jueves, 31 de diciembre de 2009

El Faro y 2010


Carta a mis queridos compañeros de

Faro de la Comunicación

No quería dejar que terminara este inolvidable 2009 sin enviarles estas líneas de profundo agradecimiento.

Ha sido un año muy especial para todos nosotros. En primer lugar, porque hemos visto cristalizar un viejo sueño: la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que, para algunos de nosotros es casi una justificación generacional, la coronación de una etapa de una vieja militancia que nos hace sentir, y con mucha razón y sobrados fundamentos, que hemos sido protagonistas exitosos desde nuestros puestos de lucha de un paso fundamental en la conformación de un nuevo mapa de poder en la Argentina.

Ya hemos parangonado, en alguna que otra ocasión, este hecho histórico de la nueva ley con aquel glorioso 17 de octubre del 45. Pero ahora nos hemos dado el gusto de ser nosotros mismos los que nos lavamos las patas en la fuente de la plaza. Es muy cierto que en otra plaza y es muy cierto que en otra época. Pero también es muy cierto que en aquella madrugada, entre el 9 y el 10 de octubre, el mismo proyecto nacional y popular bailaba su algarabía por las calles de la Patria. Allá en el 45, el liberado era Perón de su cárcel en la isla Martín García para que comenzara un proyecto soberano. Ahora, el comienzo de la liberación le correspondió a la palabra del pueblo argentino, silenciada o distorsionada durante años por el poderoso monopolio mediático.

Ha culminado una etapa, pero lejos estamos de presenciar el fin de la batalla. Falta consolidar el cambio que hemos ayudado a parir. Dos décadas de monopolio mediático y 30 años de neoliberalismo han hecho estragos en la Argentina, y en nuestra profesión de periodistas y comunicadores. Para consolidar el proyecto de la derecha más abyecta, fue necesario que los medios se transformaran en factores de poder en sí mismos y en formadores de profesionales al uso. Para intentar descerebrar al pueblo argentino, primero había que descerebrar a los profesionales de la comunicación. Para intentar convencer al pueblo de que si llovía a cántaros o si hacía un calor de infierno la culpa la tenía siempre el gobierno, había que construir una fábrica de idiotas profesionales que le dieran de comer mierda a los paisanos de a pie. Mentiras y videos se podría haber llamado esta espantosa película de terror, a la que tampoco le faltaba el sexo, ubicado en el dolor de nuestros dañados traseros. Para desdeñar a los militares, cuyas intentonas golpistas del pasado ya desprecia hasta el mismísimo diario de don Bartolo, había que correr el eje de las decisiones. Entonces, de los tanques en las calles y los acuartelamientos pasamos a cuatro o cinco tapas de Clarín: con eso debía alcanzar para derrocar a cualquier gobierno democrático. Pero se terminó la que se daba: no sé si van a volver a los tanques en las calles, pero sí sabemos que con cuatro o cinco tapas ya no nos voltean.

Pero con que no nos volteen no alcanza. Y lo digo crudamente. Una cosa es que no les alcance a ellos y otra cosa es que podamos nosotros. Cuando digo “podamos” quiero decir poder llevar al séptimo cielo el mejor de nuestros mejores sueños. Y cuando hablo de esto, pretendo hablar de las asimetrías de este queridísimo y propio gobierno popular, al que vamos a defender hasta la muerte, a veces mordiéndonos las ganas de putearlo, o haciéndolo en desangrantes y solidarias discusiones en nuestras pequeñas y heroicas agrupaciones. Y aquí va un interrogante que deberemos descular, en lo posible, en el año del Bicentenario: ¿por qué sintiéndolo tan propio, a veces lo vemos tan lejano a éste, nuestro gobierno? Encontrar esa respuesta nos ayudará a consolidar este proyecto. No encontrarla nos puede hacer tambalear el futuro. Por estas épocas recuerdo, no sin nostalgia, uno de los conceptos claves de Perón: “Sólo la organización vence al tiempo”. Y al enemigo, claro. Y estas son épocas de vacas flacas en la valoración de los beneficios que le puede significar a un gobierno popular la organización de sus bases: las múltiples flores que crecen son las que riegan los militantes con su testarudez. Ninguna lluvia oficial brinda alivio a esos esfuerzos.

¿En qué podemos contribuir desde Faro? Sencillito y complicado, ardoroso y difícil, pero nunca imposible. En primer lugar, y dedicándonos a lo que más conocemos, hay que contribuir a desarmar la fábrica de idiotas de la comunicación y construir una inteligencia comunicacional propia. Cuando digo propia no digo sólo de Faro, digo del inmenso y querido campo nacional y popular. Si nos sentimos mejores que otros (y ojalá que esto así sea), ayudemos a mejorar a esos otros. Cuando mejoremos a esos otros, mejores seremos nosotros.

Y con esta hoja de ruta deberemos recorrer, pueblo por pueblo, toda la Argentina. Tenemos obligaciones pendientes con varios queridos compañeros: el amigo Coria de Mendoza, el compañerazo Oliver de Salta, ese pequeño gigante que es Luis Gargiulo, de Necochea, Daniel Vico, Raúl Rojas, de Rosario, en fin, una lista interminable de amigos de una lealtad extraordinaria que están esperando que el Faro se encienda en sus pueblos y ciudades. La batalla político-comunicacional no debe circunscribirse sólo a la ciudad de Buenos Aires: naufragaríamos en el puerto si así lo creyéramos. Y no sólo eso, despreciaríamos nuestras mejores tradiciones federales.

Por último, quiero referirme a la extraordinaria patriada que, junto con otras organizaciones y agrupaciones hermanas, hemos dado el 9 de noviembre, fecha que quedará grabada en mi memoria para siempre.

Con esa militancia que nadie nos pide, pero que forma parte de nuestra más profunda razón de ser, enfrentamos a un gigante supranacional. Un poder enorme y prepotente, con domicilio emblemático en Miami, desembarcaba en Buenos Aires para, desde su asamblea cinco estrellas en Puerto Madero, advertirle al mundo que en la Argentina no hay libertad de prensa. Ellos, justamente, que apoyaron cuanta dictadura militar haya habido en Latinoamérica.

Solos, con la única compañía de nuestros hermanos y compañeros, sin los petrodólares de Chávez y sin la más mínima venia de nuestro gobierno, nos fuimos a casa. Pero no para escondernos del invasor debajo de nuestras camas, sino para calentar el aceite hasta hacerlo hervir y correr al enemigo con nuestras armas caseras. Y la guerra se la hicimos como pudimos y los corrimos a escobazos, nomás. Y, una vez más, David pudo contra Goliath.

