la urgencia del momento. Este sofocante verano del legítimo descontento del negro no terminará hasta que venga un otoño revitalizador de libertad e igualdad. 1963 no es un fin, sino un principio. Aquellos que piensan que el negro sólo necesita evacuar frustración y que ahora permanecerá contento, tendrán un rudo despertar si la nación regresa a su rutina habitual.

No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi gente, que aguarda en el cálido umbral que lleva al palacio de la justicia: en el proceso de ganar nuestro justo lugar no deberemos ser culpables de hechos erróneos. No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en la violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma.

Esta nueva militancia maravillosa que ha abrazado a la comunidad negra no debe conducir a la desconfianza de los blancos, ya que muchos de nuestros hermanos blancos, como lo demuestra su presencia aquí hoy, se han dado cuenta de que su destino está atado a nuestro destino. Se han dado cuenta de que su libertad está ligada inextricablemente a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y a medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de que marcharemos hacia el frente. No podemos volver atrás.

Existen aquellos que preguntan a quienes apoyan la lucha por derechos civiles: "¿Cuándo quedarán satisfechos?" Nunca estaremos satisfechos en tanto el negro sea víctima de los inimaginables horrores de la brutalidad policial. Nunca estaremos satisfechos en tanto nuestros cuerpos, pesados con la fatiga del viaje, no puedan acceder a alojamiento en los moteles de las carreteras y los hoteles de las ciudades. No estaremos satisfechos en tanto la movilidad básica del negro sea de un gueto pequeño a uno más grande. Nunca estaremos satisfechos en tanto a nuestros hijos les sea arrancado su ser y robada su dignidad por carteles que rezan: "Solamente para blancos".

No podemos estar satisfechos y no estaremos satisfechos en tanto un negro de Mississippi no pueda votar y un negro en Nueva York crea que no tiene nada por qué votar. No, no estamos satisfechos, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia nos caiga como una catarata y el bien como un torrente.

No olvido que muchos de ustedes están aquí tras pasar por grandes pruebas y tribulaciones. Algunos de ustedes apenas salieron de celdas angostas. Algunos de ustedes llegaron desde zonas donde su búsqueda de libertad los ha dejado golpeados por las tormentas de la persecución y sacudidos por los vientos de la brutalidad policial. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen su trabajo con la fe de que el sufrimiento sin recompensa asegura la redención.

Vuelvan a Mississippi, vuelvan a Alabama, regresen a Georgia, a Louisiana, a las zonas pobres y guetos de las ciudades norteñas, con la sabiduría de que de alguna forma esta situación puede ser y será cambiada.

No nos deleitemos en el valle de la desesperación. Les digo a ustedes hoy, mis amigos, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño. Es un sueño arraigado profundamente en el sueño americano.




El sueño



Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.

Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.

Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.

Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.

Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.

Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: "Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad". Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad.

Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania. Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad.

Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo spiritual negro: “¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!”.

domingo, 18 de agosto de 2013

Un colaborador del Operativo Cóndor será canciller de Cartes

Eladio Loizaga será ministro de Relaciones Exteriores de la flamante administración.  En la dictadura promovía la organización internacional que colaboró para limpiar de “comunistas” la región, publicó hoy el sitio Meridiano Actual,  http://meridianoactual.com/

   La decisión de Horacio Cartes lo pondrá en funciones en un contexto regional dominado por gobiernos de signo progresista. Fue incluido, por el investigador Nemesio Barreto, en una acusación genérica contra el Partido Colorado, por crímenes de lesa humanidad.

   No será el debut  en las relaciones internacionales. Durante su paso por la Cancillería estronista, se hicieron desaparecer dos perseguidos políticos en Argentina, en el marco del Cóndor.

   Loizaga ya era el principal asesor de Cartes en la materia. Sus primeras líneas como las de acercamiento a la Alianza Pacífico (países de derecha de la región), y el alejamiento del Mercosur, muestran la línea ideológica hacia donde estaría llevando las relaciones internacionales de Paraguay.

   Un informe dado a conocer por el prestigioso periodista y analista político, Alberto Ferrari, brinda el contexto imprescindible para dimensionar las características del nombramiento.
    Inició su carrera como funcionario del servicio exterior en la época de la dictadura en el ministerio de Relaciones Exteriores, y posteriormente fue secretario privado del general Andrés Rodriguez.
 
