domingo, 13 de febrero de 2011

Despues de mí el diluvio...


Seguimos con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.


Frase que traduce una total desaprensión por los males que nuestros actos pueden causar en el futuro. Ya sea una deuda contraída sin saber como ha de pagarse, de un contrato de improbable cumplimiento o de cualquier otro compromiso muy difícil de afrontar. Suele ser atribuida a Luís XV en el momento de morir, pero diversos testimonio prueban que madame de Pompadour, amante del monarca, ya la había empleado refiriéndose a ambos. Cuando el rey se mostraba preocupado por los desastres que culminaron con la pérdida para Francia de sus posesiones en Canadá y en la India, y con una pésima situación económica, la Pompadour le aconsejaba indiferencia: “No debéis afligiros: después de nosotros, el diluvio”. La expresión tiene el valor de un encogimiento de hombros, de una negativa a enfrentar y tratar de resolver nuestros propios errores. Hoy más que nunca vale también a políticos que sólo se ocupan del llamado “corto plazo”, y es aplicable a quienes irracionalmente dañan las condiciones de vida en el planeta. Cuando, más tarde o temprano, las consecuencias sobrevengan, y otros deberán hacerse cargo de ellas.

2 comentarios:

  1. Hola: estamos convocando para la reunión blogger del próximo sábado en el Tigre y nos gustaría que estés presente. No tengo tu mail. Me lo podrías pasar? Muchas gracias

    siempreencontra@gmail.com

    ResponderEliminar