Patriada es la palabra que se me ocurre para nombrar esa jornada de gloria y de canto a la militancia popular. Y desde este orgullo quiero agradecer, en primer lugar, a todas las organizaciones hermanas que velaron armas junto a Faro. Y, por supuesto, a todos mis hermanos de Faro: a la sacrificada FATPREN, que puso su lomo solidario para sostener el 1er. Encuentro Internacional Medios y Democracia en América Latina, con esa tarea de titanes que hicieron el amigazo Gustavo Granero y el Toto Insaurralde, entre muchos otros. A mis queridos compañeros de Los 100 que, una vez más, me ayudaron a sacar otro conejo de la galera y a creer en lo que pocos creían: que siga entonces ese abrazo interminable e incondicional que ya lleva dos décadas con Julio Fernández Baraibar (20 años y cientos de batallas compartidas con este genial discípulo del Colorado Ramos). Este agradecimiento perpetuo al Negro Nadra y a Norberto Colominas, que siempre ayudan a encontrar otro ángulo para ver y analizar las cosas. Un saludo fraternal a la prepotencia militante de Kike Masllorens y a ese cálido sentido común político que siempre ostenta el Negro Luzardi. A la presencia inalterable de Santiago Magrone y del Flaco Ferrari, y a la consecuencia de Martín de Vedia y Mitre y de Martín Fedele. Un conmovido reconocimiento a la compañera Viviana Gómez, a su solidaridad permanente y a su crecimiento político. Al vozarrón ininterrumpiblemente querible del Beto Moscardi. Un abrazo emocionado a los compañeros de la Comisión de Medios Audiovisuales “Nicolás Casullo” en Carta Abierta y a los compañeros de ARBIA y La CORAMECO. Y esta alegría final para el Movimiento Peronista Bloguero: una maravilla de la creación militante, un símbolo que sólo puede parangonarse con lo mejor de la Resistencia Peronista.

Con semejante ejército, cualquiera se atreve a alzarse en armas. Dimos hermosas batallas en el 2009: no sólo nos fundamos, sino que, rápidamente, nos organizamos para enfrentar a ese despreciable ejército invasor de la SIP. Desde esta fe, desde esta esperanza militante, desde esta confianza que nos da el haberlo intentado y haberlo conseguido, quiero abrazarlos a todos sobre mi corazón y convocarlos para todas las batallas que la Patria necesite.

Por un 2010 militante y un 2011 vencedor.

¡Viva la Patria, carajo!

Hugo Barcia

Presidente de Faro de la Comunicación

miércoles, 28 de octubre de 2009

Krugman a la carta


Los matutinos de hoy son, como habitualmente sucede aunque no se note de forma tan marcada, un muestrario de que el cacareado periodismo independiente no existe, sea oficialista u opositor, de izquierda o derecha,. En todo caso, este aspecto del más amplio debate sobre e tema, pasa por ser fiel a la verdad y opinar con nuestras convicciones, pero sin ocultárselas al lector, la primera una poco frecuentada costumbre de los “grandes medios”, gráficos y audiovisuales, la segunda sencillamente ausente.

Tomemos el caso de una conferencia realizada ayer en Buenos Aires por el premio Nóbel Paul Krugman, y cubierta por todos los medios, en el que cada uno trata de rescatar los párrafos que convienen a su línea Editorial, ignorando, omitiendo, o mencionando al pasar el resto.

Para Buenos Aires Económico, simpatizante de la política oficial, el titular de tapa es “Paúl Kugman elogio la oferta hecha a los bonistas”, reforzando la afirmación con foto del emisor.

Una de cal y otra de arena, Ámbito Financiero escribe en tapa: “Se paseó ayer el economista y periodista Paul Krugman, Premio Nóbel de Economía del año pasado, por despachos de la oposición, pese a ser un keynesiano y que podía lucir en algún salón del kirchnerismo. No se privó de lanzar en público un brindis a la gestión oficial: «La deuda hay que tratarla como adultos, que es lo que están haciendo en la Argentina». A puertas cerradas con empresarios que le reunió Mauricio Macri, deslizó la única crítica: «El Gobierno argentino tiene que ser más coherente con sus medidas». Esta presencia logró también que se juntase, para escucharlo, todo el arco de empresarios críticos de AEA”.

La Prensa procura traernos tranquilidad, y –en un desborde de simplificación— titula con foto central de tapa “Lo peor de la crisis ya pasó”, para acotar que “El Premio Nóbel Paul Krugman nos trajo buenas noticias”.

El avance de tapa de Crítica dice que Krugman “apoyó el canje de deuda del Gobierno, dijo que la crisis mundial no terminó y criticó al FMI”.

Con una nota de escepticismo, El Cronista apunta en su portada que “Para Krugman, a la Argentina le puede ir mejor que al resto del mundo”, pero en interior lo acota a su propia convicción que si ello sucede será por la suba del precio de los granos y porque el canje llega en “buen momento para volver a ser respetado”.

La Nación, en tapa y con foto del economista, lo usa para editorializar con el titular: “Krugman, contra el exceso de intervención”. En su suplemento económico refuerza el concepto, no vaya a ser que se preste a confusiòn: “Krugman criticó la excesos del Estado” y elogió la renegociación de la deuda, al tiempo que cuestionó los “excesos de heterodoxia” del gobierno, a la vez que no descartó una nueva recesión a nivel mundial.

Relegado a interiores, tal vez porque es muy evidente la manipulación, en Pág. 17 Clarín coincide con este perfil de la conferencia: “Krugman criticó los controles de precios y las retenciones”.

En las antípodas, Página/12 encabeza su Pág. 10 con una frase de Krugman, entrecomillada con marcada satisfacción: “Están forjando su propio destino”. La bajada añade que “El prestigioso economista estadounidense dijo que Argentina logrará una rápida y fuerte recuperación de la crisis. Elogió las políticas heterodoxas, aunque recomendó cambiar de estrategia. Criticó al FMI y analizó como seguirá la economía mundial”.

Si, sí, periodismo independiente…

Junto a Saramago


Mi amigo Federico Soñez acaba de mandarme esta más que interesante, y contundente, reflexión sobre el ataque masivo al que esta siendo sometido el brillante portugues, claro que con un titulo un poco más incisivo: "Junto a Saramago y contra e dios inmoral conocido como Yahvé/Elohim, o ¿què significa el respeto a la diversidad".

