viernes, 28 de agosto de 2009

Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual II: cada matutino juega su juego


El envío de la nueva ley de medios al Congreso es el eje principal de la portada de los medios, que desatan su propia guerra por la interpretación de su alcance, en tanto llama la atención la casi total omisión en la tapa los matutinos para la cumbre de Unasur que, en Bariloche, inicia hoy con 12 presidentes sudamericanos, en medio de una situación delicada en el continente, luego del golpe en Honduras y el anuncio de la instalación de bases militares estadounidenses en Colombia.


Clarín, uno de los grandes perjudicados por la iniciativa antimonopólica y democratizadora de la comunicación, titula con opinión “Presentan la ley para controlar a los medios”, para completar en volanta que “El Gobierno quiere avanzar sobre la prensa independiente”. La foto de la movilización de apoyo frente a la Casa de Gobierno –que como la mayoría de los medios corporativos adjudican a “sindicalistas y militantes kirchneristas”, ignorando la presencia de centenares de organizaciones de periodistas, estudiantes, académicos, comunicadores sociales y ONGs que vienen bregando, con matices, por esta iniciativa desde mediados de la década del ’80, cuando Néstor Kirchner todavía no era ni intendente—es acompañada por cuatro avances que hablan por si solos: “Ernestina de Noble: ‘Ningún apriete torcerá nuestro compromiso con la sociedad’”; “Editorial: Lo que molesta es la impotencia para controlar y manipular los medios”; “Unánime rechazo de la oposición: reclaman que lo debata el nuevo Congreso”; y “Nuevos ataques contra oficinas del Grupo Clarín”.

La Nación también deja clara su posición en el encabezado de primera plana: “Lanzan la ley de radiodifusión con un duro ataque a la prensa”, en tanto, parafraseando al campo, Joaquín Morales Solá que parece haber escuchado otro discurso, dice del pronunciado por la Presidenta: “Hubo agresivos discursos previos y algunas actitudes no menos belicosas, pero ninguno de ellos fue tan expresivo como el mensaje de ayer de Cristina Kirchner. En síntesis, el periodismo es una presencia maldita para los gobernantes”. Curioso, de alguien tan experimentado en tratar con los representantes de la dictadura y luego dictaminar sobre los títulos democráticos del resto de la Argentina política y social desde 1983, ignorar que la diferencia entre libertad de prensa y de empresa, de expresión y monopolio, o el derecho humano a la información no es un invento del actual gobierno, sino de los organismos internacionales de periodistas y la propia ONU, y que palabras similares pronunciaron los dirigentes sociales y políticos, algunos de los cuales se encuentran actualmente en la oposición, que enfrentaron el discurso único del neoconservadurismo en los años ’90.

Un dibujo de gran número de personas con una pantalla a modo de cabeza sirve de ilustración a Página/12 para titular “Tirando ondas” e informar que el proyecto enviado al Congreso prevé otorgar licencias de radio y TV al sector público y a organismos de la sociedad civil, además de a las empresas de medios. El oficialismo busca aprobarlo, admite, antes del recambio legislativo, en tanto la mayoría de la oposición anticipo su rechazo.

En Pág. 2, un comentario de Mario Wainfeld, luego de informar que el proyecto tiene 144 artículos, “dotados de una profusa fundamentación, insólita parta los usos parlamentarios actuales”, recuerda que “Fue editado en un libro de casi 150 páginas, usado como disparador en foros realizados en todo el país. Esa dinámica previa le hace honor, su contenido también”. Aclara que “El texto no fue una invención del kirchnerismo. Sintetiza aportes oriundos de la sociedad civil y del mundo académico decantados en el último cuarto de siglo. Los sonados ‘21 puntos’ cristalizaron parte de esa producción, también hubo proyectos de legisladores de varias bancadas, incluyendo a varios radicales, que fueron pioneros”. Subraya que él mismo, “forma parte del pelotón que brega por esa norma desde que se inauguró la actual etapa democrática, considera que es un buen proyecto, de clara raigambre democrática e igualitaria. Un debate honesto podría mejorar zonas grises, errores o limitaciones”, de las que cita dos: “El primero es la eventual amplitud de posibilidades abiertas a las telefónicas, que quizá no amerite borrarse de un plumazo, pero sí tener restricciones más ceñidas”, y “El segundo alude a un objetivo encomiable, la protección a la producción nacional. Nada que objetar salvo que su definición es muy imprecisa. Pasible de esas anotaciones o de otras, el proyecto avanza en aras de la libertad de información, de ampliar el espectro de emisores, de poner coto a los monopolios y oligopolios”. Y luego afirma contundente: “No hay ninguna alusión, siquiera lateral, a la limitación de contenidos y sí varios artículos que defienden la libertad de expresión y la de los periodistas. Entre otras experiencias de otros países se recoge la de Defensoría del Público”.

Crítica titula parafraseando la frase de Herbert Marshall McLuhan, el teórico canadiense de la comunicación que acuño las célebres definiciones de “El medio es el mensaje” y la “aldea global” imprime “El miedo es el mensaje”. El matutino considera que el proyecto “pretende alterar el mapa del poder mediático en la Argentina” y en sendos avances apunta que “La oposición reaccionó en forma casi unánime contra la iniciativa oficial y a favor de los multimedios”, en tanto fija posición al opinar que “La intención no declarada del Gobierno es reducir el poder de los grupos que hoy concentran el negocio, facilitando la creación de nuevos holdings afines, con la complicidad de las telefónicas”.

“Ley de Medios” es el simple titular de La Prensa, que en bajada destaca tanto que la Presidenta dijo que su debate “pondrá a prueba la democracia” como subraya el “Rotundo rechazo de la oposición”.

Buenos Aires Económico, por su parte, da cuenta que “Cristina envió al Congreso el proyecto de ley de servicios audiovisuales”, destacando una frase de la Presidente: “Libertad de expresión no puede confundirse con libertad de extorsión”.

