domingo, 26 de febrero de 2012

Somos pueblo, somos fuerza para el cambio

No somos neutrales, ni esperamos a ver qué pasa para dar nuestra opinión y calcular nuestras acciones.

Enfrentamos a los voceros y a los activistas del privilegio que pretenden utilizar de manera hipócrita nuestras limitaciones y nuestros errores para frenar y ahogar el proceso de cambios iniciado en 2003.

Nos dan nauseas los alcahuetes y los obsecuentes que justifican lo injustificable para no arriesgar un puesto o una “posición” obtenidos.

Abrazamos a todos nuestros compañeros, aun a aquellos que creen sinceramente que callar sobre lo que se ha hecho mal; no reclamar lo no se ha hecho; o no enfrentar las miserias de toda obra humana es “dar pasto a las fieras”, o peor, “armas al enemigo”. Los llamamos especialmente a la reflexión. Porque grandes epopeyas de la humanidad han implosionado o fueron arrasadas por esa falsa defensa.

Somos viejos militantes, con más heridas que medallas; con más errores que aciertos. Y no vamos a permitir gratuitamente que nos ganen esta batalla por nuestro silencio. Diremos y haremos lo que creamos que haya que decir o hacer, a menos que nos convenzan de lo contrario.

También somos nuevos militantes, que recuperamos o descubrimos la fe en la capacidad transformadora de la política con mayúsculas. Y no dejaremos que nos roben la esperanza y el porvenir. Al menos no sin pelear.

Estamos en un momento bisagra: avanzamos sin vacilaciones o los enemigos del pueblo ganarán fuerza para atacar las conquistas obtenidas; jamás para corregir nada.

Tenemos que transformar toda la bronca, y aún las críticas –las de buena y las de mala fe–, en FUERZA PARA EL CAMBIO. Para iniciar la PRIMERA GRAN EPOPEYA DEL SIGLO. Pues de eso se trata: de transformar totalmente el sistema de transporte con la mano del Estado y aprovechando el recurso de tener un pueblo movilizado. Y encarar nuevas epopeyas, que tornen irreversibles los cambios: devolver a la Nación la renta minera, petrolera y financiera, para hacer grande la PATRIA y traer bienestar al PUEBLO.

Somos pueblo y fuerza para el cambio. Aquí están nuestra voluntad, nuestras convicciones y también nuestros cuerpos.

Aquí estamos COMPAÑERA PRESIDENTE. No tenemos vocación de espectadores. Tenemos experiencia y decisión de protagonistas. Juntos, podemos transformar definitivamente la Argentina.

Aquí estamos, y estaremos; de una u otra forma.

Tomarse el Olivo


Seguimos con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.

Esta expresión, que traduce la idea de retirarse de un sitio repentina o bruscamente, hace juego “con dar el olivo”, despedir a alguno, por lo general de su trabajo. La frase carece de explicación para quien no es español ni está familiarizado con las corridas de toros. Olivo, en el lenguaje taurino, es, según el diccionario, la barrera que sirve de refugio a los toreros cuando están en situación comprometida.

“Tomarse el Olivo” proviene del sitio en el que se crían los toros de lidia, las dehesas. Estas se hallan rodeadas por olivares. Y nada mejor que subirse a uno de sus árboles para esquivar la cornamenta cuando un animal de ésos se viene encima.

“Dar el olivo”, en cambio, es de invención argentina. Aunque deriva de la anterior, ni la persona despedida, ni quien la echa abruptamente piensa, al aplicarla, en toros o aceitunas. Y mucho menos recuerda que las ramas del olivo simbolizan la paz.

viernes, 24 de febrero de 2012

Una Explicación para el "Cromañón Ferroviario"


“¡Alerta!, viene marchando el Cromañón ferroviario. No es un presagio, sino una certeza. Debemos estar atentos, alertas, despiertos, sin espantarnos, reconociendo que estamos bajo la influencia del planeta Cromañón que irradia muerte”, Juan Carlos Cena, 16 de enero de 2005.