Los dichos del Premio Nóbel José Saramago, al presentar su nueva novela, han despertado una ola condenatoria de fanáticos creyentes al punto de solicitar, así lo hizo el eurodiputado Mario David, que abandone "lo más rápido posible" su ciudadanía portuguesa.
¿Qué dijo Saramago? Pues que el Dios de la Biblia no era alguien de fiar, que es "cruel, mala persona y vengativo". Muy delicado estuvo, sin dudas, el maestro portugués. Ciertamente se trata de un dios guerrero tribal , construido en base a antiguos relatos provenientes de Sumer, Babilonia, Egipto y Persia, que actúa como un asesino genocida , un déspota patriarcal que ejerce su dominio criminal alejado de cualquier tipo de consideración moral.
En la Biblia, libro que Saramago califica como catálogo de crueldades, se pueden leer cosas así:
"Yahavé tu Dios la entregará en tus manos, y pasarás a filo de espada a todos sus varones; las mujeres, los niños, el ganado, todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, los tomarás como botín. Comerás los despojos de tus enemigos que Yahavé tu Dios te ha entregado.
Así has de tratar a todas las ciudades muy alejadas de ti, que no son de las ciudades de estas naciones. En cuanto a las ciudades de estos pueblos que Yahavé tu Dios te da en herencia, no dejarás nada con vida, sino que los consagrarás al anatema a hititas, amorreos, cananeos, perizitas, jivitas y jebuseos, como te ha mandado Yahavé tu Dios"
(Deuteronomio 20, 13-17)
"Yahavé habló a Moisés en las estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó, y le dijo:
Habla a los israelitas y diles:
cuando paséis el Jordán hacia el país de Canaán arrojaréis delante de vosotros a todos los habitantes del país. Destruiréis todas sus imágenes pintadas, destruiréis sus estatuas de fundición, saquearéis todos sus altos. Os apoderaréis de la tierra y habitaréis en ella, pues os doy a vosotros todo el país en propiedad
"(Números 33 ,50-53)
Si no entendemos todos estos dichos como revelaciones divinas, sino como expresiones de los valores de la Edad de Hierro y de las costumbres patriarcales, si los entendemos como intentos discursivos por justificar invasiones, violaciones y matanzas, si las consideramos como equivalentes a las masacres en honor a Anat, por ejemplo, como efectivamente deben ser considerados, no nos pueden causar perplejidad.
Entonces no podemos coincidir con Jung, cuando dice que "la ausencia de moralidad humana en Yahavé es un obstáculo que no puede ser pasado por alto". Claro, hay ausencia de moralidad si lo consideramos desde la moral moderna fundada en razones, o desde la ética de las antiguas culturas pacíficas del neolítico y primeros tiempos del paleolítico, que rendían culto a la diosa y no se dedicaban a invasiones, guerras ni genocidios.
Yahavé el es nombre de uno de los típicos dioses del cielo que poblaban el universo guerrero de la tribus nómades que, en sucesivas invasiones, aniquilaron la antigua cultura pacífica de la vieja Europa o del cercano oriente. Los mitos de estos pueblos se repiten y entrecruzan. Como la mayoría no se dedica al estudio de los antiguos relatos míticos desconoce el tramado de estas historias y le adjudica a la Biblia originalidades que no tiene. Por ejemplo que hay dos versiones anteriores del diluvio universal, una sumeria y otra babilónica y que el Génesis adquiere su configuración directamente del mito sumerio.
En un largo proceso histórico aquella diosa madre del paleolítico/neolítico, cuyos rastros encontramos en la Madre Tierra de los pueblos originarios y su cosmovisión respetuosa de la naturaleza, fue reemplazada por estos dioses masculinos, celestiales y violentos que propician la destrucción y el dominio. La diosa madre, en cambio, inspira una percepción de universo como totalidad viva y sagrada, en la que la humanidad, la tierra y la vida toda, participan armónicamente como sus hijos.
Esta cultura que duró milenios comenzó a ser destruida en la vieja Europa por la invasión de los pueblos kurgánicos hace 6500 años. Pero no solo en Europa se encuentra aquella cultura pacífica de la diosa, también la encontramos en oriente próximo. Sin embargo, al oeste de la Mesopotamia hay un vasto desierto muy diferente de los valles fértiles. De allí surgieron las tribus semitas con sus sucesivas oleadas de invasiones. Semitas son los acadios que se establecieron en el norte de Sumer y que se hicieron también con el control de las ciudades del sur bajo el reinado de Sargón hace 4300 años. Semitas son los amorreos babilónicos y los cananeos , que a su vez fueron conquistados por otra tribu semita, los hebreos, quienes a su vez sucumbieron bajo los asirios.
Los dioses de los semitas habitaban en las nubes y sobre las cumbres de las montañas y arrojaban truenos como los dioses arios, otro de los pueblos guerreros adoradores de estos dioses genocidas.
Las ciencias modernas nos permiten conocer cada vez más estas culturas y documentar afirmaciones como las que hasta aquí se han venido haciendo.
¿Por qué entonces cuando Saramago dice que Yahavé es cruel, lo hostigan de mil maneras? ¿Acaso en una sociedad democrática, respetuosa de la diversidad, nadie puede decir que ese dios , en los propios relatos que lo construyen, está presentado como un asesino serial? ¿Respetar la diversidad significa acaso respetar solo las religiones monoteístas, o solo las posturas religiosas?
Por supuesto la inmensa mayoría de los creyentes no cree en ese dios tribal.¿ Pero cuantos si creen en él y se sienten justificados a invadir territorios o a matar infieles? ¿ Acaso no encuentran justificativos en la Biblia, ese "manual de malas costumbres" como dice Saramago, o en el Corán, ese otro compilado de crímenes y barbarie?
¿Por qué cuando uno dice estas cosas, prontamente se le advierte que no debe herir sentimientos? ¿Acaso la celebración de la diversidad significa el silenciamiento de quienes creemos que Yahavé es apenas un dios tribal de la edad de hierro?
Si el mundo democrático les asegura a los monoteístas el derecho a proclamar y difundir sus creencias, igualmente asegura a Saramago y a los que pensamos parecido a él , el derecho a proclamar y difundir nuestros conocimientos y creencias.
Respetar la diversidad, es respetar la creencia en Yahavé, pero también respetar las creencias de quienes no tenemos nada que ver con ese déspota maniático ni con sus crueldades.


viernes, 16 de octubre de 2009

Carrió dice que Kirchner es como Stalin y Ceausescu


Un tanto insólitas, principalmente indignantes, pero no sorprendentes, son las declaraciones de Carrió en el marco de una fuerte defensa del Grupo Clarín, en concreto de Ernestina de Noble, en el caso en la que se la acusa de apropiación de dos hijos de desaparecidos durante la dictadura.

En la presentación de sus propuestas en materia de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en el Instituto Hannah Arendt, afirmó textualmente: "Es terrible que se vote la ley para la extracción compulsiva de ADN en la búsqueda de identidad. Esa ley no está dirigida a proteger los derechos humanos sino que está dirigida, y tiene nombre y apellido, a los hijos de la señora (Ernestina) Herrera de Noble. Quiero denunciar al matrimonio. Esto es fascismo puro. El principio de la integridad y de la autonomía personal están por encima. Es una ley de persecución. Están violando los derechos humanos para una venganza personal". Después de ofender gratuitamente a las verdaderas impulsoras del proyecto, las Abuelas de Plaza de Mayo, añadió que “Los hijos de la señora Herrera de Noble son nuestros hijos" y añadió que "son víctimas de las negociaciones del poder desde hace quince años pero esto es más grave porque la venganza fascista carece de límites en el país".