Eduardo Anguita, nota que inicia en tapa, apunta que “Ayer, la Presidenta cumplió con algo que para algunos era una apuesta demasiado difícil. Presentó el proyecto de ley que terminará –tratamiento parlamentario mediante– con una normativa que no es sólo patrimonio de la última dictadura militar. Hay algo peor, más vergonzoso para la democracia que la firma de Videla, Harguindeguy y Martínez de Hoz estampadas en el decreto ley de 1980” y que “Pocos recuerdan que la derogación del artículo 45 de esa norma se hizo hace veinte años, con un Parlamento que barrió con algo que no era lo peor de ese decreto ley y que era la prohibición de los propietarios de medios gráficos de hacerse de medios audiovisuales en porcentajes suficientes como para constituir “posiciones dominantes de mercado” según una visión economicista que traducido al lenguaje de la democracia constituyó la posibilidad de crear un poderío mediático desconocido en la Argentina. En efecto: la entrega de los canales 11 y 13 a los consorcios liderados por las editoriales Atlántida y Clarín Agea, fue una condición necesaria para que el menemismo pudiera liquidar las voces alternativas reales a su modelo de liquidación del Estado y de concentración de poder. Pero sucedió que Atlántida y sus socios de Telefónica y el Citibank no tuvieron la capacidad de mantener su transitoria alianza”

Añade que de aquel esquema del diario de mayor tirada, la radio AM –Mitre– que competía por los primeros puestos de audiencia y el canal pionero, Clarín dio un paso impresionante en el crecimiento de sus operaciones. Así pasó a convertirse en el principal proveedor de cable y a monopolizar el negocio del fútbol. No es el único grupo, hay que decirlo, que logró poderío a partir del desmadre provocado por la derogación del artículo 45 de la ley 22.285. En muchas provincias, los grupos económicos dominantes son parte del esquema político de poder tanto político como mediático.
Anguita también puntualiza que los 21 puntos de la Coalición para una Radiodifusión Democrática, que tantos comités y bibliotecas recorrieron como si atravesaran la aridez del Sahara, fueron la columna vertebral del proyecto presentado por la Presidenta. Afirma que “No es cierto que el proyecto sea del Ejecutivo. En todo caso, el Ejecutivo hizo propia las voces de muchos que no tienen el poderío que sí tuvieron Clarín y otros grupos empresariales. La CGT y la CTA, las universidades públicas, los diversos sindicatos de trabajadores de prensa, de televisión, de radio, así como los canillitas, los gremios docentes, agrupaciones de intelectuales y científicos se dieron cita en la calurosa tarde que Cristina dio un paso firme”. Para la comunidad que quiere una comunicación democrática, concluye, se trata de una oportunidad histórica. Porque el proyecto contempla, con trazo fino, cómo evitar las posiciones monopólicas en una región o ciudad así como en todo el país. Porque protege la posibilidad de ampliar las voces a las organizaciones sociales. Porque establece un criterio participativo para las direcciones colegiadas de los medios públicos. Porque propone un organismo de control de la radiodifusión que reemplace al Comfer y le dé participación a las minorías parlamentarias y también a instituciones de la educación y la cultura así como a los representantes de los trabajadores. El Congreso, ahora, no sólo tiene la oportunidad de dar un paso en la ley de medios que no dio en veinticinco años de democracia. También tendrá el incentivo suficiente como para poder avanzar en muchos otros temas.

Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual I: los cambios propuestos


Breve, e incompleta, síntesis de los ejes del proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual enviado ayer al Congreso.

La ley dará un nuevo marco legal a los servicios de comunicación audiovisuales, regidos actualmente por la 22.285, heredada de la dictadura.

Apunta a desconcentrar y democratizar la propiedad de los medios e impulsa la creación de nuevos.

Sobre las licencias:

- Con el fin de impedir la formación de monopolios y oligopolios, pone límites a la concentración, fijados por cantidad de licencias y por tipo de medio.

- Sólo se podrá tener:
Una licencia de servicio de comunicación audiovisual sobre soporte satelital.

Hasta 10 señales sonoras, de televisión abierta o cable (la ley actual permite que una persona sea dueña de 24).

Hasta 24 licencias de radiodifusión por suscripción.

- A ningún operador se le permitirá que dé servicios a más del 35 por ciento del total de la población del país o de los abonados, en el caso que corresponda.

- Quien maneje un canal de televisión abierta no podrá ser dueño de una empresa de distribución de TV por cable en la misma localidad, y viceversa.

- Las licencias durarán diez años (hoy son por 15) y se podrán prorrogar por diez años más, previa realización de audiencias públicas. Quienes hayan obtenido una renovación o prórroga, no podrán solicitar una nueva extensión de plazo por ningún título.

- Las licencias serán controladas cada dos años, para evitar que con la incorporación de nuevas tecnologías –la digitalización– un licenciatario multiplique sus señales, generando un nuevo modo de concentración.

Los dueños de los medios

- Los responsables de los medios deberán mantener una carpeta de acceso público donde figure toda la información relevante del licenciatario.

- Para ser titular de una licencia se evaluarán criterios de idoneidad y de arraigo en la actividad. Se excluirá a quienes hayan sido funcionarios jerárquicos de gobiernos de facto.

Medios públicos

- El Estado nacional, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios tendrán asignadas frecuencias. (Hasta ahora sólo se preveía a Canal 7 como empresa comercial.)

- Se creará la sociedad de Estado Radio y Televisión Argentina, que tendrá a su cargo la administración, operación, desarrollo y explotación de los servicios de radiodifusión y televisión del Estado.

- Las universidades podrán tener emisoras sin restricciones. Ya no tendrán obligación de constituir sociedades comerciales.

Protección al trabajo local

- La televisión abierta y el cable deberán emitir cine nacional. Como mínimo tendrán que difundir en estreno televisivo seis películas al año.

Podrán “optar por incluir en la misma cantidad, hasta dos telefilms, en ambos casos producidos mayoritariamente por productoras independientes”.

- Se le exigirá a la TV además que el 60 por ciento de su producción sea nacional.

- Las radios deberán emitir un mínimo de setenta por ciento de producción nacional. Por lo menos el treinta por ciento de la música deberá ser de autores o intérpretes argentinos.