Escribo estas líneas al calor de la información de la aparición del cuerpo de Lucas. Muerto nº 51, su rostro, repetido en las pantallas, pone historia, vida y muerte al horror de todos aquellos muertos y heridos en Once el pasado miércoles 22. No fue un accidente ni un imponderable. El “Cromañón ferroviario” es el resultado de la desidia, la falta de control estatal (especialmente dolorosa para quienes apoyamos el proceso de cambios iniciado en 2003, siempre con casi nulo eco donde se toman las decisiones), y el funcionamiento aceitado de un mecanismo de corrupción. Hay responsables.

Las palabras que siguen a estos párrafos, no me pertenecen. Son parte de un trabajo de Juan Carlos Cena, con las demoledoras conclusiones de este profundo conocedor del ferrocarril, a casi medio siglo desde que empezó su trabajo en los talleres, y aún hoy es técnico e investigador. Fue Secretario General del Personal Técnico de Dirección de Ferrocarriles y es autor de los libros: El Ferrocidio, Ferroviarios: Sinfonía de Acero y Lucha, El Guardapalabras, entre otros.

Lo conocí de la mano de mi suegro, Jorge Canelles –dirigente del Cordobazo, junto a Agustín Tosco y Elpidio Torres. Jorge venía de la izquierda tradicional y era el referente sindical del gremio de la construcción. Cena, de la Resistencia Peronista con las persecuciones de la Libertadora, del plan Coninntes y de tantas épocas oscuras, hasta la infamia de 1976. Muchos de esos episodios los encontraron juntos. Eran amigos y, a la sombra de esos relatos, se coló mi afecto.

Él tiene la palabra. Con la demoledora contundencia de las convicciones y los hechos.

Todos los días, como una constante, ocurren accidentes en el transporte ferroviario Suburbano ocultados celosamente por las empresas concesionarias y la CNRT. Sí, hay desidia, complicidad, improvisación, falta de personal, de mantenimiento en las unidades de inversión. Todo como consecuencia de la falta de políticas de Estado para el Transporte.

A consecuencia de ello, las unidades, o sea los coches de pasajeros, no reciben el adecuado, por no decir ningún, mantenimiento preventivo en los depósitos. Revisación de ejes, rodamientos (llantas y sus perfiles), suspensión, frenos, sistema eléctrico; y en las vías: señales, semáforos, conservación y renovación y así.

Hay un desprecio y una insensibilidad manifiesta hacia los pasajeros. Los trenes del F.C. Sarmiento están plagados de falencias técnicas y el peligro es latente. Todos los otros recorridos del T.B.A., están llenos de anomalías. T.B.A. es una de las empresas dedicadas al transporte, de la familia Cirigliano.

La crisis en el universo ferroviario es integral. Tanto en los trenes suburbanos, cargas y en los de cartón de pasajeros de larga distancia inaugurados con una gran pompa K. Abarca todo. No hay rincón donde ella, la crisis, no esté presente. Pero hay crisis de finitud, el de este sistema perverso de las concesiones ferroviarias. Todo este sistema concesionarista va camino al colapso. Los accidentes de trenes fueron moneda corriente durante todo el 2005 hasta la fecha. ¿Podemos inferir que el gobierno nacional continúa subsidiando los accidentes ferroviarios? Desde el año 2005 venimos denunciando desde el Mo.Na.Re.FA que se avecinaba un tiempo ferroviario plagado de accidentes.

Por otro lado, decíamos que la Gerencia de Seguridad en el Transporte, que depende de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, publicó una estadística donde reflejaba que en el área metropolitana durante el 2003, fallecieron un total de 389 personas y 1064 resultaron heridas de gravedad. En los últimos 7 años, cerca de 14.000 muertos.

Cifras reveladas por el propio Secretario de Transporte que manifiesta: ‘La Argentina tiene un record importante de muertes en ferrocarriles: más de 400 por año’. Lo que no dice es por qué ocurren esos accidentes. Las cifras son demostrativas y hay que compararlas cuando los ferrocarriles estaban en manos del Estado. Veríamos como los ferrocarriles del Estado tenían sumo cuidado en las cuestiones de seguridad. Acá en el periodo privatista todas esas normas de seguridad se anularon, como así los sistemas de controles.