   Según documentos de la Comisión de Verdad y Justicia de Paraguay (CVJ), Eladio Loizaga Caballero fue uno de los promotores y uno de los que elaboró el acta preparatoria del XII Congreso Anticomunista Latinoamericano. Esto, junto Juan Manuel Frutos, Rubén Darío Osorio, Carlos Podestá, Adolfo Granada Campos y Aníbal Raúl Casal. Varias organizaciones juveniles, de la línea oficialista (Partido Colorado) sumaron su apoyo por entonces a la LAM.
 
   El mismo comité indicó la tarea de difundir un culto a la personalidad de la persona del dictador: “Encargar al señor Cristóbal Frutos la actualización de la biografía del Excmo. Señor Presidente de la República General de Ejército Don Alfredo Stroessner, a fin de procederse a su impresión en español e inglés y su posterior distribución a personalidades participantes del XII Congreso de la WALC (World Anti-Communist League - Liga Anticomunista Mundial)"
 
   El trabajo fue encomendado a Antonio Campos Alum, Carlos Podesta, Julio Cesar Frutos y Manfredo Ramírez Ruso. A este último se le solicitó igualmente reunir “La suma recaudada hasta la fecha en concepto de aporte empresarial al Comité Organizador del XII Congreso de la WACL”.
 
   Según la CVJ, esa disposición pone de manifiesto que una parte del empresariado nacional apoyaba la causa anticomunista, lo cual se corrobora con el mensaje en nombre de “El Empresariado paraguayo”, enviado al XII Congreso.
 
   “En esta hora de paz fecunda y constructiva del Paraguay (...) se han congregado en nuestra ciudad capital hombres que en todas las regiones del mundo, luchan por defender la libertad y soberanía de sus naciones, contra la agresión imperialista del comunismo internacional que ya esclaviza a numerosos pueblos de la tierra (...)". El texto asegura el compromiso de cierto empresariado nacional con la lucha antisubversiva y alaba la política del Gral. Alfredo Strossner.

Desmentida

   En declaraciones vertidas al diario La Nación de Paraguay, Loizaga niega cualquier implicación en Plan Cóndor. "Militar no era, no era policía, era un funcionario de la cancillería. Yo no tengo nada que ver con eso, absolutamente", aseguró. Agregó también que desconoce la motivación de los cargos, pero que presume que han surgido debido a que siempre ha militado dentro del Partido Colorado.

   "No sé por qué, pero ni me importa, porque (si hubiera participado) no estaría aquí." Estaría muerto ", aseguró. Cuando le preguntaron si había apoyado la lucha contra el comunismo o los documentos firmados, lo negó. "No que yo sepa. Partimos a la cancillería en 1967, durante la Guerra Fría. Pero nunca participé en ningún asunto."


Denuncia en fiscalía contra Loizaga
 
   Existe un acta de organización de un Congreso de Liga Anticomunista Mundial donde participó Eladio Loizaga, Ministro de Relaciones Exteriores de Cartes. El documento está en el Archivo del Terror. Compartida por Rodrigo Rotela en Facebook.
 
   El investigador y periodista Nemesio Barreto confirmó el dato de la CVJ. El ministro de Relaciones Exteriores de Cartes, Eladio Loizaga, es denunciado en una acusación genérica que realizó Barreto contra el Partido Colorado, por violación de Derechos Humanos y Crímenes de Lesa Humanidad. La misma fue presentada en 2005 en la fiscalía, pero no tuvo mayor avance por parte de los agentes del Ministerio Público.El periodista también presentó la acusación ante la Corte Penal Internacional.

   Barreto recuerda que Eladio Loizaga trabajaba en la Cancillería en los tiempos de la dictadura, en los tiempos del viceministro Francisco Barreiro Maffiodo. Por ese entonces estaba en vigencia el operativo Cóndor, donde las dictaduras regionales intercambiaban prisioneros políticos o los hacían desaparecer. En el tiempo en que Loizaga estaba en Cancillería, Antonio Maidana y Julio Roa, perseguidos políticos del estronismo, fueron desaparecidos en la Argentina como parte del Operativo Cóndor según Barreto. Loizaga es un tipo de “grueso calibre” asegura el investigador.