Con una sonrisa sarcástica, aprovechó para sugerirle --¿amenazar?-- a los jueces "que hagan Justicia" porque los espera el destino de Federico Faggionatto Márquez, quien ayer fue destituido y deberá someterse a un juicio político. Los ataques ignoraron la figura de la Presidenta, para centrarse sobre Néstor Kirchner. "No le queda legitimidad, sólo le queda capacidad de daño", sostuvo. Y se refirió a la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que no incluye los medios gráficos: "La ley es contra Clarín, seguirá con La Nación y luego Kirchner irá contra sus propios medios, como Stalin". La comparación también abarcó a Nicolás Ceausescu, una "ocurrencia" que Carrió había formulado en el comienzo de la era kirchnerista y de la que ayer se jactó. "Lo dije hace cinco años. Estamos en un estado policial. Persiguen y extorsionan, como Ceausescu". Sin reparar que sus dichos eran pronunciados sin inconvenientes en un país con casi 26 años de democracia, pero que viene de miles de desaparecidos, asesinados y torturados, no aclaró si proponía que Kirchner fuera acribillado, junto a su esposa, sin juicio previo, como sucedió en Rumania.

La misma temeridad mostró a principios de años cuando aseguró que la dictadura de Stroessner en Paraguay no había asesinado ni torturado a los miles que mató y torturó. Pese a la indignación de la comunidad paraguaya --en Argentina y en el país vecino--todavía la ex funcionaria de la dictadura en el Chaco, ascendida durante "el proceso", al parecer por vinculaciones no comprobadas del sector femenino de su familia con el personero militar en la provincia, no ha pedido perdón al pueblo hermano por sus dislates. Ahora también se lo debe a las Abuelas y a las víctimas del genocidio argentino. De los que pronuncia aquí, ya es hora que algunos dejen de mirarla como a Maradona en conferencia de prensa...

lunes, 5 de octubre de 2009

Mercedes Sosa, según Pacho 'O Donnell


En estas horas no pude escribir. Apenas si abrazar algunos amigos, enviárselos a la familia de Mercedes, que tanto tiempo fue mi familia y la de mis padres: Fernando y Zulma a los que tantas veces rindió homenaje en reportajes y desde el escenario. Las historias personales, el recuerdo de la sonrisa siempre maternal que me dedicaba "La Negra", que jamás ocultó la firmeza, incluso destemplada con que defendió sus opinones,más aún sus convicciones; el supuesto "fin de la historia" y de las utopias, que se encargò de desmentir con hechos, sin tantas teorizaciones; un puñado de imagenes que cerraron mi garganta y paralizaron mis manos. Pese a todo, esta madrugada no puede dejar de sorprenderme con una nota de Pacho O'Donell, personaje que nunca contó con mi simpatìa, pero que pone varios puntos, sobre más de una i, en esta nota publicada, nada menos, que en La Nación. Va textual:

Mercedes Sosa fue una artista de convicciones y además consideraba que debía ser leal a esas convicciones durante toda su vida. Ella fue afiliada al Partido Comunista, integró un grupo musical que se propuso renovar la música nacional dándole un contenido social a sus letras, tomó partido, posiciones a veces difíciles y riesgosas. Todo eso lo pagó con exilio, con listas negras, con censuras, incluso con algún sabotaje a sus espectáculos y algunas veces con violencia. Siempre mantuvo y demostró mucha fortaleza con este compromiso, con lo que ella sentía que era justo.

Creo que también es muy importante analizar qué pasó en estos últimos años, esa cara de ella era lo más conocido y es de lo que más se va a hablar por estos días. Yo creo que hay otra cosa que tener en cuenta y es cuánto tiempo hace que no se la ve a Mercedes Sosa en la televisión argentina. Como si su ausencia de la pantalla, de los canales abiertos, justificara a aquellos que piensan que hoy lo que está censurado en los grandes medios masivos es la inteligencia y el compromiso con las ideas importantes de la vida.

Vamos a asistir a muchas escenas de hipocresía en estos días, gente que se va deshacer en elogios y a esas mismas personas habría que preguntarles por qué Mercedes ha estado tan ausente de los medios en estos últimos años. Mercedes y otros personajes de su misma categoría, de calidad parecida o de pensamientos semejantes.

Creo que hay quienes dicen que está censurada la inteligencia en la televisión argentina, porque es mucho más fácil poner ciertos personajes bastante degradados y de poco espesor humano; en cambio están faltando en la televisión y los medios masivos personas como Mercedes.

En ese sentido, creo que es un caso emblemático, que la censura no había terminado con el acceso a la democracia para Mercedes. Hoy estaba tratando de recordar cuándo fue la última vez que la vi en la televisión y me tuve que remontar a unos cuantos años atrás.

martes, 29 de septiembre de 2009

La Nación de Mitre: tribuna de doctrina y acción


Hace no mucho pedíamos, casi reclamábamos, que nadie que pretenda cambiar, o defender, algo en un sentido nacional y popular dejara de leer La Nación, pues nos brinda buena parte de la orientación que necesitamos: agenda, debilidades y fortalezas propias y del enemigo, claro que vista desde la vereda opuesta, como es el caso del debate de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Esto es así desde que lo fundara Bartolomé Mitre, responsable del genocidio contra el pueblo paraguayo en la llamada Guerra de la Triple Alianza, pasando por la complicidad con el terrorismo de Estado, y los negocios que encaró en conjunto. “Una tribuna de doctrina”, como la definió, y de acción si me permiten añadir, tareas que ejerce hasta hoy.


La segunda mitad de septiembre nos brinda un cantero de testimonios: impulso a la libertad de los genocidas de “El Proceso”, apoyo vergonzante al golpismo de Zelaya en Honduras, y ahora la preocupación –que no tuvo cuando los realizó “el campo”—por el “caos” de ¡transito! de los piquetes, pero sobre todo el “descontrol social”, entendido como el provocado por los trabajadores y excluidos.


El lunes 14 de septiembre, en su Editorial, titulado “Presos por delitos políticos”, reivindica las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, y principalmente el Indulto menemista, cuando considera que, finalmente, “El esfuerzo de pacificación pareció logrado”. Cuestiona, en cambio, los fallos de la Corte Suprema, en los autos Arancibia Clavel y Simón, en los que considera que “Se violaron así principios universales del derecho penal”. Afirma que “Hay unos 500 detenidos, en muchos casos con seis y siete años en esa situación, por presuntos delitos ocurridos hace más de treinta años y sobre los cuales no pesa condena. Entre ellos, personas de más de 80 años de edad”, por lo que “no debe extrañar que se hable de la existencia de presos políticos en la Argentina”. Propone “actuar a tiempo a fin de que una ley de reconciliación nacional deje atrás, con un compromiso colectivo, un período siniestro desde todo punto de vista para el país”. Queda claro, pero traduzcamos al castellano moderno: hay 500 genocidas procesados por torturas indescriptibles, asesinatos masivos y robo de bebés desde el poder del aparato del Estado, que presenta como unos pobres abuelitos cuyo único pecado fue enfrentar “la expansión violenta del comunismo soviético”, a los que hay que liberar pues, de lo contrario, “se habrá perdido la equidad y la justicia”.