Las cifras son palmarias y hay que compararlas cuando los ferrocarriles estaban en manos del Estado. Veríamos como los ferrocarriles del Estado tenían sumo cuidado en las cuestiones de seguridad. Acá en el periodo privatista todas esas normas de seguridad fueron anuladas por los concesionarios, como así los sistemas de controles, con anuencia de la Secretaria de Transporte.

La CNRT es la responsable del control integral de los modos de transporte, en este caso el ferroviario, es el órgano de control del Estado.
La inoperancia de la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) es patética. Pero es para preguntarse si ¿es inoperancia o complicidad manifiesta? ¿Cómo es posible que se les hayan renovado, a estas empresas concesionarias, los subsidios?¿Cómo es posible que sigan ocurriendo accidentes por cuestiones de mantenimiento preventivo en todo el material rodante, vías y señalamiento?

En casi todas las líneas de trenes los sistemas de suspensión están vencidos, el bamboleo de los coches obedece al mal estado de las vías que no se les hacen la renovación o el cambio de durmientes y afirmación de balasto (piedras) en forma permanente, lo mismo que el sistema lateral de la suspensión.

En el sistema eléctrico de trenes suburbanos que toma la alta tensión, (electricidad) del llamado tercer riel, no tiene la protección suficiente, las maderas que cubren ese tercer riel están podridas, no han recibido el baño de creosotado o aceite para su conservación, algunas rehuídas, otras ausentes...

El Poder Ejecutivo Nacional ¿no sabe de las falencias graves de esas concesionarias en las prestaciones y en las violaciones de los contratos?

El ex Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino era claro: ‘Hace bastante tiempo que el Estado está en condiciones de rescindir las concesiones de la empresa Metropolitano, pues estamos ante una concesión cuya ejecución está llena de incumplimientos desde hace ya varios años’.

El accidente ocurrido en la Estación Once es producto del colapso de los ferrocarriles concesionados. La falla de los frenos es cosa corriente en ese ramal. Más de una vez los conductores conducen un tren con fallas en los frenos por las deficiencias en el compresor. Dan la alarma y le dicen desde Control que continúe que el mecánico está en la estación Tal. Pues no está y así con la otra.

La cuestión de todos los accidentes debemos enmarcarla en la ausencia de políticas de Estado para el transporte. No hay políticas de Estado de este gobierno diseñadas para el control de transporte en general, pero en este caso el ferroviario. Nunca se diseñó una política nacional de transporte, ni este gobierno ni los anteriores.

Sólo se han favorecido al autotransporte automotor sin políticas y al transporte de pasajeros ferroviarios como un negocio a través de los subsidios. Las fallas técnicas son a consecuencia por esa falta de políticas de transporte. No hay controles preventivos, ni fiscalización sobre las obras comprometidas. No hay mejoras. Se viajaba como ganado, ahora es peor. Es suicida embarcarse. Los que viajan son pasajeros con necesidades serias de trabajo, seres llenos de valentías en busca del jornal. La empresa TBA y el gobierno, en este caso, deslizan un comentario perverso de que el conductor se durmió. Deslizamiento siniestro para eludir responsabilidades. Los sindicatos guardaron un silencio cómplice. Hoy se rasgan las vestiduras.

Los usuarios del ferrocarril deben escuchar y actuar reclamando junto a los trabajadores ferroviarios que sí lo hacen. Las vidas que transportan los trabajadores ferroviarios, a diario, son una responsabilidad, pero la responsabilidad principal es de la empresa que usufructúa la concesión, donde el Estado les da un subsidio para que efectúen una prestación de acuerdo al contrato que debe ser correcta.

Subsidio que ronda aproximadamente en 4,5 millones diarios de pesos. La misma cifra que decían cuando demonizaban al sistema ferroviario por deficitario, con la diferencia que corrían todos los trenes de pasajeros por el territorio nacional, funcionaban los 37 talleres, 40 policlínicos, trabajaban 85.000 trabajadores, hoy existen 1.200 pueblos fantasmas y los accidentes tuvieron el nivel más bajo de su historia.