Otras denuncias

   Según el libro “Repsa: Fraude y Entrega”, de Domingo Laíno, el padre del Canciller habría hecho la fortuna familiar a través de los grandes fraudes a la antecesora de Petropar.

   A principios de 2012, el gobierno de Fernando Lugo dio a conocer una lista de acomodados estronistas beneficiados como muchos con tierras de la reforma agraria que debían ser destinados a campesinos. Ante las acusaciones, Loizaga se defendió asegurando que compró legalmente 8.000 hectáreas del Instituto de Bienestar Rural (IBR) en el año 1980, cerca de la estancia La Patria (departamento de Boquerón). Según la lista presentada por el gobierno el integrante de la “selección” de Cartes había adquirido 24.000 hectáreas en Eugenio A. Garay (frontera con Bolivia).

   “No es cierto, tengo pagado, titulado y dentro del marco legal”, contestó Loizaga. Negó haber recibido gratuitamente las tierras en el Chaco.

El más fiel y consecuente

   Según Juan Manuel Frutos, Alfredo Stroessner era el más fiel y consecuente cumplidor de los postulados de la CAL. El titular de la filial paraguaya de la Confederación Anticomunista Latinoamericana (CAL), en el congreso realizado en 1977, en Asunción declaró que, “La fórmula magistral (de lucha anticomunista) la dio en nuestro tiempo el Presidente Strossner…nuestro líder… el más fiel y consecuente cumplidor de esos postulados.
 

Liga anticomunista
 
   Conocida en inglés como World Anti-Communist League (WACL) es una organización internacional de extrema derecha creada en 1966 en Taipéi como pacto entre Taiwán, Corea del Sur y el Bloque de Naciones Antibolcheviques (Anti-Bolshevik Block of Nations) de Yaroslav Stetsko.

   Con el dictador Chiang Kai-Shek como presidente honorario vitalicio y con financiación directa del gobierno de Taiwán, fue creada con el propósito de expandir la Liga Anticomunista de Asia Pacífico (Asian Pacific Anti-Communist League) (organización destinada a impedir el reconocimiento de la República Popular China) y para dar apoyo económico de manera encubierta a toda actividad relacionada.
 
   También conocida con Liga Anticomunista Mundial (LAM) o Confederación Anticomunista Mundia (CAM), la entidad colaboró estrechamente con la aplicación del Plan Cóndor en América Latina. El general Hugo Banzer, que impuso su dictadura en Bolivia de 1971 a 1978, presidió la sección latinoamericana de la LAM.

   Banzer organizó un plan de eliminación física de sus opositores comunistas en 1975. El Plan Banzer fue presentado como un modelo a seguir durante una reunión latinoamericana de la LAM, en Asunción, en 1977, en presencia del dictador paraguayo, el general Alfredo Stroessner. Una moción dirigida a proceder, de la misma forma, a la eliminación en toda América Latina de los sacerdotes y religiosos adeptos de la teología de la liberación fue presentada por la delegación paraguaya y adoptada por la conferencia mundial de la LAM, en 1978.
  
Con Osama


   Osama Bin Laden fue de uno de los grandes militantes de la LAM. Para combatir la presencia soviética en Afganistán, la LAM conforma el Comité para un Afganistán Libre, con sede en la Fundación Heritage. La operación comienza con la visita de la primera ministra británica Margaret Thatcher, y lord Nicholas Bethell, director del MI6 –agencia de inteligencia británica.