El fútbol

- Los derechos exclusivos de transmisión del fútbol no deberán perjudicar el derecho de los ciudadanos a seguir los partidos en directo y de manera gratuita, en todo el territorio nacional. Para esto, la Secretaría de Medios de Comunicación realizará un listado anual de los acontecimientos deportivos de interés general, que serán de acceso universal.

- Los criterios para elaborar el listado serán tres: “Que el acontecimiento haya sido retransmitido o emitido tradicionalmente por

televisión abierta, que su realización despierte atención de relevancia sobre la audiencia de televisión y que se trate de un acontecimiento de importancia nacional o de un acontecimiento internacional relevante con una participación de representantes argentinos en calidad o cantidad significativa”.

La publicidad

- El tiempo de publicidad en la televisión paga estará reglamentado.

- Habrá medidas parafiscales para desalentar la inversión de publicidad en el exterior del país, tales como hacen otros estados como Canadá. Por ejemplo, no se permitirá deducir del impuesto a las ganancias lo invertido en publicidad en el extranjero.

Medios sociales

- Las entidades sin fines de lucro podrán tener licencias de radiodifusión (la ley de la dictadura sólo concebía a la radiodifusión como una actividad comercial. En el año 2005 el Congreso permitió a las personas jurídicas sin fines de lucro ser titulares de licencias, pero con restricciones). La nueva ley reservará el 33 por ciento del espectro para asociaciones, fundaciones, mutuales y otras organizaciones sin fines de lucro.

- Se promoverá la regularización de los medios comunitarios.

Nuevas tecnologías

- En relación con el triple play (la posibilidad de dar los servicios de Internet, teléfono y cable en un mismo soporte), las empresas telefónicas podrán hacerlo cumpliendo una serie de requisitos, entre ellos demostrar que el 70 por ciento de su capital es de origen argentino.

Autoridad de aplicación

- El organismo que regulará los Servicios de Comunicación Audiovisual será dirigido por un órgano colegiado integrado por representantes de la Legislatura nacional, de la segunda y tercera minoría, y representantes del Poder Ejecutivo nacional.

- El Proyecto establece un año de plazo para que las empresas se adecuen a la nueva legislación.

jueves, 27 de agosto de 2009

Una perlita de la "prensa libre"


A sus 80 años, murió la directora del bahiense diario La Nueva Provincia, Diana Julio de Massot, clara defensora de la dictadura militar en los 70 y de los militares procesados por genocidio durante el periodo democrático.

Es interesante una breve contraposición entre el panegírico que le dedica La Nación y la condena de Página/12.

El diario de los Mitre-Saguier, además de la crónica, la califica desde el titular de la nota donde traza su perfil como “Defensora infatigable de la prensa libre”, que “ejerció un liderazgo natural”. El cuerpo de la nota afirma que “fue una de las figuras más combativas y consecuentes con sus ideas de la prensa argentina del último medio siglo”.

Página/12 , en cambio, la caracteriza como “Férrea militante antiperonista y anticomunista, portavoz histórica de la Armada Argentina y de los sectores integristas de la Iglesia Católica, respaldó todos los golpes de Estado del último medio siglo y minimizó hasta el último día los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas durante la última dictadura”, para relatar que “Un mes antes de su muerte Canal 7 difundió, por primera vez en televisión abierta, la historia de los obreros gráficos y gremialistas Enrique Heinrich y Miguel Angel Loyola, secuestrados, torturados y fusilados en 1976 luego de enfrentar durante años a la dirección de La Nueva Provincia, que dedicó veinte líneas a la noticia y nunca fue investigada por la Justicia”.

Más allá de opiniones, queda para el recuerdo el Editorial del diario de Massot el 24 de marzo de 1976, donde bajo el titular “Refundar la Patria”, sostuvo entre otros conceptos que “Argentina es una nación occidental y cristiana” y enumeró como enemigos “al aparato subversivo, el ‘sacerdocio’ tercermundista, la corrupción sindical, los partidos políticos, la usura de la ‘derecha económica’ y la contracultura izquierdizante”. “Al enemigo es menester destruirlo allí donde se encuentre, sabiendo que sobre la sangre redentora debe alzarse la segunda república”, arengó con términos de capellán, y sugirió utilizar una “violencia ordenadora” que “no haga distinciones al emplear su fuerza limpia contra las banderías opuestas”.

lunes, 24 de agosto de 2009

Prisioneros de la tierra: una obra excepcional


Joan "Nano" Benavent, el gran catalan con corazón argentino y quilmeño, sabe como pocos de no pocos temas --cine, argentino y mundial, en este caso-- y no pude resistir la tentaciòn de reproducir el recuerdo, publicado en su blog La Espada del Zorro, de la gran pelicula argentina que, si uno se esfuerza, y vaya que lo merce, puede conseguir en DVD.

La visioné muchas veces. La última siete días atrás. Es una pieza maestra del cine argentino, capital para el de Latinoamérica.

La idea de plasmarla partió de José Gola, galán mayor de la época. Por entonces integraba las filas de FORJA, junto a Arturo Jauretche, Homero Manzi, Raúl Scalabrini Ortiz y varios radicales jóvenes, distanciados de la conducción partidaria ejercida por el ex mandatario Marcelo T. Alvear, complaciente con el "Fraude Patriótico" auspiciado por el General Justo, los conservadores y los radicales antipersonalistas.

El más destacado entre los últimos era justamente el Presidente Roberto M. Ortiz, diabético propenso a la ceguera y opuesto a su patrocinador. Con este abogado y hacendado, ungido candidato electoral del último fraude en la Camara de Comercio Británica, un sector de la elite intentó restaurar los carriles democráticos; devastados en septiembre de 1930 por los generales Uriburu y Justo, déspotas compinchados con buena parte de la sociedad política.

Sin esta estrategia vigente, de carácter aliadófilo frente a la Guerra Europea -truncada tres años después por coroneles que admiraban al Eje-, no se hubiera podido realizar "Prisioneros de la tierra".