Ferroviarios y usuarios deben actuar juntos, para contrarrestar la perversidad de la especulación que realiza el concesionario para que su política de lucro sea floreciente.

Podemos cuantificar que por la ausencia del ferrocarril hemos pasado de la Accidentologia a la Siniestralidad por la cantidad de accidentes y muertes en las rutas y en las mismas redes ferroviarias.

Como primera medida este gobierno le debe quitar la concesión al TBA. Es la concesionaria junto ALL de carga tiene la carga más grande de accidentes.

Debe además de revisar todos los contratos de concesión, para que luego vuelvan al Estado. El gobierno debe rescatar a los ferrocarriles con los inventarios en mano para comprobar verificando que nos dejaron.

Los ferrocarriles deben volver a manos del Estado Nacional. Se debe terminar con las políticas concesionaristas. Los ferrocarriles en el mundo son estatales. Acá triunfaron las políticas tatcherianas, políticas que fracasaron en su propio territorio. Los ferrocarriles ingleses regresaron al Estado.

Es deber, de todo Estado, reconstruir los ferrocarriles. Reconstruirlos, es reconstruir a la nación. No hay reconstrucción nacional posible sin la fuerte presencia del ferrocarril, para que integre de nuevo el país, que beneficie a las economías regionales, que restablezca la conexión perdida entre pueblos y regiones, y para que en todos los pueblos abandonados retornen a la vida.

No es cierto que no hay otro plan para los ferrocarriles y el transporte, quienes dicen eso son los que nada saben, intelectuales, economistas y los gatopardos que algo saben y se callan, esperando ser convocados a la danza de los acomodos, y aquellos que desguazaron las empresas del estado. Nadie habla del tema ferroviario y del transporte, porque hay que decirlo, no saben, no conocen y no pueden hacer un curso acelerado. El colonialismo fabrica colonizados.

Porque para hacer posible, la recuperación de los ferrocarriles para la nación, lo nacional debe unirse a lo popular y lo democrático. Y lo popular y democrático no puede realizarse sin la independencia nacional.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Grecia: ¿Rescate o colonización?


El presunto rescate de Grecia se parece a aquél chiste según el cual "salimos de Guatemala para entrar en Guatepeor". El país de Sócrates debe ahora 360 mil millones de euros, el 160 por ciento de su PBI. Si todo va bien y aplica el ajuste al pie de la letra, en 2020 deberá solamente el 120 por ciento, lo mismo que ahora debe Italia y un 20 por ciento más de lo que debe España.

Si este es el rescate prefiero ahogarme, diría Perogrullo, aunque el ministro de Finanzas lo dijo de manera más dramática: "Era esto o el abismo". Le faltó explicar cuánto peor sería el abismo, ya que "esto" supone una quita del 30 por ciento en los salarios, haberes jubilatorios y pensiones, el despido de 100 mil empleados públicos, el remate del 40 por ciento de los créditos hipotecarios y prendarios, y siguen las firmas.

Grecia es un pequeño país de Europa del sur que vive del turismo y las aceitunas, con escasa industria, casi nula tecnología propia y con pocas posibilidades de sobrevivir con dignidad a un ajuste despiadado. Cinco sobre once millones de griegos (jubilados incluidos) están en situación precaria: con poco o ningún trabajo, sin casa o sin nada. La quita del 30 por ciento en sus ingresos supondrá la reducción del consumo en aproximadamente un cuarto del actual.

Aún con todo lo malo que supone "esto", para Varizelos es preferible a "lo otro", que según él sería intolerable. Habrá que creerle, aunque si nos atenemos a la experiencia argentina, lo peor era "esto" y no "lo otro", como lo demostró el crecimiento sostenido de la economía en el período 2003-2011, con un avance promedio del orden del 7,5 por ciento después del default y la quita del 65 por ciento de la deuda, obtenida por Néstor Kirchner.