   Así, se tramitó el apoyo logístico, económico y militar a los muyahidines, combatientes islamistas que viajaban a Afganistán de todo el mundo. Uno de los jefes de los muyahidines era Osama Bin Laden, y el nexo entre Bin Laden y el gobierno estadounidense era el jeque Ahmed Salah Jamjoon, gerente del emporio saudita Grupo Bin Laden.

sábado, 17 de agosto de 2013

Zulma, mi vieja: su lucha por la libertad

   Hoy se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de mi madre. Zulma Beltramone de Nadra, testigo y partícipe “necesaria” de no pocas historias que cuento en mi libro SECRETOS EN ROJO.
   También de muchas otras que no cuento, como ésta que me tocó vivir junto a ella y mis hermanos, apenas niños, que la acompañábamos en largas jornadas a las reuniones de COFADE, o reclamos públicos en defensa de los presos del CONINTES.
   Su fuerte encontronazo con un amigo de otras épocas, Arturo Frondizi, cuando respondió a su interpelación con la afirmación que no podía hacer “nada” por la libertad de mi padre, preso a disposición del PEN en el sur, pues “Zulma es un preso de la embajada y la CIA. Lo acusan de ser el enviado del CHE para organizar la guerrilla en Latinoamérica”.
   Lo acusación provocó la reacción de mi madre: “Mire Arturo, lo que dice es tan ridículo, que solo puede ser superado por la vergüenza de que es el Presidente de una nación soberana el que lo dice”.
   Esa era mi vieja, nuestra vieja: infinita dulzura para nosotros y los camaradas, temible ante los cobardes, más que peligrosa frente al enemigo.

   Como recuerdo y homenaje, van algunos párrafos de la ponencia presentada por Mauricio Chama, del Centro de Investigaciones Socio-Históricas de la UNLP, en la V Jornada de Historia Comparada, realizada en Universidad Nacional de Mar del Plata, en octubre de 2010, de la que tuve conocimiento apenas hace pocos meses:

   "El grupo fundador estaba compuesto por Zulma de Nadra, Juan Tambassio, Maria Celia de Pita, Oscar Spina, Eduardo Rulli, Rosa de Loto, Olga de Mena, Inocencia González y Lucrecia de Imizcoz. Por intermedio de Oscar Spina, el destacado penalista y médico Ventura Mayoral se convirtió en el asesor legal principal y en su estudio jurídico funcionó la propia sede de la entidad, en la calle Montevideo nº 527, primer piso”.
(…)
    "A fines del año 1960 se conformó COFADE (Comisión de Familiares de Detenidos Políticos y Gremiales) con el fin de asistir solidaria y legalmente a los detenidos por aplicación del Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado), puesto en marcha por el gobierno de Frondizi en marzo de 1960.
   "Cabe recordar que la ejecución del CONINTES, destinado a contener el creciente activismo de los sectores “duros” del peronismo y la izquierda, le otorgó a las Fuerzas Armadas amplios poderes en el control operacional de la “lucha antiterrorista”, mediante la subordinación de todas las policías provinciales a su autoridad, la división del país en sub-zonas militares y el establecimiento de tribunales especiales formados por militares para juzgar a civiles acusados de “terrorismo”.
(…)
    "Frente a este cuadro de situación impuesto por el CONINTES, y ante las infructuosas gestiones individuales realizadas por los familiares ante las autoridades y poderes públicos para que los detenidos sean juzgados por jueces federales, un grupo decidió reunirse para conformar una nueva entidad que bregara por la situación de los presos políticos. En ese encuentro, celebrado el 8 de noviembre de 1960 en el domicilio de Eduardo Rulli, además decidieron designarla con el nombre de COFADE. La explícita mención en la sigla del término familiares apuntaba a definir un criterio de legitimidad basado en el parentesco sanguíneo sobre el cual se intentó construir la identidad de la nueva entidad.
(…)
    "La Comisión de Familiares de Detenidos (COFADE) representó el primer organismo integrado exclusivamente por “afectados”  por la represión estatal desatada en el país. Desde su constitución, en noviembre de 1960, COFADE desarrolló una intensa y variada labor que abarcó desde la denuncia por las condiciones de detención de los presos políticos y la demanda por su libertad hasta la contención y solidaridad con los detenidos y la exposición de su problemática a nivel nacional. Tanto su acción como su prédica tuvieron un papel fundamental en la conformación de una agenda pública de demandas en defensa de los presos políticos y gremiales, en su mayoría activistas y militantes peronistas, detenidos por la aplicación del “Plan Conintes”, en los primeros años de la década del sesenta.
    "A pesar de la trascendencia pública que COFADE tuvo a lo largo de casi una década, hasta el momento este nucleamiento no fue objeto de un tratamiento específico por parte de la creciente literatura especializada en el estudio del pasado reciente argentino.