Brutal, pero cierto. Y cuidado que no se trata de simples embaderamientos. Esta línea encaja perfectamente con la ofensiva desatada luego de los resultados electorales del 28 de junio, cuando se multiplicaron los casos de abierto boicot, de absoluta y deliberada resistencia al avance de los juicios en los tribunales, con una base de sustentación existente, surgida de la designación sistemática que en estos años de democracia se realizó de jueces y fiscales en todo el país con el objeto de asegurar la impunidad. Todo ello sin desmerecer la valiente actitud de abogados y una parte del Poder Judicial, que sigue impulsando los procesos, a nuestro juicio en medio de una cierta incomprensión de la situación por parte del movimiento popular, lo que le impide brindarles un apoyo más decidido.


¿Puede extrañar que quienes apoyaron abiertamente al golpe de 1976 y callaron de manera cómplice las atrocidades del terrorismo de Estado, mientras cerraba con la dictadura militar el vergonzoso despojo y negociado de Papel Prensa, apoyen el golpe de Honduras, aunque esto sea mediante los argumentos más curiosos? Claro que no. Lo que debe desenmascararse en cada debate callejero, en cada fábrica, facultad, colegio o con nuestros vecinos es que, en medio de la condena internacional, y el entusiasmo por la valiente actitud del Presidente constitucional ingresando al país y alojándose en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, el diario de los Mitre titule su Editorial del viernes 25 de septiembre de 2009 “El irresponsable retorno de Zelaya”. Ahora resulta que “Por la súbita reaparición de Zelaya, la capital de Honduras se ha convertido en un polvorín en el cual sus partidarios y sus detractores, acompañados por las fuerzas de seguridad, han puesto de nuevo en vilo al país y la comunidad”, rematando que “De algunos presidentes no puede esperarse mesura. De otros debería esperarse algo mejor que haber convalidado el plan de regreso por al fuerza”. Notable. Los culpables de la situación son el presidente constitucional y Lula, Presidente de Brasil, uno por ejercer su derecho, avalado por el pueblo, el otro por haber “convalidado” el “irresponsable” regreso.


Brutal pero cierto. Y tampoco en esta caso estamos frente a simples rencores ideológicos. Hay un plan abierto y en marcha, con “intelectuales” que se reúnen en nuestros países para denostar y desgastar los procesos populares en Latinoamérica, las medidas y decisiones que afectan los intereses de los poderosos, y la historia enseña que –pese a que mucho ha cambiado desde los 60 y 70—no vacilarán en avanzar en el armado de grupos de choque y sabotaje violento, como no vacilaron en dar un para muchos “inviable” golpe de Estado en un país centroamericano.


El 25 de septiembre, nada menos que como titular central de tapa, el matutino se alarma pues “Recrudecen los piquetes, un flagelo para el transito”. Obvio, estamos en 2009, sería impensable tamaña definición en 2008 en medio del caos en las rutas provocado por la patronal ruralista. La volanta no tiene desperdicio, “La Justicia pide identificar a los responsables”, como no lo tiene el alborozo del titular central de la primera plana del 28 de septiembre: “La policía de Macri tendría una división antipiquetes”. No, sin dudas, la lucha de clases, en este caso en el plano de la ideología, murió con la caída del llamado “socialismo real”.

Hoy, 29 de septiembre, una nota de tapa anuncia que “Temen que se radicalicen las protestas”. ¿Quiénes temen, cabría preguntarse? La nota lo responde: “Los empresarios presienten que el caso Kraft puede llegar a convertirse en el primer paso de una escalada y radicalización de los conflictos sindicales en la Argentina. Con una mezcla de preocupación y resignación, sostienen que la toma de la ex planta de Terrabusi, que se extendió a lo largo de casi 40 días, podría estar inaugurando una etapa de enfrentamientos más violentos”. Algunas de las definiciones que siguen tampoco tienen desperdicio: “Los hombres de negocios, además, destacan con inquietud que no se puede evaluar el conflicto de Kraft como un caso aislado. ‘Lo de Kraft es otro síntoma de la crispación que vive nuestra sociedad. Merece que todos hagamos un esfuerzo para bajar el nivel de conflicto’, señaló Juan José Aranguren, presidente de la petrolera angloholandesa Shell”. O que “En forma reservada, el presidente de un grupo europeo fue más duro. ‘Los sindicatos fuera de control son aún peores que los que ya conocemos, que ya son bastante malos. Es la Argentina que se viene. ¿Vio cómo está creciendo la villa 31? Esta anarquía es la primera muestra del desorden social que viene en la Argentina”.

Brutal, pero cierto. Abiertamente proponen frenar a palos la defensa de las fuentes de trabajo y el nivel salarial amenazado por la decisión del establishment de mantener su tasa de ganancia extraordinaria a costa de los trabajadores. Ni hablar de avanzar en la reedistribución de la riqueza. Y la receta es exigir y chantajear para que se reprima cualquier reclamo, revertir lo que fue una decisión política del actual gobierno que paró la ola de criminalización de la protesta social que heredó, ante la exasperación del privilegio. La presión sobre esa decisión es ahora brutal, y nada bueno auguran las definiciones citadas.

Como alguna vez dijimos “vienen por todo”. Derechos Humanos, Integración y solidaridad independentista latinoamericana, justicia social. El Gobierno tiene una responsabilidad que asumir. Cada uno de nosotros también.

domingo, 13 de septiembre de 2009

La campaña facciosa del diario "La Nación" y sus turifenarios.


El titulo (se nota), y el post, pertenecen al blog del amigo Joan Benavent, catalán de nacimiento, y de regreso a su patria hace ya muchos años, lo que no le impide seguir casi hora por hora nuestros nada apacibles días. “Nano”, como lo llamamos los amigos, no es precisamente un admirador del gobierno actual, y ha manifestado puntualmente sus críticas. Sin embargo, no se deja engañar por personajes como los que analiza, y que hoy publican sin ponerse colorados. Va su nota, desde España, y como si acabáramos de tomarnos un café en la calle Corrientes.


Cómo se mire, el supuesto debate que, desde el órgano mitrista y utilizando la piedra de toque aportada por Eduardo Duhalde, a la que se suma gustoso Cleto Cobos, huele a zafarrancho de combate.

Tras la deposición del ex Presidente asoman en sus páginas nuevos leños que alimentan la hoguera de una anticipada cesión del cargo presidencial.

Un ansiado Pacto de la Moncloa en versión criolla sería el santo remedio a tanta incompetencia oficial.

No voy a referirme a lo suscrito por Rodolfo Terragno, mejor periodista en el pasado que ministro de Alfonsín; aunque bien intencionado en cualquier instancia, sino a los miserables bandos de Abel Posse y el transformismo del de la foto que encabeza el presente artículo.