La inesperada muerte de Gola en los prolegómenos de la localización transfirió el protagonismo heroico de "Podeley" al joven Ángel Magaña, encargado en principio de componer otro personaje. Emparejado en la ficción con Elisa Galvé, se enamoraban en la frondosa selva misionera de los yerbatales y la explotación más despiadada. Él era un "mensú" (obrero contratado bajo sujeción esclavista); ella hija de madre "mensú" (ya fallecida) y un médico alcoholico (Raúl De Lange). Como patrón cruel y atormentado oficiaba el gran actor Francisco Petrone, con el pelo teñido de rubio al representar a Köhner, un alemán nostálgico de su tierra que odia la seva y a sus virtuales esclavos. Enamorado de la chica, emplea todos los medios para hundir a "Podeley".

Finalmente, éste comanda una rebelión, ajustándole las cuentas a latigazos en larga peregrinación por la selva, hasta dejarlo exánime. Empero, los capangas del fallecido y otros explotadores consiguen ultimarlo.

Junto al nudo dramático tejido por los personajes centrales, lo más destacado de la historia radica en su denuncia objetiva de la explotación agraria, presente en las revueltas obreras contra "La Forestal", aquellas que provocaron las masacres masivas causadas por la intervención del Ejército en los iniciales años ´20.

Construido el guión por Daniel Quiroga, sobre la base de las "Historias de la Selva" escritas por su padre Horacio -uno de los mejores autores argentinos del siglo XX-, lo imprimió el director Mario Soffici junto a un equipo de técnicos laborioso y competente. La atmósfera y los espléndidos decorados ahondaron los matices sombríos de esta historia, sin legado inmediato en el celuloide.
Su realización prefigurará la vecina emergencia cooperativista de actores, directores y técnicos talentosos, mediante "Artistas Argentinos Asociados", sello emblemático de la mejor calidad y el mayor empeño temático en la industria fílmica de los años ´40.

Quizá con Gola presente se hubiese equilibrado la poderosa reciedumbre y complejidad que Petrone imprimió a su personaje. Razonable actor dueño de una simpatía especialmente efectiva en las comedias o dramas ligeros del cine de la época, Magaña quitó hierro a la rebeldía de "Podeley", en beneficio del romance juvenil al estilo shakespeareno de "Romeo y Julieta" con Elisa Galvé. No obstante, el merecido sitial de esta obra maestra en el que brillan todos sus actores (los secundarios Homero Cárpena, Roberto Fugazot y el propio De Lange) se ha conservado en el tiempo.

Una pequeña anécdota personal finaliza esta placentera reseña. En 1961, ingresado yo a Filosofía y Letras, tuve el placer de asistir a un recital dramático de Raúl De Lange, auspiciado por uno de nuestros profesores: el fallecido escritor (y seductor de alumnas) Pedro Larralde.

Le recuerdo altísimo, conservando su acento alemán (pese a ver la luz en San Isidro) y la gran vena dramática, presente en su médico, abandonado y alcohólico -al borde del delirium tremens- de "Prisioneros". Hebras largas y blancas matizaban su pelo oscuro derramando mechones a los costados. Su máscara era impresionante. Con los años olvidé el texto del recitado; no la forma en que crispaba los puños y desnudaba las falanges en cada frase. De Lange proyectaba un trozo de historia del teatro y el cine argentinos. Lo supe después de ver la obra maestra de Soffici y su equipo de colaboradores, pertenecientes a la izquierda o a ideologías que propugnaban una mayor justicia social en una época difícil.

viernes, 7 de agosto de 2009

Ante la censura de Clarín sobre un blog de opinión


Los 100 manifiestan su más completa solidaridad con los redactores y administradores del blog Quetepasaclarin al que el monopolio mediático propietario de Clarín, Canal 13, Radio Mitre, Cablevisión y muchos canales de cable del interior del país ha denunciado judicialmente con el ridículo argumento de ser propietarios del nombre Clarín, logrando que el juez amenace con una multa de quinientos pesos diarios a los administradores del sitio, medida que los obligó a bajarlo.

Los blogs se han convertido en los últimos años en un novedoso instrumento de periodismo libre y de opinión no manipulada por el sistema mediático. En tal sentido, se han convertido en una verdadera amenaza al totalitarismo y control de la opinión que ese sistema ha establecido en nuestro país y, por otra parte, en toda América Latina.

Solamente la más brutal parcialidad y un sesgado sentido de la justicia y el sistema normativo argentino puede convalidar la absurda pretención del monopolio y la servicial actitud del funcionario judicial, presto a socorrer al monopolio ante semejante atropello a sus derechos. Lo mejor del caso es que la empresa pretende quedarse con la propiedad del sitio, alegando su derecho al nombre Clarín. De esa manera, la siguiente solicitud será pedir derechos de autor por la Marcha de San Lorenzo y su "clarín estridente sonó".

Mientras tanto, el público usuario de la Internet tiene ante sus ojos una evidencia más de lo que estos monopolios piensan cuando hablan de libertad de expresión y de prensa independiente. Es la libertad a imponer su más crudo comercialismo y la independencia de todo valor que no sea el lucro y la dominación de la opinión pública.

Buenos Aires, 7 de agosto de 2009.

LOS 100

Hugo Barcia, Secretario General

Enrique Masllorens, Secretario de RR.II.

Alberto Nadra, Secretario de Organización

Julio Fernández Baraibar, Secretario de Producción de Contenidos

Norberto Colominas, Secretario de Asuntos Profesionales

Eduardo “Perico” Pérez, Secretario de Prensa

Subsecretaria de RR.II.: Mabel Maidana - Subsecretario de Producción de Contenidos: Juan José Salinas - Subsecretario de Prensa: Santiago "Coco" Plaza

jueves, 6 de agosto de 2009

Convocatoria



A todos los compañeros periodistas, comunicadores sociales, trabajadores de prensa, blogueros, profesores y expertos en comunicación social
El próximo 21 de agosto realizaremos un plenario para discutir y aprobar la creación de una agrupación política de comunicadores a nivel nacional, cuyo nombre propuesto es FARO de la Comunicación.

