viernes, 26 de abril de 2019

Acerca de "Sinceramente"


Dos reflexiones acerca de “Sinceramente”, como hecho político, por fuera del análisis de su texto:

    El llamativo éxito del libro de CFK (64.000 ejemplares en la “preventa” y la apresurada orden de sucesivas reimpresiones), implica que su compra corre por cuenta mayoritaria de franjas de la clase media, una parte de la cual en 2015 le retiró expresamente el apoyo a la ex presidente. En su momento, el macrismo y los medios que lo promovieron interpretaron ese abandono como un “triunfo en la batalla cultural contra el populismo”.

    Es posible especular acerca de que una buena parte de los lectores aludidos no hubieran adquirido, mucho menos leído, el libro, en lo que constituye una suerte de exitosa contraofensiva de CFK.

miércoles, 10 de abril de 2019

¿Es cierto que Fernando Nadra apoyó a Carlos Menem?


A casi 25 años de la muerte de mi padre, todavía hay quienes repiten una y otra vez falsedades acerca de su trayectoria, o los motivos de alejamiento del PC. Es el caso de un lector de mi muro de Facebook, quien luego leer mi desmentida a su afirmación de un “acercamiento político” de Fernando Nadra a Menem, me “invita” cordialmente a que lo demuestre. Transcribo el texto de mi segunda respuesta.

Estimado LVS:

Agradezco la invitación, y probaré que es totalmente inexacto que Nadra apoyara en modo alguno la presidencia de Carlos Menem, y aún mucho más falso que fuera su asesor.

Sin embargo, debo aclarar que -tanto en el derecho burgués como en la legislación socialista- es el que acusa y no el acusado quien debe probar sus afirmaciones.

Nadra efectivamente se entrevistó con Menem, a quien conocía desde mucho tiempo atrás, como a casi toda la dirigencia argentina del siglo XX, el 14 de agosto de1989. Lo hizo para cuestionarle en persona el anuncio del regresivo plan económico (Bunge Born) que anunció a contramano de sus promesas electorales, y rechazar las primeras insinuaciones de que decretaría un indulto a los genocidas, como finalmente hizo.

Esto queda comprobado con un comunicado de prensa elaborado y firmado por mi padre, en el que también desmiente a "voceros del PC", y cuya copia fotográfica incluyo en primer lugar, el que para despejar toda duda tiene sus propias correcciones manuscritas.

Aquella cúpula del PC es la que difundió esa versión a la prensa (que la reprodujo con entusiasmo y ocultó la desmentida de Fernando), para desprestigiarlo y enfrentarlo con los miles de militantes que lo acompañaron durante años, un ladrillo más en la pared de viles ataques a que lo sometieron para justificar el posterior desplazamiento y suspensión de quien entregó buena parte de su vida a ese partido y la causa revolucionaria, lo que pagó con años de persecución y prisión.

Otro dato que celosamente ocultó esa dirección, y omitió publicar la prensa canalla, es que Nadra volvió a rechazar expresamente esa versión en 1990, luego de una segunda entrevista con Menem en la que expresamente le fundamento su reclamo de un inmediato retiro de un proyecto para aplicar la pena de muerte en la Argentina. También, con sus correcciones manuscritas, incluyo la fotografía de este otro comunicado.

Con sus habituales códigos, fruto de largos años de dirigir y ampliar las relaciones políticas del PC, no incluyó un dato vital, pero que fue confirmado por el propio Carlos Menem: lejos de acercarse a sus posiciones, Fernando Nadra rechazó su propuesta formal de ser embajador argentino en la Unión Soviética o Cuba, una astuta maniobra de captación en la que sí cayeron otros políticos como Jorge Abelardo Ramos, que aceptó y ocupó la embajada en México.

Esta mentira -como otras tan absurdas como cenas con el genocida Videla o una confrontación en la selva boliviana con el Che Guevara, con quien estableciera una afectuosa relación, pero en La Habana- son parte de la campaña a la que aludo.

En el caso de la supuesta calidad de “asesor” de Carlos Menem, esta falacia fue lamentablemente reproducida por el historiador Horacio Tarcus en su Diccionario biográfico de la izquierda argentina: de los anarquistas a la “nueva izquierda” (1870-1976), en 2007.

A los pocos días de su aparición, me reuní con Tarcus, titular del Cedinci, al que nuestra familia donó buena parte del archivo y biblioteca partidaria de mi padre, en su oficina porteña de Fray Luis Beltrán al 100, y en esa reunión se comprometió a corregir el error en futuras ediciones.

Conozco esta campaña de difamación en detalle, no solo como orgulloso hijo de Fernando, sino como miembro del Comité Central del PC elegido por el XVI Congreso, y director del periódico partidario, afiliación y responsabilidades a las que renuncié públicamente en 1990, camino que luego fue siguiendo el 90% de esa cúpula partidaria, una parte de ella para seguir cómodos y redituables caminos, alejados de los ideales que decían defender.

La agradezco LVS, y lo invito a publicar esta aclaración, junto a los comunicados, en su propio muro (cuyos textos originales puede hallar en el Fondo Fernando Nadra de la Biblioteca Nacional), pues todavía son muchos afiliados, o ex afiliados, que con dolor han creído este tipo de mentiras.

Lo saludo cordialmente

Alberto Nadra