Sobre la vida y milagros de Posse ya escribí en el pasado reciente. Sin embargo, sus dardos venenosos no tienen desperdicio. Veamos sólo un par de ellos, sin quitarlos de un contexto más o menos delirante.

"¿Qué cantidad de poder tendrá que tener nuestro futuro presidente para corregir un país desmadrado, desabrochado, que se suicida a pinchazos de alfiler?...( )...¡Un país donde para vengarse de los soldados del 70, se niega la defensa nacional cuarenta años después!" (el subrayado es mío).

¿De qué soldados habla este contrabandista de la Historia? ¿De los inocentes colimbas, carne de pueblo al servicio de una casta de oficiales corrompida y adoctrinada en la represión por la tristemente célebre Escuela de las Américas y el Pentágono?

Se refiere a los últimos, no a los primeros. Él, diplomático de genocidas y escritor deseoso de vestir en papel sus vergüenzas siempre captó el lado heroico de las historias de terror que protagonizaron los sociópatas, con y sin uniforme.

Veamos...

"Nuestro Pacto de la Moncloa es probable, pero más difícil por nuestro espíritu anárquico y porque nunca pagamos mucho por nuestra estupidez política (diez mil muertos -se refiere a la jibarización numérica de los 31.000 desaparecidos y muertos manu militari- es una cifra insignificante en la antigua Europa, es la cifra de gente que fusiló Queipo de Llano en la toma de Extremadura, en tres días)".

Previamente, el ejemplar que juzga comparativamente "insignificante" la cifra de 10.000 (o 31.000) muertos, promediaba sus primeros renglones sosteniendo, ancho de cuerpo y flojo de esfinter.

"Somos como una llamarada de entusiasmo, vital y creadora que se empezó a extinguir quizás después de las Malvinas (es mío el subrayado) si quiere buscarse un hito aproximativo, puramente referencial".

El remate de la deposición desvela el aguijonazo de la duda por lo que acababa de perpetrar en el renglón. Quiso decir lo que dijo, sin vuelta de hoja. Para él "la llamarada de entusiasmo, vital y creadora" era el dramático estertor que despedía un pueblo aterrorizado por la dictadura más feroz y salvaje que la República Argentina haya conocido desde su fundación, incluida la consumación de una guerra insensata, en la que sus altos oficiales, de Galtieri para abajo, revelaron especial cobardía y singular incompetencia.

Que un tipo de éstos graznase como el cuervo tendría poca importancia, de no ser principal consejero de Duhalde.

Más cuidadoso que este decrépito apologista de la muerte y su patrón, el señor Rosendo Fraga, nieto de un general rabiosamente antiperonista y dueño de una consultoría respetada por buena parte de las organizaciones políticas de la derecha y las empresariales de toda la vida, critica el rumbo gubernamental, negando que la situación política propicie un Pacto de la Moncloa vernáculo; sí en cambio la necesidad de discutir y acordar soluciones durables por parte de los agentes políticos.

A falta de sables patrióticos que sin duda añora, el farsante de ojos velados y torcido rictus, se encorseta en fórmulas democráticas que, en apariencia no niegan la Constitución, tantas veces violada por sus camaradas del alma mediante su especial concurso.

Al respecto, amigos argentinos bien informados me advirtieron semanas atrás sobre los antecedentes de Fraga, ventilados en el mes de enero en Buenos Aires por la revista "Perfil". Según la misma, el ahora analista respetable asesoró al General Viola. Mis otras fuentes aseguran que fue el asesor principal de todos y cada uno de los responsables del terror de Estado, durante el llamado "Proceso de Reorganización Nacional", definiendo el hecho, "como el secreto mejor guardado hasta hoy" en la que fue dantesca historia de los años de plomo.

Yo, que no lo sabía (aunque descontaba la naturaleza "gorila" del caballero) señalé previamente lo útil que me había resultado la lectura de su texto sobre el general Justo (no en la interpretación, desde luego), procediendo a borrar su mención ni bien fui anoticiado de tan lúgubre prontuario.

Escritor ocasional de pobre letra, merece mi final desprecio y eterno rencor. Aunque nadie le haya juzgado ni condenado (pese a los esfuerzos de don Raúl Alfonsín en los años 80).

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Patronal rural para el recuerdo...


Apenas tres frases, pero imperdibles, de los dirigentes ruralistas consignadas hoy por los matutinos, que todos los días se compadecen, y acompañan, las manifiestaciones de profundo dolor que estos personajes realizan ante la “falta de respeto” que les dispensa el Gobierno:

Biolcati y Legisladores: “Los mismos que votaron a favor de la ayuda a las provincias, que después se vetó, tienen que ratificar o no su decisión. Y estoy seguro que esa manga de cagones van a hacer absolutamente lo contrario” (Declaraciones del titular de la Sociedad Rural, El Cronista, Pág. 2).

Lambías y titular de la AFIP: “(Ricardo) Echegaray tendría que dejar de tomar alguna sustancia que lo pone mal” (Declaraciones del titular de Confederaciones Rurales Argentinas, Buenos Aires Económico, tapa y Pág. 3).

De Ángeli y el gobernador de Entre Ríos: “(Sergio) Urribarri no tiene lo que tienen los hombres” (Declaraciones de Alfredo De Ángeli, en casi todos los medios).

lunes, 7 de septiembre de 2009

A 30 años de la vista de la CIDH, una mirada al papel del movimiento juvenil


En estos días se conmemoran los 30 años de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a nuestro país, y existen historias ocultas y ocultadas, con buena o mala voluntad, sobre aquellos días de terror y heroísmo, a las cuales pretendemos rendir un homenaje desde las vivencias personales, por lo que pedimos disculpas anticipadas por lo inevitablemente sesgada de la visión. En todo caso, que cada uno haga su aporte y con ellos sigamos contribuyendo a la reconstrucción de la memoria colectiva.


La “visita”, pobre palabra para definir semejante epopeya, comenzó en realidad mucho antes de aquel septiembre, por lo menos así lo vivimos los que en ese momento ya habíamos participado de la parcial, pero importante, la reconstrucción del movimiento juvenil organizado, en particular las juventudes políticas. Desde mayo comenzaron las acciones para enfrentar la presión de los militares, que buscaban suspender o condicionar la visita de la Comisión y junto a todas las organizaciones que luchaban contra los crímenes de la dictadura, se contribuyó a que no se aislara a familiares y organizaciones de derechos humanos, y a poner a la Junta en el banquillo internacional, con el “caso piloto” de la joven comunista Inés Ollero a la cabeza de las más de 5.580 denuncias presentadas.