A iniciativa de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), de la agrupación de periodistas Los 100 y de la Comisión Nicolás Casullo de Medios Audiovisuales en Carta Abierta hemos preparado esta acta fundacional que agregamos a la presente, que será discutida en este plenario, para su posterior aprobación.

La reunión se realizará en la sede de FATPREN, en el salón Rodolfo Audi, Solís 1158, de Capital Federal, el 21 de agosto a partir de las 18 horas.

Te rogamos confirmar tu presencia o enviar tu adhesión a los siguientes correos electrónicos.



Propuesta de Acta Fundacional

FARO

de la Comunicación


Desde hace más de veinte años los medios de comunicación de masas en la Argentina y en América Latina han adquirido una significación que supera por lejos la influencia que en la opinión pública tuvieran en décadas anteriores.

En un momento en que el desarrollo tecnológico ofrece las condiciones objetivas para una profunda democratización de la comunicación social, los monopolios mediáticos han crecido en poder político, económico y social, llegando a convertirse en una verdadera amenaza a la propia convivencia democrática.

Un proceso de acelerada concentración empresarial, de extranjerización y globalización de sus estructuras societarias y financieras, y la idea neoliberal de achicar el Estado han dado como resultado un discurso uniforme, una implacable campaña de homogeneización ideológica de los consumidores y un papel decisivo en la resistencia a los procesos de transformación que asisten a nuestra sociedad desde 2003.

Frente a ello, en unidad y solidaridad con las ideas nacionales y populares, la conducción de la Federación de Trabajadores de Prensa (FATPREN), Los 100, Agrupación de Periodistas y Trabajadores de la Comunicación y la Comisión Nicolás Casullo de Medios Audiovisuales en Carta Abierta, hemos decidido constituir en el ámbito de la comunicación la agrupación FARO de la Comunicación.

FARO parte de reconocer que Argentina y América Latina constituyen sociedades caracterizadas por condicionamientos impuestos a su desarrollo y bienestar por parte del imperialismo y de sectores de poder concentrados, nacionales y supranacionales, sometidas a estructuras políticas, económicas y sociales de enorme injusticia, exclusión social y desigualdad y, a una fragmentación estatal en camino de superación, tal como las propuestas del MERCOSUR, UNASUR y ALBA lo demuestran.

Comprometidos con el derecho a una comunicación integral, FARO convoca a los periodistas, comunicadores y trabajadores de prensa de todo el país, así como a especialistas, profesores y ensayistas en la materia, a luchar por la plena democratización de los medios, por la dignificación laboral de quienes se desempeñan en estos espacios profesionales, y por contenidos sociales, nacionales y populares en los medios de comunicación de masas.

Finalidad

FARO se constituye con la finalidad de promover una comunicación que responda a las necesidades de la sociedad, a la vez que estimule, cree y desarrolle esas necesidades, para alcanzar una Patria más justa, democrática y soberana.

Objetivos

Para ello nos proponemos los siguientes objetivos:

Promover una comunicación plural, diversa y democrática, donde la lengua como modo de expresión y contacto resguarde el carácter social, nacional y popular argentino.

Apoyar la aprobación e implementación de una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que exprese un marco regulatorio en beneficio de la democratización de la comunicación, de la plena libertad de expresión de todos y todas y, de los intereses nacionales y populares.

Fortalecer la comunicación popular, comunitaria, alternativa y libre, que promueva la difusión de contenidos plurales de interés local y nacional.

Ser parte y sustento, de las luchas de los trabajadores de prensa y sus organizaciones sindicales, que defienden el derecho a informar, salarios dignos y mejores condiciones de trabajo.

Generar nexos de coordinación con todos los sectores que integran nuestro campo nacional y popular para movilizar acciones conjuntas.

Actividades y líneas de acción

A modo enunciativo algunas de las actividades que nos proponemos desarrollar son:

Seguimiento y control de las acciones de los tres Poderes en los temas de comunicación y medios.

Seguimiento de las violaciones al derecho a la comunicación y su consecuente denuncia pública y –si cabe- judicial.

Defensa de los trabajadores de prensa y los comunicadores sociales ante presiones, agresiones, persecuciones, maltratos o despidos por parte de la patronal mediática a consecuencia de sus convicciones.

Desarrollo de investigaciones, estudios, foros, debates, seminarios y publicaciones sobre medios y la comunicación social.

Coordinación con los movimientos sociales y políticos, universidades, centros de estudio en general y entidades gubernamentales, vinculadas a nuestra esfera de acción, así como entidades y asociaciones latinoamericanas del mismo sector.

Activa participación en el desarrollo de políticas de comunicación y contenidos que expresen el sentir nacional y popular.

FATPREN (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) - Los 100, Agrupación de Periodistas y Trabajadores de la Comunicación - Comisión Nicolás Casullo de Medios Audiovisuales en Carta Abierta

domingo, 2 de agosto de 2009

Los dos Justo frente a frente


Liborio Justo fue un personaje heroico y novelesco, que como a tantos la historia oficial y el periodismo acomodaticio ocultó por su opción por el marxismo y el troskismo y su valiente militancia por la unidad latinoamericana antiimperialista, siendo, como era, hijo del nefasto Agustín P. Justo, general que usurpó la presidencia de la República entre 1932 y 1938, uno de los símbolos de la Década Infame y el “fraude patriótico”. Joan ”Nano”Benavent, entrañable amigo catalán de larga residencia en nuestro país, elabora un imaginario dialogo realizado entre padre e hijo, en una de sus tantas detenciones, basado en un profundo conocimiento de la historia argentina, y que incluye en el primer tomo de su saga Perón, luces y sombras, ningueneado por las editoriales locales, pero no por ello inmune a los saqueos parciales de profanadores de obras, que contaron con su complicidad. Para no perderlo.


EL GRAN ESCÁNDALO DE 1936

“Y cuando llegó el día solemne de la inauguración de la extraordinaria conferencia, en el instante mismo que iba a decir su discurso el Presidente de los Estados Unidos, por mi voz condenatoria, que resonó con toda su fuerza desde la galería del Congreso nacional —donde se realizaba el acto— y se escuchó por radiotelefonía en todos los ámbitos del continente, sentí que se expresaban ciento cincuenta millones de latino americanos que algún día habrán de repetir el gesto por otros medios. Tres palabras bastaron entonces para expresarlo todo...”.