Grecia es un experimento del siglo 21, como lo fue Guernica durante la guerra civil española. ¿Qué pasará si hacemos esto?, parece preguntarse la troika que forman el Banco Central Europeo (cabeza de la banca acreedora), Bruselas (¿o Berlín?) y el Fondo Monetario Internacional (el estado mayor del capital financiero). Porque si el ajuste despiadado funciona en Grecia también podría servir para disciplinar a España, Italia, Portugal e Irlanda. El espejo griego es aquel donde nadie quiere mirarse, pero delante del que casi todos deberán peinarse si el ajuste generalizado continúa.

Los deudores pedirán algunas concesiones, como ya adelantaron España e Italia. Si nos atenemos a lo ocurrido con Grecia, la respuesta de Alemania será negativa, es decir que la respuesta será negativa. Con Inglaterra fuera del euro, la postura germana, acompañada por Francia, es la nueva ley de Europa.

En el viejo continente conviven los diecisiete países que conforman la eurozona, más otros diez que están fuera. En conjunto viven allí unos 400 millones de personas, que constituyen la segunda economía del mundo, por delante de China y Japón, aunque, si se calcula el PBI por país, el segundo lugar detrás de Estados Unidos lo ocupa la gran potencia asiática. Com fuere, Europa todavía es muy fuerte, aunque aparentemente se está debilitando.

No obstante hay que tener cuidado. Toda crisis del capitalismo se basa en la precarización hacia abajo y la concentración hacia arriba. Por eso Alemania y Francia saldrán fortalecidas, el resto no. Esos dos países tirando en conjunto podrían ser las locomotoras del próximo tren europeo, pero siempre y cuando queden vagones que arrastar. Norberto Colominas

domingo, 19 de febrero de 2012

No Entender ni Jota


Seguimos con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.

La jota fue por mucho tiempo la Cenicienta de las letras. Y continúa siendo, a veces, el equivalente de lo ínfimo.

Ya el Evangelio registra esa condición: “Hasta que perezcan el Cielo y la Tierra”, se asegura allí, “ni una jota ni un ápice serán quitados de la ley…”. El texto alude a la yod, la más pequeña del alfabeto hebreo. Apenas un palito, que los romanos hicieron crecer: para que sonara como consonante le agregaban una colita que con el tiempo se convirtió en el “rulo” inferior que hoy lleva. Se tardó siglos en reconocerle un lugar en el abecedario español, tanto que durante una larga época se lo recitaba pasando directamente de la i a la k.

Hoy la jota figura a la par de las demás. Pero el dicho subsiste. Para dar a entender que no entendemos nada.

viernes, 17 de febrero de 2012

El último mensaje de Spinetta: sus cenizas junto al monumento a nuestros muertos


El texto que sigue pertence a la pluma de Juan Salinas, en su blog Pajaro Rojo. Un abrazo "Pajaro", hermano de la vida.

Las cenizas de Luis Alberto Spinetta fueron depositadas ayer a escasos metros del impresionante monumento que lleva los nombres de todos los caídos, asesinados y desaparecidos por el Terrorismo de Estado. Gran parte de la crema de nuestra generación. Está en el Parque de la Memoria, en la Costanera Norte. En el mismo lugar dónde, cómo recordaran, quise arrojar al río las cenizas de mi hermano Luis Antonio (no pude hacerlo por inconvenientes familiares: la negativa de su hijo mayor) y dónde quiero que vayan a parar mis cenizas cuando me llegue la hora.

No tengo claro si las cenizas de Spinetta fueron arrojadas al río, o esparcidas al viento y ya son Parte del aire, o mezcladas con la tierra de la orilla. Las noticias son algo contradictorias. En cualquier caso este módico misterio vuelve aun más mágico un lugar de por si muy cargado de carga simbólica.

La foto que subió Dante Spinetta es la de una toma de agua para la red y parece indicar lo primero. Frente a la toma, sobre la costa, hay una estatua de metal (un hombre joven que a veces parace caminar sobre las aguas y durante las crecientes queda con medio torso fuera del agua) que simboliza a los muchos desaparecidos que tienen en el río su última morada. Sobre el lugar, ubicado muy cerca del Aeroparque pasan a baja altura muchos aviones, lo que vuelve materialmente imposible el olvido.