     "Ni por las investigaciones centrada en la historia y el desarrollo del movimiento de  derechos humanos en nuestro país; ni tampoco por aquella orientada a reconstruir las tendencias y núcleos que confluyeron en el peronismo combativo, con quienes COFADE mantuvo un fuerte y por momentos orgánico vínculo. Solamente encontramos algunas menciones aisladas en unos pocos trabajos académicos y testimoniales".

viernes, 16 de agosto de 2013

Cinco años sin "Cacho" Scarpati


Hoy, 16 de agosto, se cumplen cinco años de la muerte de mi amigo Juan Carlos “Cacho” Scarpati, militante de la Resistencia, miembro de las Fuerzas Armadas Peronistas, oficial mayor de Montoneros, quien murió a los 68 años, el 16 de agosto de en 2008.
Luego de años en los que quizá no hubiéramos cruzado precisamente palabras, lo conocí con la vuelta de la democracia en 1984 y me tocó compartir con él –como representante de mi partido—los primeros pasos del Peronismo 26 de Julio, organización que fundó en 1985 y donde aún se lo cita como su secretario general”, y que apoya decididamente el actual proceso nacional y popular.
“Cacho” fue secuestrado el 28 de abril de 1977, luego de recibir ocho balazos, incluidos dos en la cabeza que le hicieron perder el conocimiento mientras lo trasladaban a Campo de Mayo. Durante veinte días en estado de coma, cuadro que no impidió interrogarlo, fue asistido por una cautiva que se negó a quitarle la vida.
El destino unánime de quienes caían en manos del general  Riveros era “el traslado”: subían a 40 o 50 cautivos adormecidos a un camión, que los llevaba hasta la cabecera de la pista del Batallón de Aviación 601, donde los embarcaban en aviones con destino a alta mar. Antes les sacaban la ropa y la quemaban.
Cacho comenzó a planificar la fuga. El 17 de septiembre, en La Plata, donde un compañero había sugerido que el “Loco César” podía marcar una emisora de Radio Liberación, aprovechó un descuido, redujo a un guardia y escapó. Recuperó a su hija y a los tres meses logró salir a Brasil.
En 1979 hizo su primera denuncia pública desde España ante la Comisión Argentina de Derechos Humanos, la Cadhu.
El 24 de marzo de 2006 habló en Campo de Mayo. “No se entiende la saña y las desapariciones sin la historia previa”, dijo, y enumeró: bombardeos de Plaza de Mayo, secuestro del cadáver de Evita, secuestro y desaparición de Felipe Vallese, fusilamientos en José León Suárez, en la cárcel de Las Heras, en Campo de Mayo y en Lanús; presos del Conintes, traición de Frondizi, cárcel “por querer traer a Perón”. “Hoy todo el mundo reivindica la lucha de los ’70, pero algunos no estuvieron”, advirtió, y reclamó “que cada agrupación levante a los caídos con su identidad política”. Eso hago Cacho, como nos juramentamos alguna vez. Mi abrazo eterno y Hasta la Victoria Siempre.

lunes, 12 de agosto de 2013

PASO: apuntes de madrugada


   Apenas pasan las 12 de la noche, son muchos los mensajes en mi casilla o en mi perfil de FCB de amigos y compañeros que acusan el golpe de un resultado, que de todas maneras era previsible. Me hago cargo, no estoy precisamente feliz, pero creo que no hay lugar para "bajones", hay muchas reservas para avanzar, muchas conquistas para defender, muchas epopeyas para realizar.

   Tampoco debería haber lugar para el exitismo, el simplismo de comparar los legisladores que se renuevan de acuerdo a las elecciones de 2009, luego de la 125, la peor después del  triunfo de Néstor. Entonces se obtuvieron  apenas 37  bancas y sufrimos un gran golpe a las iniciativas parlamentarias.  Decir que ahora las renovamos, o que sacamos una o dos más, es negar la realidad, que no es otra que en 2011 logramos 81, y con este resultado hubiéramos perdido casi  50. Es una lección de la vida: la verdad es nuestra arma fundamental. Por la sencilla razón que queremos cambiar la realidad, y para cambiarla hay que conocerla, y con  precisión.