Liborio Justo -1965-

-¡Abajo el Imperialismo!
Así gritaste, como si aquello fuese el estadio de Boca Juniors—, escupió con rabia amarga el varón maduro y enjaquetado contra el otro lado de las rejas.

El hombre joven y en mangas de camisa asintió maquinalmente sentado en su catre carcelario.

-En cualquier estadio se juega más limpio que en tu Congreso Nacional. Además, lo que dije es la verdad, y la verdad hay que gritarla en cualquier parte. Purifica el ambiente...

-Te colaste como una lagartija para hacerme esto nada menos que a mí, delante de Franklin Delano Roosevelt. Nuestro mejor huésped en cincuenta años.

-Será el tuyo. Yo no lo invité. Ni los obreros de los frigoríficos. Ni los peones de campo. Ni los pibes que lustran botines por una moneda. Ni los desocupados con sus familias, que viven de las “ollas populares”. Ni los que buscan algo para comer en los cubos de la basura. Si los contamos a fondo, son muchos los que no lo invitaron. ¿No te parece?

-No estás en esa situación. Sos el hijo del presidente. El personaje más importante del país. Y vos ofendiste al gran estadista. Un hombre notable...

-¿De cuál de los dos hablás: del que compra la patria o del que la vende?

El otro enmudece unos instantes, como si estuviese redondeando números. A cierta distancia, una breve corte de guardaespaldas y funcionarios custodia en silencio una escena, que el parentesco hace dramática.

-Te lo di todo. Cultura. Medios. Viajes. Un porvenir. Es lo que hizo tu finado abuelo conmigo...

-Claro. Ustedes perpetúan la tradición. Es la marca de fábrica que los hizo libres y fuertes con la gente débil. Yo sigo otra huella. Tengo mis propias costumbres. Es lo que el liberalismo que enunciás con bombos y platillos cuando inaugurás cuarteles, tendría que respetar. ¿No creés?

-También inauguro carreteras, puentes, hospitales y parques nacionales. Desarrollo el país y reduzco el déficit, que buena falta hace.

-No el que tenés con los que no pueden votar libremente o comen salteado.

-Contentar a todos en esta vida es un sueño imposible. Vagos hay muchos y pobres habrá siempre

-Entre tus amigo de doble apellido hay muchos mas vagos que pobres y nadie se mete con ellos. Ni siquiera vos, que no estás para eso. Lo tuyo es la maestranza de lujo. El esplendor aparente. Un brillo de fondo abortado por la sumisión.

-Lo que te enloquece es esa maldita peste comunista propia de las estepas. Un régimen atrasado en el que se vive mal y poco. No hace mucho Saavedra Lamas me presentó un informe horroroso sobre las masacres que están haciendo tus comunistas en Rusia...

El joven se incorporó y dio tres pasos hacia los barrotes que parecían un salto a la barricada.

-¡¡Stalin no es más comunista que vos y Saavedra Lamas!! El comunismo que yo quiero es otra cosa...

-No existe otra cosa más que lo que existe. Lo ideal es una pesadilla de la mala digestión, ni más ni menos que cartón pintado. Y aquello no es mejor que esto, por bueno que lo pinten. Si lo fuera, yo mismo sería comunista. Soy un hombre práctico.

-A menudo, ser práctico justifica la falta de ideales y demasiadas veces una falta total de escrúpulos, señor Presidente...

El otro se alisó las cejas y entrecerró los ojos tras las gafas de montura metálica. En aquella jornada, la gloria del estadista había quedado tan empañada como sus cristales. Quitándoselas con lentitud, les dio aliento y pañuelo seco.

-A quién odiás no es ni al capitalismo, ni a mi gobierno, ni al comunismo de Stalin. Es a mí...

-Nunca más que a Stalin. Al menos vos no traicionás nada. Estás convencido de que el mundo es la porquería que cuenta Discépolo y tratás de ordenarla, como buen milico que sos. Tarea inútil, porque la bosta que no fecunda la tierra se descompone rápido, y encima huele fatal.

-Así hablás del décimo país mas rico del mundo. ¡Si te oyera tu madre!

Al decirlo se apoyó en los barrotes. Como si el agobio lo mareara.

-¿Si oyera qué, papá? ¿Lo que ya conoce de mis ideas sobre el sentido de la riqueza, o lo qué no sabe de tu sentido de la lujuria?

¡¿Qué?!!

- Tu asunto con Leonor Hirsch...

Para el general llegó el momento tan temido. El que había tratado de evitar, tomando las precauciones grandes del secreto total. De los encuentros y fugas entre gallos y medianoche. En las citas laberínticas a las que acudía como un colegial, con las rosas cortadas de su propio jardín y las poesías de Bécquer asomándole en los labios, a falta de mayor audacia y envergadura romántica.

Él sabía poco de lances amorosos, besos robados y furtivas caricias. Esas cosas las había leído alguna vez y se quedaron allí, amarilleando papel en un rincón de su gran biblioteca. Dios sabe que hoy era un viejo soldado ingresado en la milicia a los once años, y casado pronto con la hija de un general —su novia de toda la vida—, siendo luego un marido fiel y oficial dedicado al estudio, la enseñanza y el Ejército.

En verdad, quería a su mujer con el alma. Pero las emociones del cuerpo no la acompañan siempre. Y menos, a cierta edad. Ahora, su semblante de padre severo se había encendido con la palidez de la vergüenza, y ésta le agitó el corazón, dejándolo sin aliento frente al hijo, que avanzó afilando las palabras contra la evidencia.

-Lo de esa chica no es ningún secreto, lo saben casi todos. Podría ser tu nieta, aunque sea la hija de un funcionario de “Bunge y Born”. Los gerentes del monopolio imperial más antiguo del país te la pasaron por delante para tenerte bien agarrado de las pelotas, y vos al final picaste, pobre viejo...