Los textos twitteados por Dante y Catarina Spinetta, en cambio, parecen sugerir que las cenizas fueron espolvoreadas sobre la tierra. En cualquier caso, me emociona hasta los tuétanos que Luis haya querido estar ahí, junto al cenotafio de nuestros queridos muertos que por regla general carecen de tumba. Tapándole así la boca a los bobos que lo pretendían indiferente a la suerte de la generación de sus pares y de sus primeros, jóvenes seguidores, sus hermanos menores.

Luis jamás me defraudó. Y casi siempre me sorprendió gratamente. Acaba de hacerlo otra vez, ya muerto. Su alma de diamante ha contribuido a dotar a ese lugar sagrado de más magia todavía, de blindarlo contra todos los males de este mundo.

Ahora tengo la certeza de que más pronto que tarde estaremos simbólicamente juntos para siempre.

Los dejo con un texto que escribio Luis Alberto en el aciago 1976 ("Doscientos años", para el albúm El Jardín de los presentes), el "pirulo" que publicó hoy Página 12 y una foto que tiene lo suyo.


Una palabra,
solo una palabra...
dame la brisa,
dame toda brisa...
suave junco,
junco de la orilla...
dame una palabra...

Doscientos años,
¿De qué sirvió,
haber cruzado a nado la mar?

PAZ
"Este es el lugar –dice el mensaje de Twitter–, los que quieran traerle una flor y despedirse de nuestro papá, lo pueden hacer al lado del Paseo de la Memoria, acá en la Costanera... paz." El mensaje está acompañado por una foto del lugar y lleva la firma de Dante, Catarina, Valentino y Vera, los cuatro hijos de Luis Alberto Spinetta, quienes ayer arrojaron allí sus cenizas.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Al viento...


"Todos los votos son del viento...", canturreaba un admirador --confundido-- del flaco Spinetta.

sábado, 11 de febrero de 2012

Así No


No voy a emitir un discurso, ni a escribir un manifiesto. Pero sí algunas puntualizaciones. Porque no se puede mirar para otro lado…

1) Estoy muy lejos del ambientalismo/ecologismo bobo. Si por ellos fuera deberíamos volver a la caza y la pesca; sin hablar de las ONG’s, que responden a intereses de sectores o países determinados.

2) Repudio, aún mas –porque es más dañina, tiene mayor poder, y expresa un sistema de explotación que combatiré toda mi vida– la depredación capitalista, que destruye el medio ambiente y mata gente necesitada de trabajar. Alguien –no dudo que con buena intención– se preguntó públicamente esta semana "¿Que obrero trabajaría en un lugar donde lo envenenen?".

Es un grave error pensar que la respuesta es ninguno.

Hay miles, millones si tomamos el mundo que harían exactamente eso si no tienen otra posibilidad de subsistencia propia y familiar. Y los hubo desde incluso antes del sistema capitalista. En la literatura y en el cine –no precisamente “revolucionario” ni “extremista”– hay centenas de ejemplos, basados en hechos reales, de pueblos enteros –ya no sólo de trabajadores individuales– que resisten las acciones contra empresas contaminantes, que los envenenan a ellos Y A SUS FAMILIAS, porque necesitan el trabajo; aún ESE trabajo.

3) En estos casos el análisis es simple: ¿Cuál es el real impacto ambiental, y sobre la salud de la población, que tiene una actividad productiva; en este caso la minera? ¿Cuál es el beneficio que reporta? Tal vez si en La Rioja o Catamarca le aseguran a la población décadas de educación, salud, vivienda y trabajo cabría la posibilidad de hacer un cálculo costo-beneficio, implicando en el costo algún desorden ambiental. Pero el presente no es el caso. Las grandes empresas de explotación minera se llevan todo y no dejan nada más que destrucción.

4) Es cierto: “Menem lo hizo”. Pero también es cierto que no se ha producido ningún cambio desde que se fue; ni siquiera con este gobierno que apoyo, integro, y considero –en el rumbo general– nacional y popular.