   Lo primero que hay que empezar por reconocer que esto es una LECCIÓN, y que muchos dirigentes tienen una amplia resistencia para aprenderlas, como ya nos sucedió en 2009: sin la construcción de una fuerza popular organizada, arraigada en territorios, centros de estudios y fábricas, que apoye lo positivo y ayude a la presidenta a tomar medidas de fondo, que el pueblo y el país necesita, será muy difícil avanzar.

   Respetamos y defendemos la democracia que conquistamos entre todos, porque mi generación perdió y sufrió mucho por subestimarla. Pero de allí a creer que el destino de los pueblos se define en ESTA justicia, con ESTE Congreso, con ESTOS medios de difusión, y aún de la gente a la que han convencido que los intereses de ELLOS son SUS intereses, hay un trecho muy largo. Estas instituciones en cuyo terreno y por cuya mejora no debemos dejar de pelear, aún con todas sus limitaciones, ya que no tenemos una opción viable, son expresión de la ideología dominante en la sociedad (incluidos trabajadores, profesionales, vecinos, comerciantes...) que es la de las grandes corporaciones y el capital concentrado. El poder real.

   Hablo con todo respeto por mis por amigos y compañeros de años de lucha, particularmente los peronistas o de ese origen, quienes en no pocos casos me enseñaron que el pueblo era algo más complejo que lo que yo leía en mis tratados.
Me digo, y les digo en esta madrugada,  que SIN PUEBLO MOVILIZADO (y pueblo es el que une sus intereses a los de la patria, no cualquier nacido en esta tierra), no hay esperanzas.

   En cambio, con un pueblo convocado a la organización y la movilización en la defensa y profundización de medias del calibre del papel del Estado, la política de Derechos Humanos, la recuperación de los fondos jubilatorios y la Asignación Universal por Hijo, se puede. Se pude si no dudamos en apelar al apoyo decidido a continuarlas con el tope correspondiente a ganancias, la apropiación de la parte correspondiente de renta agraria,  pero la de los grandes exportadores mediante la reinstauración de las Juntas Nacionales de Carne y de granos; la pesquera, minera, una profunda reforma financiera y tributaria. Tomando ya, urgentemente este tipo de medidas y convocando a la movilización podemos aplastar a enemigos,  y neutralizar adversarios y eternos distraídos en octubre. Pero sobre todo AVANZAR.

   Pero no se consulta, no se pide siquiera opinión a tantos que tienen en sus espaldas capacidad, además de experiencia, lealtad, autoridad ganada en las calles y la cárcel.

   Para avanzar siempre hay que cambiar lo que hay que cambiar, y defender con uñas y dientes los logrado, profundizándolo.

   NUNCA MENOS, SIEMPRE MÁS, es sinónimo de AVANZAR PARA CONSOLIDAR.

   Apuremos el mal trago, sin bajones pero tampoco simulando que aquí no ha pasado nada.


   Seguimos teniendo una oportunidad única, que nuestra generación ni siquiera soñó volver a tener luego de la derrota. Pero, insisto, tal vez porque el sueño ya me vence, parar consolidar hay que avanzar.  La Che, sus militantes y amigos, estamos dispuesto a seguir poniendo el cuerpo, marchar con decisión a octubre, aún en medio del silencio, no poca soberbia subestimación, y el diálogo abandonado unilateralmente con quienes deciden.

domingo, 11 de agosto de 2013

De “Motín de los colchones” a “Masacre en el Pabellón 7°”

Nadie es capaz de matarte en mi alma…”
Pabellón séptimo, de Carlos “Indio” Solari

“Mientras no haya justicia, el fuego seguirá quemando”