-Pero...¿cómo te atrevés... a...? —boqueó apenas.

-Alvear le comentó a tu amigo Botana, que sos un “tardío apetente de los placeres de la carne”. No te engañes, en el edificio de “Crítica”, pasa lo que en el país. El capitán del barco es tu cómplice, mientras en la redacción y los talleres, la muchachada de a bordo, enterada al minuto del romance que invadió tu otoño brinda por la mala salud de tus hojas caídas, para llamarlas de alguna manera...

Aguantó el castigo, apretando los dientes como si los quisiera quebrar. Era uno de sus sueños frecuentes de los últimos años. Cuando la fuerza de su mandíbula los desintegraba, despertaba sobresaltado y haciendo esfuerzos para no gritar.

-¡¡No!! ¡¡¡No, carajo!!! ¡¡¡Ese hijo de puta de Alvear, miente!!!

-En cualquier otra cosa, menos en esa. Conociéndote parecerá increíble, pero ése es el patético aspecto de algunas verdades. En el fondo, el problema es tuyo. Tuyo y de mamá.

La referencia lo sobresaltó con más fuerza que antes. Adoraba a Ana Encarnación.

-¡Vos no irás a....!

-A nada. En esto soy de palo, ahora y siempre. Y no es por protegerte, ni siquiera por ella, a la que quiero y compadezco tanto. Mi dignidad me impide usar estas cosas contra alguien. En eso, tampoco salgo a vos...

-¡¿De qué hablás?!

-De tus trucos para comprar voluntades a precios de saldo. De los amaños y trampas para someter o silenciar a los que se pueden rebelar contra tu poder. De como jodiste al viejo Yrigoyen usando las ambiciones de un loco y varios infelices. Del alzamiento militar que después alentaste en el interior del país, a través de tus laderos intrigantes en el Ejército para proscribir a los radicales, y de tu obra maestra, el repugnante pacto Roca-Runciman, del que te ufanás como si fueran a canonizarte.

Convencéte papá, tu “Concordancia”, la joya de tu corona de hojalata, no es más que un vulgar diccionario de usos y abusos del prójimo. Pronto será tu cruz, como ya fue para gusanos como De Tomaso y el general Rodríguez, los imposibles sucesores del próximo fraude...

El maduro ejemplar se recuperó en instantes, y al fruncir la nariz y bambolear el bigote blanco, jironeó el silencio.

-Estás loco y te saltaste la ley. Son dos buenos motivos para tenerte un tiempo a raya, m´hijo.

-Lo que de verdad enloquece a la gente es el poder. Yo carezco de poder, por eso estoy aquí. En cambio, a vos te sobra, aunque nada te alcance desde que el tipo que ahora se ríe de tu chochera te nombró su Ministro de Guerra en el ´23, y al fin pudiste llegar a casa gritando “¡¡Lo conseguí. Al final lo conseguí!!”... ¿Te acordás? Pues bien, para desgracia de los pobres, también conseguiste llegar a esto...

-Yo jamás me salté ni la ley, ni la Constitución. Tus ideas foráneas son las que la niegan.

-Mucho antes de enjaularme, te guardaste bien cerrada bajo llave la Constitución. Ahora es el pobre nombre de una calle y una estación ferroviaria, bajo cuyos rieles se arrojan al paso de sus trenes los que se mueren de asco, de hambre o de miedo en este infierno.

-¿De hambre?¿De qué hambre me estás hablando en la Argentina?¡Tendrías que ir al África, a la China, al Perú o a Brasil, cómo fui yo, para ver a la gente morirse de hambre en serio. Y no del hambre que declaman acá los comunistas y los socialistas!

-Raro que no hayas mencionado la India. ¿Será tal vez porque integra, cómo nosotros, la gloria consular del Imperio Británico?

-¡¿Y a quién carajo querías que le vendiésemos la carne. A los que no tienen con qué pagar, cómo tus amigos, los rusos, o a los qué no nos quieren comprar porque compiten con nosotros y encima nos acogotan cuándo pueden desde el norte?!

-Acabás de enjaularme, por decir esto mismo con voz bien alta ante su representante...

-A veces hay que mantener la boca cerrada. ¡Qué joder, la diplomacia se inventó para eso! Yo no puedo hundir a mi país en nombre de la verdad, cuando sus intereses están por encima de ella. Para mí el progreso vale más que todo. Eso es, Mitre uniendo la República y Roca modernizándola.,

-¿Ah sí . Y a vos, qué papel te tocó en la historia patria?...

-Sin duda el peor. Uno que el cagón de Alvear se cuidó bien de asumir, cuando lo que cuenta es apretarse el cinturón y negociar con el diablo para salir del infierno.

-Hablás en nombre de los tuyos y el nirvana. ¿Qué hay de los que seguirán viviendo en el infierno?

-No se puede repartir, sin antes acumular.

-Sobre todo acumular. Vuestra vieja manía, la gran obsesión que impone el instinto: el precioso verbo que empieza con el “Yo acumulo”, “Tú acumulas”, “Él acumula”; sigue con el “Nosotros...”, el “Vosotros...”; y se para en seco ahí, se detiene para siempre, porque “ellos”, los más alejados del perverso uso del verbo y del festín que montaron ustedes, no acumularán nunca. Sólo existen para trabajar y dar beneficios toda la vida. Éste es el estado de cosas que te gusta gobernar...

-La locura te llevó a una insensata fantasía, en la que la ética imaginaria está condenada a perecer frente a la realidad.

-Las credenciales de la cordura y la ética las dan ustedes cuándo les conviene. Cuándo no, meten bala, cómo tus pistoleros probaron con De la Torre, asesinando a Bordabehere en tu honorable Congreso de la Nación. ¡Ésa es la realidad!

-¡¡¡No te permito, mocoso. La acusación es una infamia. Una calumnia de malos argentinos!!!

El gesto y la voz, le han estallado de nuevo con ira.