5) Jamás avalaré ni admitiré con mi silencio que se reprima a un pueblo que con 100, 50, 25 o 0 % de razón reclama sin violencia ante los gobernantes que eligió.

6) No voy a admitir que me vengan con argumentos al estilo de que “esto lo usa el enemigo”, o los medios concentrados que jamás se ocupan de estos temas, entre otros similares. Sin duda que lo usan. Pero también es cierto de que el argumento es legítimo. De modo que no impide –de hecho, sería seguimiento incondicional permitir que impidiera– que lo PODAMOS, LO DEBAMOS, UTILIZAR NOSOTROS, LOS QUE, EN GENERAL, APOYAMOS. Se crece con la crítica constructiva; no con la obsecuencia y el silencio. En vez de asustarse (o cuidar la parte que les toca del despojo), ¿no sería propio de este proceso nacional y popular aprovechar la fuerza del reclamo del propio pueblo para encarar las transformaciones de fondo que necesitamos como país y como pueblo en la legislación minera?

En síntesis: NO a la represión; debate y análisis serio de los respectivos impactos ambientales. Y, sobre todo, que nuestro gobierno nacional impulse una nueva legislación minera, que proteja nuestros recursos naturales y la salud de nuestro pueblo de la codicia destructora de algunos pocos. Que cuando decidamos explotar esos recursos sea para beneficio de la población en conjunto y de la Patria; de las actuales y las nuevas generaciones.

jueves, 9 de febrero de 2012

Para saber como es la soledad...

Escasa, mezquina creatividad para despedir a un grande en las tapas de los matutinos, salvo Página/12, que sobre dibujo del que fuera considerado el mejor Larga Duración del rock nacional, el primero de Almendra, titula: "Para saber como es la soledad".

Nadie recuerda su frase, "Leyendo a Marx uno aprende como era Cristo". Y no hablaba de misericordia, sino de libertad.

¿Cómo no completar los versos en nuestra mente y nuestros corazones?

“Para saber cómo es la soledad/habrás de ver que a tu lado no está/que nunca a ti te dejara pensar/en donde estaba el bien, en donde la maldad. La soledad es un amigo que no está/es su palabra que ya nunca ha de llegar/ si es que sus sueños son luces en torno a ti/ tú te das cuenta que el ya nunca ha de morir”.

domingo, 5 de febrero de 2012

¡Viva la Pepa!


Seguimos con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.

Ese grito sirvió de consigna a la revolución que, en 1820, exigió en Cádiz el establecimiento de la constitución dictada ocho años antes, mientras Fernando VII se hallaba en Francia como prisionero de Napoleón.

Al poco tiempo de reasumir el trono, Fernando la abolió con la más severa prohibición de que se la mencionara en público.

Los liberales apelaron entonces a una treta. Como la constitución de 1812 había sido jurada el 19 de mayo, día de San José, cambiaron José por Pepe y bautizaron “Pepa” a la Constitución. Al grito de “¡Viva la Pepa!” se enfrentaron con las tropas, sin darles así razón para que los reprimieran.

La frase, que hoy ha perdido su sentido político, significa hoy algo muy distinto. Celebra cualquier oportunidad de hacer lo que a uno se le antoje. Vivando a la Pepa nos damos ánimos. E invitamos alegremente al despiporre general.

viernes, 3 de febrero de 2012

La Nueva Trova y la nueva trova


Por Silvio Rodríguez

El Movimiento de la Nueva Trova (con mayúsculas) fue fundado por los participantes en el II Encuentro de Jóvenes Trovadores, que se celebró en la ciudad de Manzanillo, en diciembre de 1972. Por eso este año celebraremos el 40 aniversario de aquella agrupación, posible por la masividad que llegó a alcanzar la trova en nuestro país. Viendo la cantidad de muchachos con guitarras que surgía en todas partes, la Unión de Jóvenes Comunistas decidió apadrinar aquella suerte de comunidad que, si bien sus componentes eran guitarreros, también tuvo colaboración de poetas, escritores, artistas plásticos, periodistas, dirigentes, filósofos, directores de televisión y de cine.