En el mes de julio de 1979 llegaba a Buenos Aires el Secretario de la CIDH, Eduardo Vargas Carreño, para ajustar la agenda de la visita de la Comisión, que luego se concretaría entre el 6 y el 20 de septiembre. Desde antes de esa fecha, nos fuimos enterando de la fuerte presión de la dictadura sobre los partidos, que llegaba a sus juventudes. El chantaje era claro: cualquier participación pondría fin al “dialogo” que venía anunciando Harguindeguy; un diálogo que, según sus palabras, abracaba desde la derecha hasta la izquierda, con límite del PI. La presión –más allá de los exabruptos fascistizantes de La Nueva Provincia o Cabildo– la expresó con descaro “republicano” La Nación (19-7-79), al escribir que la visita obligaría a que “el arco de la política argentina se ponga en tensión” y la reacción ante ella mostraría el compromiso de cada uno “en relación a la lucha que las FF.AA. han librado contra la subversión”, lo que constituiría un punto de “referencia insoslayable (…) con relación al desenvolvimiento ulterior del país”. El diario de los Mitre-Saguier lo exponía con toda claridad, el mensaje era inequívoco: los que apoyen las denuncias, así sea con su sola presencia quedarán fuera del diálogo y de una eventual salida electoral.

Al mismo tiempo se desataba una fuerte ofensiva desde el Ministerio del Interior para intimidar y aislar a las organizaciones de derechos humanos. Varias de ellas fueron allanadas y se secuestró material fundamental. En el caso de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), el juez federal Martín Anzoátegui –con la excusa de presunta “incitación al falso testimonio”– dispuso un operativo en el que se secuestraron, sin que constara en el acta, una lista de 3.000 desapariciones registradas.

El 13 de julio el tema fue central en un encuentro de la Multipartidaria Juvenil que en pleno clima represivo reunió a más de 100 dirigentes juveniles, políticos y sociales en el Rincón Andaluz porteño. Comenzamos a impulsar las “comisiones de solidaridad” que tendrían que rodear a los miles de familiares provenientes de centros estudiantiles, clubes de barrios, núcleos sindicales; finalmente superaron las 80 en Capital y un centenar en la provincia de Buenos Aires. Y estamos recordando el inicio del segundo semestre de 1979.

Ya con la CIDH en la Argentina, el 8 de septiembre, otro centenar de jóvenes dirigentes realiza el II Seminario Juvenil de la APDH, donde se deja constancia de 5.470 denuncias de secuestros (en su mayoría, jóvenes y, entre ellos, trabajadores) y se levanta por primera vez la consigna de denuncia a la dictadura por instaurar “El delito de ser joven”.

Imposible, con documentación perdida o destruida, retener de memoria todos los nombres, pero formando parte entonces de la Comisión de Relaciones Políticas de la FJC recuerdo claramente a quienes “a titulo personal”, pero representando en realidad a sus identidades juveniles prohibidas, participaron activamente, cualquiera haya sido su destino político posterior: Nilda Garré y Juan Pablo Unamuno (peronistas); Luís Cáceres y Federico Storani (radicales); Martín Andicoechea y Roberto Garín (intransigentes); Mario Mazziteli y Carlos Pérez (socialistas populares y unificados, respectivamente); Carlos Bermúdez (católico); Marcelo Marcó (FUA); Marcelo Arbit (FUBA) y Patricio Echegaray, Francisco “Pancho” Delgado y Ángel Castañeda con quienes, desde la FEDE, compartimos esos vertiginosos días.

Una parte de las juventudes concurrió en conjunto y otras, como la JR por separado, consecuencia de de un duro, y a nuestro juicio estrecho, debate con las demás fuerzas acerca de los caminos de reconstrucción del movimiento juvenil y del papel del peronismo, más allá de su permanente censura a la experiencia final de las Juventudes Políticas Argentinas, de las que los jóvenes radicales se retiraron antes del golpe por la radicalización de la JP Regionales, con su posterior pase a la clandestinidad.

Las entrevistas con el presidente de la CIDH Andrés Aguilar y otras autoridades del organismo en el edificio de Avenida de Mayo 760 (donde hoy funciona una dependencia de la Procuración General de la Nación, paradojas de la historia, en uno de sus pisos la Unidad Fiscal de coordinación y seguimiento de las causas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de estado ) estuvieron marcadas por el impactante marco de las cuadras –seis, ocho, a veces diez– de familiares encolumnados, desafiando la presencia de los tenebrosos Falcon, y por la fotografía minuciosa de sus ocupantes por parte de los “grupos de tareas”.

Pese a las presiones, una gran parte de los partidos políticos democráticos pusieron su cuota --y su presencia física-- para romper la maniobra de aislar a los organismos de derechos humanos y avalar las miles de denuncias realizadas por familiares en causas de violaciones a los derechos humanos, permitiendo que se revelara por primera vez al mundo el grado de extensión y organicidad a los que había llegado el movimiento de derechos humanos y por el Estado de Derecho en la Argentina.

La Comisión ha llegado a la conclusión de que, por acción u omisión de las autoridades públicas y sus agentes, en la Argentina se cometieron durante el período 1975 a 1979 numerosas y graves violaciones de fundamentales derechos humanos reconocidos en la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre”, señalaba el informe final elaborado por el organismo, rechazado y censurado por Videla y finalmente publicado en 1980. En otra de sus conclusiones, la CIDH planteaba que “en particular, la Comisión considera que esas violaciones han afectado el derecho a la vida, a la libertad personal, a la seguridad e integridad personal, de justicia y proceso regular”, y puntualizó sobre “violaciones a la libertad de opinión, a los derechos laborales y políticos. Puntadas de un hilado de la memoria colectiva apenas iniciado. Memoria que es presente, cuando el envalentonamiento de los sectores retrógrados enquistados en la Justicia, tiene su base en una ofensiva para frenar el proceso de juzgamiento de los crímenes de la dictadura militar: ya no se conforman con trabar los juicios al terrorismo de Estado, sino que buscan consagrar jurídicamente la impunidad, impulsados por los grupos que promuenven -- y actuán-- para que un "futuro" Gobierno haga realidad sus sueños.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La ley y la trampa


No siempre, aunque son imprescindibles, develar la realidad requiere de un análisis rigurosamente teórico. Hay días, como el de hoy, en el que una simple lectura atenta de los diarios permite ver la pata de la sota…


Salvo el resultado final de la moratoria y el blanqueo hay pocas coincidencias en las variadas portadas de los matutinos pero es evidente la decisión de los principales matutinos del país de profundizar el choque con el gobierno, priorizando noticias, o interpretaciones, que lo afecten, aunque el verdadero trasfondo es la desesperada resistencia al avance de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

La Nación, con “los tapones de punta” encabeza su edición asegurando que “Cayó a su nivel más bajo la imagen pública del Gobierno”. En nota de tapa el diario apunta que “Ni la transmisión del fútbol gratis ni las demás medidas que el Gobierno priorizó en la agenda pública pudieron por ahora levantar la imagen del oficialismo después de la derrota electoral del 28 de junio”.

Cita un trabajo que ayer difundió la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, según el cual el índice de confianza en el gobierno (ICG) alcanzó el valor más bajo del período kirchnerista y, con un descenso de 10 por ciento en agosto, se ubicó en 1,11 puntos en una escala que va de 0 a 5.