-No calumnio a nadie, papá. Defiendo ideas. Principios. Porqué, de verdad, sin eso no somos nada. Yo, desde muy pequeño odio la injusticia y no soporto las desigualdades. Nací privilegiado y en realidad lo soy, pero sólo en la medida que las combato. Vos en cambio, las asumís desde el comienzo de tu vida como una fatalidad existencial, cuando el único drama del hombre, es aceptar que unos vivan de otros con todo lo que eso significa. Por eso, tené presente de una vez por todas, que yo, hasta que me muera voy a ser enemigo de ese sistema, aunque se te ocurra mandarme de por vida a Usuhaia o algún pistolero de tus amigos me pegue un tiro...

El general se sobresalta, quizá por que ahora sí recuerde la sangre de Bordabehere, y la imposible indiferencia ante un crimen que algún descontrolado “guardia blanco” pueda perpetrar contra su hijo izquierdista. Tras el instante de angustia, su voz llega sin ecos de guerra...

-Tengo presente que cumpliste treinta y tres años, Liborio. Tu padre quiere que vivas cien. Pero para eso, hay que cambiar. Y yo quiero que cambies.

El hijo suspira hondo y baja la cabeza. También él ha enterrado su hacha de guerra...

-No puedo ni quiero... y vos tampoco, “viejo”. Los Justo somos tercos con nuestros amores. Los tuyos te llevaron a ser jefe del Ejército y del Estado. Me contentaré con que los míos duren toda mi vida, porque son nobles y llenan de dicha mi corazón. Los dos bien sabemos, que ni vos cambiarás por nada del mundo tu amor por la realidad, ni yo mi amor por la justicia. Para bien o para mal, somos así...

El preso se sentó de nuevo en el catre y se contemplaron en silencio. El general, pensó entonces que su hijo era un obstinadísimo vástago, libre o encarcelado, pero corajudo y honesto hasta en la terquedad del error. Una señal de familia que venía de lejos. Y que sin querer recordó, viéndose de pronto a sí mismo, con seis o siete añitos, visitando al padre en la cárcel, de la mano de su madre.

Al doctor Justo también lo habían encerrado, en 1890 y por revolucionario, al apoyar entonces el alzamiento provincial del gobernador Carlos Tejedor, acérrimo defensor de la autonomía de Buenos Aires ante el poder central.

Ahora, un retazo del pasado proscrito por la memoria se le plantaba en el recuerdo, como si aquel otro preso volviera a mirarlo muy serio y grave, por entre los barrotes que custodiaba el cabo de guardia.

Sí. Sin duda aquel padre, con principios acertados o no, tenía la dignidad del nieto, dentro y fuera de los barrotes de una prisión. Él, tan pequeño, le entregó aquel día una hojita de papel carta donde le había escrito unas líneas que todavía guardaba entre otras hojas olvidadas, de alguno de sus 40.000 libros. En este instante podía, sin embargo, recordarlas perfectamente. La memoria es un archivo que a golpe de circunstancias desentierra cualquier muerto...

“MI AMIGO, MUY ENOJADO ESTOY CON LOS QUE TE HAN PUESTO PRESO. CUANDO YO SEA GENERAL LES HE DE DAR A ESOS PÍCAROS...”.

El relámpago del orgullo brilló entonces en los ojos del doctor Justo, tan parecido al nieto en el arrebato, como distante de aquella frialdad de alma del hijo, hoy padre y en el poder.

-Cuándo yo sea general...

La memoria le agrandó la frase, y ésta le bailó una larga ronda infantil en la evocación. En ella, él, con ropitas de general confeccionadas para unos carnavales, hacía la venia al amadísimo general Mitre, entre los aplausos de la parentela.

Ahí mismo, empañó de nuevo los anteojos en la mirada última al hijo rebelde, y pensó que su propio sueño infantil se había cumplido. Pero no en el sentido que debió. El general más poderoso de la nación, hoy había encarcelado al nieto revolucionario de otro, al que escribió una promesa sepultada para siempre entre el polvo y los ácaros.

Una vez más, en la historia de los hombres que llegaron a la cumbre las ambiciones no terminaban como empezaron.

-La nuestra es herencia de familia, muchacho. Tu abuelo no quería que yo fuese militar. Estuvimos tres años sin hablarnos, hasta que aceptó mi rebeldía. Espero que yo..., quiero decir que vos...¡Bueno, qué carajo, mejor no digo ni espero nada!...

-Es mejor así, “viejo”. Siendo como soy, igual se cumple tu deseo...

En el ánimo del general se encendió por un instante la esperanza.

-¿El que te olvidés del comunismo ?

-No. El de vivir cien años...

La respuesta del hijo, le llevó a suspirar hondo y resignar el gesto. Por unos instantes, los dos gallos de pelea se miraron mansamente entre los barrotes. Y allí, en los ojos sinceros del joven, el viejo entrevió reflejado el encierro de un ser cada vez más alejado de los suyos.

¿Fue sensación o era realidad? Poco importa, cuando ni una ni otra mitigan la soledad del poder y la cárcel del espíritu que lo habita...

Empero, en aquel callejón sin salida la función debía continuar. Amparándola de nuevo en altivo gesto, el general giró sobre sus talones y avanzó, dejando atrás el pabellón de celdas en la seccional de policía. Adentro quedaba el hijo. Afuera, el sol de la última primavera amanecía en Buenos Aires.

A medida que ganaba la calle y avanzaba hacia el coche oficial seguido de su séquito, el Presidente de la Nación se esforzó en parecer firme y sereno. Con voz segura, había dado instrucciones para una liberación posterior del preso. Así lo oyeron todos los presentes, y así quedó para la historia de aquella jornada.

Sólo él, supo entonces con qué clase de recursos pudo ir domeñando la enorme desesperación que se le encaramaba en la garganta, camino a labios encharcados por lágrimas invasoras, cerrados con obstinación, cómo para que ellas no pudieran fundirse con la carga del sofocado eincesante clamor, que acompañaba los fuertes latidos de su corazón.

-¡Hijo mío! ¡¡Hijo mío!! ¡¡¡Hijo mío!!!...

PD: Don Liborio Justo Bernal, eterno rebelde durante toda su vida, falleció en agosto del 2003 con 101 años, superando en un calendario los mejores deseos de su padre.