Aquella explosión de trova juvenil no carecía de antecedentes. Uno de los más luminosos --para mi--, fue una canción que sonó mucho en la radio, a mediados de la década del 60. Su poética era un canto a la existencia (después supimos que también a Dios), marcada por los acentos de un género musical que por entonces parecía obsoleto: la guajira. Su autora era Teresita Fernández, una maestra de Santa Clara que Bola de Nieve había traído a la capital. La canción se llamaba “Cuando el sol”, y la vibrante voz de Luisa María Güell la convirtió en suceso.

Otra autora femenina, en este caso habanera, venía describiendo una órbita de gran singularidad: Marta Valdés, que antes del 59 había sido cantada por famosos intérpretes y después trascendió la intimidad del feeling con una de las canciones más importantes (y menos reconocidas) de la posrevolución: “Canción para otro mundo”.

Por entonces algunos jóvenes autores coincidían en clubes nocturnos y tertulias privadas. Sus primeros quehaceres partían del movimiento del feeling, con armonías de vanguardia y letras de corte coloquial. Entre ellos se destacaban Luis Adolfo, Martin Rojas, Eduardo Ramos, Rey Montesinos, Pablo Milanés. Los dos últimos también compusieron guajiras memorables, aunque de ellas la más trascendente fue la de Pablo (“Mis 22 años”), que marcó un hito, a pesar de ser poco divulgada.

Por aquellos tiempos Noel Nicola componía sus primeros temas en las Tropas Coheteriles Antiaéreas; el estudiante de Física del Instituto Pedagógico, Vicente Feliú, se acercaba a la guitarra de su padre; Belinda Romeu hacía sus pinitos en 17 y C, fiel al signo musical de su familia. Yo cargaba con un saco de libros y una maltrecha guitarra por las unidades del Ejército de Occidente.

Una fuerte evidencia pública del surgimiento de una joven corriente en la canción (la nueva trova con minúsculas) ocurrió en septiembre de 1967, y fue el programa de televisión “Mientras Tanto”. Desde su lanzamiento empezaron a trazarse curiosos hilos comunicantes, porque entre los primeros invitados figuraba Teresita Fernández, a quien el Caimán Barbudo le había hecho un homenaje. Poco después de empezado Mientras Tanto, me estaba haciendo acompañar por Sonorama 6, grupo que dirigía Martín Rojas, y Eduardo Ramos integraba. Para colmo, una de las razones por las que aquel programa fue “sacado de circulación” fue mi promesa de presentar a Pablo Milanés, y mi posterior disculpa por no haberlo logrado, “por razones ajenas a nuestras voluntades”.


Todo esto quiere decir que en 1967 ya nos conocíamos e interactuábamos los que, a principios del año siguiente, participaríamos en el concierto que marcó un antes y un después en la trova cubana. Me refiero al que ocurrió en Casa de las Américas, el 18 de febrero de 1968. Pablo, Noel y yo fuimos los anunciados. Pero aquella noche en el público estaban Martín, Eduardo, Belinda y Vicente, y algunos de ellos se sumaron al concierto, y lo completaron.

Por todo esto en 2012 se celebran dos fechas: Los 40 años de la organización oficial, el MNT, la Nueva Trova con mayúsculas. Y los 45 de aquellas otras fechas de los orígenes, cuando el futuro era incierto y varios trovadores con distinta madurez y procedencia empezamos a juntarnos, a simpatizar y a intercambiar canciones.

En aquel toma y daca generacional yo tenía mucho que aprender y poco que aportar. Había hecho muchas canciones, pero pocas tenían la solidez musical de las de Eduardo, Martín, Montesinos o Pablo. Ellos, a pesar de ser casi tan jóvenes como yo, acumulaban ricas experiencias profesionales y habían estado en contacto con los mejores autores e intérpretes del país. Yo había pasado aquellos años haciendo mi servicio militar, leyendo mucho en mis horas libres, pero sin la más mínima confrontación musical.

Yo empecé a crecer musicalmente cuando les conocí. Y aquí quiero dejarles, una vez más, mi gratitud.