Carlos Pagni, también desde tapa, aprovecha para apuntar que “Ayer se conocieron dos datos que revelan que los Kirchner no consiguen superar su crisis política. Al contrario, la están profundizando”. Cita el estudio publicado y añade que “La imagen del matrimonio, según las encuestas más serias, tampoco se recuperó. La Presidenta sigue cayendo y su esposo cosecha volúmenes de rechazo que nunca antes se habían registrado. Esta reprobación, tan marcada, constituye un problema en sí mismo para cualquier administración, en cualquier sociedad. Al perder consenso, los líderes políticos se vuelven impotentes para afrontar los costos que trae consigo la mayoría de las reformas. La palabra de los funcionarios se devalúa y su interpretación de lo que ocurre en el país es cada vez menos aceptable. Todo lo oficial se vuelve sospechoso”. No hay duda que sabe de lo que habla, y por eso más adelante muestra el verdadero eje de su reflexión cuando añade que “Sin embargo, lo que vuelve novedosos a la Presidenta y a su esposo es que no se conformaron con ratificar una orientación rechazada en las urnas. Desde hace un par de semanas, decidieron que, ahora que perdieron poder, debían avanzar sobre áreas ante las cuales en los buenos tiempos se habían inhibido. A menor caudal político, reformas más agresivas”, subrayando Pagni lo que realmente preocupa: “decidieron avanzar sobre la estructura y el contenido de los medios de comunicación”. Por su parte, Joaquín Morales Solá, Pág. 7, asegura que “Duhalde prepara al peronismo para ser oposición”, convencido a su criterio que puede que no logre triunfar un candidato de ese origen en 2011, pero por ahora, dice, “El próximo objetivo de Duhalde es participar efectivamente de la lucha contra el proyecto oficial de ley de radiodifusión”.

Clarín, tomando una de las informaciones centrales del día, la presenta en su titular central con abierta intención de cerrar el balance con su opinión desfavorable: “Sólo se blanqueó un 3% del dinero que está afuera” titula, para añadir que “Los contribuyentes declararon bienes y dinero por una cifra equivalente a US$ 4.380 millones. Es un monto bajo frente a los US$ 128.000 millones que los argentinos tienen en el exterior”.

La seguidilla de tapas claramente cuestionadoras del oficialismo del matutino, habitualmente ha podido entenderse mejor leyendo su sección cuasieditorial Del Editor al lector, publicada en Pág. 2. Como si a sus voceros designados le exigieran una prueba de virtud permanente, ayer comentamos el caso de Ricardo Roa, que supo escribir en El Descamisado (después se olvidó…) y hoy lleva la firma de su Editor General, Ricardo Kirschbaum. Opina que, con las encuestas claramente desfavorables a la conducta del Gobierno, “…el control de los medios que se propone el oficialismo apunta a que esa parte del universo, crítica a la gestión del Gobierno, sea domesticada y colabore en la tarea de volver a hacer digerible y posible otra candidatura Kirchner en 2011. Puede ser una ingenuidad, pero se asienta en la fabulación sobre la influencia negativa que han tenido los medios –y se supone que seguirán teniendo– en las elecciones. Ese estereotipo es funcional al intento de avanzar con una ley de medios que, paradójicamente, proviene de un Gobierno que ha opacado cuando pudo la información pública, aún la más burocrática, ha cegado las fuentes informativas y ha presentado al periodismo como un peligro”. Kirschbaum, otrora referente de la “izquierda nacional” tucumana, se encarga de expiar errores y marcar diferencias con su pasado. Opina, ahora, que “La revisión comparada demostrará lo obvio: la derecha y la presunta izquierda coinciden en que los medios con credibilidad y audiencias masivas, apoyados en la autonomía económica, construyen una independencia muy molesta para el poder”.

Sin ser condescendiente, La Prensa titula neutro: “Día de la Industria”, destacando la cifra que la Presidenta anunció en un acto de CAME, pero añadiendo otros datos: se registraron en el sistema previsional 330.000 trabajadores y se inscribieron 202.000 contribuyentes, a la vez que CFK anunció que el superávit comercial llegó a 11.167 millones d dólares en julio, en tanto Buenos Aires Económico, que no oculta sus simpatías por la actual gestión, titula “El blanqueo superó las expectativas y llegó a 32.000 millones de pesos”..

El Cronista se alinea claramente en la oleada de cuestionamiento al oficialismo y toma una parte del discurso presidencial citado para encabezar su edicion: “Cristina amenazó con intervenir también el mercado de las ART. Al respecto, afirma que “Desde el día que estatizó las AFJP, los empresarios temen que el Gobierno se anime también a desarticular un sistema que nació al amparo de la jubilación privada: los seguros por accidentes laborales. Ante la falta de acuerdo para reformar la ley de ART, la propia Cristina Kirchner anticipó ayer que el Estado podría crear un nuevo modelo de cobertura”, en tanto otros medios dan cuenta que el ministro Tomada advirtió que, en tanto no haya definiciones, podrían triplicarse las indemnizaciones por accidentes laborales.

Sin embargo, como en el caso de sus colegas pro monopolio, en este caso en la franja superior de la tapa, puede encontrarse la explicación a la virulencia impresa: “De Narváez rechaza otra denuncia K: ‘Persiguen a los que piensan distinto”, para informar que el diputado rechazó una denuncia del titular del Comfer, Gabriel Mariotto, quien lo acusó de ocultar la composición societaria del multimedios América, dato que –dice—“se conoce hace cuatro años”, pero –no dice—es incompatible con sus funciones de legislador según la legislación vigente. El diario, también propiedad de Francisco De Narváez, desarrolla varios artículos críticos al respecto, el principal firmado por el Director Periodístico del matutino, el ex Clarín Fernando González: “La persecución, esa costumbre de los autoritarios”.

Crítica, con un claro posicionamiento, titula en forma de aviso clasificado “Canjeo deuda por prensa amiga. Perdono todo. Absoluta reserva. Interesados, favor de comunicarse con Balcarce 50. Preguntar por el señor Pepe Albistur”. La ilustración es más contundente que el titular: un conjunto de micrófonos frente a una mesa de conferencia con rotulo de supuestos medios: “Canal K”, “Radio K”, Cable K”, “Gaceta K”, www.k.com, entre otros. Revestida de un aparente enfoque analítico, la volanta apunta que “En plena guerra con Clarín, el Gobierno suma otra herramienta de persuasión: la Secretaría de Medios condonará a discreción obligaciones impositivas y provisionales de las empresas periodísticas”. En interior, donde desarrolla la temática hasta la Pág. 4 acota que “Ni la AFIP ni la Jefatura de Gabinete explicaron a cuánto ascenderá el costo fiscal de este perdón”.

Algunas pistas.

Las huellas de las fieras están a la vista, para quien quiera ver. Esta pelea no es fácil, pero es parte de lo decisivo.