   Tremenda, impactante, la frase colocada este 14 de marzo cuando se cumplieron 35 años de este eslabón de una cadena de horrores,  en la que al menos 65 presos murieron asfixiados, calcinados o baleados en la cárcel de Devoto me pega, arde en mi piel, aun cuando un frío gélido me recibe al salir del Centro Cultural San Martin, hoy, 10 de agosto de 2013, hace pocas horas, luego de la presentación de Masacre en el Pabellón 7°, de Claudia Cesaroni.
   Ya son las primeras horas del 11, un día trascendente.
   Mi compañera y una de mis hijas duermen, pero a mí me desvela el pensar que mañana, con toda razón., todos estaremos pendientes del resultado electoral, pero al precio de siquiera tomar nota de esta herida, facilitando sin querer la tremenda dificultad de juzgar y condenar a los culpables, que lo son de delitos de lesa humanidad, pues no debe haber diferencia entre estos asesinatos y los cometidos durante la dictadura militar.
   Conozco el caso, he leído y releído “políticamente” el tema, pero me decido a escribir para exorcizar otro de tantos fantasmas que agitan mi vida, fantasmas por lo hecho y  por lo no realizado, por lo luchado y no concretado.
   Sin embargo, me digo, soy un privilegiado: sigo indignándome ante la injusticia, sigo rebelándome frente a ella y, sobre todo, no renunciaré a mis sueños de una nueva sociedad.
  ¿Qué cambió, o al menos que cambió en mí en apenas una hora de presentación del libro de Claudia, que aún no he leído pero con una primera mirada percibo como un relato vivo, documentado, con una prosa cuidada para otorgarle un ritmo vertiginoso, que ya me hace difícil abandonarlo?
  Sucede que otras cosas suceden cuando veo, escucho, saludo emocionado al sobreviviente de la masacre, Hugo Cardozo, quien relató a la brillante y aún más valiente abogada criminalista, que lo que el mito oficial terminó rubricando como un motín con quema de los colchones colocados por los presos contra la puerta, en realidad fueron encendidos con nafta arrojada desde la galería por la propia guardia. “Gracias por recordarnos, aunque duela”, le dice a Cesaroni.
“El libro es un trabajo colectivo” afirma desde el panel la joven Claudia (a quien tuve el orgullo de ver crecer como ser humano, escritora y abogada), en un homenaje a todos los que bregan día a día por esclarecer la verdad, mostrar la realidad de esas muertes, que como tantas otras son disimuladas, escondidas, enterradas por el siniestro aparato represivo, muchas veces con la criminal inocencia de una sociedad que pretende quitar a los prisioneros “comunes” el carácter de sujetos de derecho, y aún de seres humanos.
   Precisamente, en la presentación, es éste último aspecto es el que desarrolla Daniel Barberis, preso en aquel entonces en la misma cárcel, pero en otro pabellón. Lo hace desde la vivencia, sin ninguna pretensión teórica ni diseño académico, pero dueño de una claridad y contundencia oratoria que le envidiarían varios de quienes hoy van a “internas”, e impulsor de SASID (Servicio de Acción Solidaria Integral de Detenidos), bajo cuyo auspicio relató y reflexionó en el libro Los derechos humanos en el ‘otro país’ (1987), con prólogo de Eugenio Zaffaroni y trabajos de Luis Frontera, Elías Neuman y Alfredo Moffatt.
  El tercer panelista fue Nacho Garasino, director de El túnel de los huesos , quien hace pocos años describe una increíble, pero real fuga que se produjo en la cárcel de Devoto en 1991, dirigida por “la Garza” Sosa, durante la cual, en la excavación que los llevó a la libertad encuentran gran cantidad de huesos humanos. El guion, elaborado sobre una investigación del periodista Ricardo Ragendorfer, asegura en boca de Raúl Taibo, su protagonista, que los prófugos sellaron un pacto con los muertos: si lograban huir harían pública su existencia...
  Su existencia, pero no el esclarecimiento de la variedad de rumores que se entretejieron y confundieron: desde restos ocultos de la última dictadura a presos “comunes” que nunca fueron encontrados tras la represión sangrienta del motín.
  Pero es Cesaroni, en este libro, junto a sus colaboradores y denunciantes, quien cumple el pacto con los muertos, y con los vivos, juzga un sistema de justicia y penitenciario que aún produce hechos aberrantes, y nos exige llevar adelante una tarea ineludible: memoria, verdad y justicia.
   Hace pocos días, en la página CEPOC (Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos), del que es presidente, Claudia realiza el breve relato que reproduzco, y que seguro –al igual que yo—verán con otros ojos al empezar a conocer la historia. Para llegar al final, hay que leer el libro, y apoyar su lucha.

