“Garrón es el espolón del ave. Y también, según el diccionario, ‘la parte de la pata de las reses contigua a la pezuña, por donde se cuelgan después de muertas’. Se trata de algo inútil para el consumo e imposible de tragar. La frase comerse un garrón surgió en nuestro campo y se incorporó después al lenguaje de entrecasa para significar que se quiere atribuir a alguien en una actuación en la que no tiene arte ni parte. Es también una expresión carcelaria que implica sufrir una condena por culpa de otros. Así, en una noticia policial publicada por
domingo, 31 de octubre de 2010
Comerse un garrón
En medio del dolor popular y la esperanza, seguimos, también con nuestra nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.
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¿Y dónde queda la dureza de la carne de garrón de vaca, mismamente?
ResponderEliminar¿De qué aves hablamos si nosotros no practicamos cetrería, sino matamos vacas y le sacamos el churrasco más rico?
Nadie quiere comerse el bendito garrón. ¿No vendrá más bien de ahí, de nuestro campo, de nuestros gauchos tomadores de mate en la pampa suavemente ondulada no me la compliquen desde Rio Grande hasta allá abajo? Digo yo. No sé. Just saying.
"la frase connota la idea de un hecho gratuito", "garronear, que significa conseguir algo a fuerza de pedidos y malas artes", "garronero es quien cultiva tal sistema": yes, yes, yes. "Comerse algún garrón de vez en cuando es parte inevitable del trato con seres humanos que se empeñan en devaluar a cada rato la moneda de una convivencia amable”: y, si. :( "Fazer o que?" :)
ResponderEliminarExcelente tu explicación!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarInteresante.
ResponderEliminarLlego aquí por el texto de Dolina: "Los Garrones de la Cultura"