De Claudia:

   El 14 de marzo de 1978 murieron quemadas, asfixiadas y/o con balazos en la cabeza, más de 65 personas en el Pabellón 7 de la Unidad 2 de Devoto.
   Lo que se inició como una protesta frente a una feroz represión, y culminó con la muerte de personas desarmadas, desesperadas y humeantes se llamó “Motín de los colchones”. La causa judicial viajó entre la justicia federal y la ordinaria, y finalmente, el 30 de julio de 1979, el entonces Juez de Instrucción Jorge Valerga Aráoz decretó un “sobreseimiento provisorio” que la desidia, la falta de interés y el tiempo transformaron en definitivo.
   Las torturas y asesinatos cometidos a los presos comunes durante la dictadura, incluyendo la masacre del 14 de marzo de 1978, quedaron impunes. Ningún guardia penitenciario de los que mantuvieron las puertas cerradas mientras los presos gritaban desesperados; ninguno de los que disparó desde las torretas a los que se treparon a las ventanas buscando un poco de aire puro; ninguno de los que golpeó a los sobrevivientes mientras los llevaban a las celdas de castigo, cumplió ni un solo día de detención: los únicos imputados de esa masacre fueron los propios presos sobrevivientes, como suele pasar en la mayoría de los mal llamados “motines”.
   Elías Neuman, que era el abogado de uno de ellos, escribió en 1985 un libro valiente e imprescindible: “Crónica de muertes silenciadas”. En 1987, Daniel Barberis, que estaba preso en Devoto ese 14 de marzo, pero en otro pabellón, escribió también sobre aquel día, en un libro que se llamó “Los derechos humanos en el otro país”. Ambos relataron hechos que, en sustancia, son los mismos que sufrieron durante la dictadura miles de presos políticos y desaparecidos en cárceles y centros clandestinos de detención, y por los que se están realizando los juicios de lesa humanidad. La única diferencia, lo único que distingue a aquellos más de 65 muertos asfixiados, quemados y baleados, es que eran presos “comunes”. Estaban en ese pabellón por cometer pequeños delitos, mínimas incivilidades, o por violar la ley de estupefacientes. El Indio Solari escribió la canción “Pabellón Séptimo” en homenaje a un amigo muerto, y “Toxi Taxi”, en la que describe su enorme crimen: consumir drogas.
   Las presas políticas que estaban en un pabellón cercano al Séptimo vieron el humo, escucharon los gritos, olieron durante días y meses el espantoso aroma de la carne quemada. Temieron por su vida, pero esa vez no fueron por ellas. Esa vez, ese 14 de marzo de 1978, a tres meses del Mundial, los penitenciarios solo mataron presos comunes. Y por eso no se llamó a ese hecho delito de lesa humanidad, no se buscó a los responsables, no se los juzgó. Por eso no hay en el pabellón séptimo de Devoto, ni en la puerta de la cárcel, una placa que recuerde que en ese lugar se ejecutó el terrorismo de estado en una de sus máximas expresiones.
   Algunos pensamos que sí fue un delito de lesa humanidad, y que es necesario reabrir esa causa, buscar a los responsables, juzgarlos y condenarlos, y recordar a las víctimas. Creemos que hay que hacerlo para que se pueda revisar un aspecto del terrorismo de Estado que se ejecutó sobre toda una población -los llamados presos comunes-, que hasta el momento no ha sido analizado, y también porque hoy, en el presente, los sufrimientos y torturas que se ejecutan sobre las personas privadas de libertad tampoco parecen importar demasiado, salvo para las víctimas, sus familiares y algunas pocas organizaciones sociales y de derechos humanos. ¿Cómo se entiende sino, que no exista a nivel del poder ejecutivo nacional ni una sola dependencia que se ocupe del tema, ni un solo programa de prevención de la tortura, ni un teléfono que reciba las denuncias?

   Es necesario construir un puente entre las violaciones de derechos humanos del pasado y las del presente. Porque no es lo mismo, por supuesto, una dictadura feroz que una democracia imperfecta. Pero es preciso entender, de una vez, que el dolor de la carne lacerada es el mismo.