Ya hemos dicho que los grandes grupos concentrados de medios han tomado una decisión: aportar con toda su artillería a la derrota del kirchnerismo en las elecciones del 28 de junio, para lo cual tanto vale un argumento formal como aparentes cuestionamientos de fondo, como el supuesto “manoseo” de las instituciones de la República, por la que todos sabemos cuánto y a que costo lucharon durante las épocas más negras de nuestra historia.
No queremos, en esta ocasión, volver sobre el tema, pero francamente entre el entusiasmo de Clarín, que titula su primera plana “Al final, Macri y el PJ disidente logran evitar la ruptura” y La Nación, que desde un avance de tapa también muestra su alivio, hoy se cuelan dos notas del diario de los Mitre que no se pueden dejar pasar, ya que ellas mismas superan todos los límites.
En primer lugar, el Editorial del matutino, suavecito, se titula “El reino de lo grotesco”, es decir la Argentina, en concreto durante al gestión Kirchner. Prensa independiente que le dicen. Para dejar claro el sentido ante la lectura por lo general prejuiciosa de personajes como el que esto escribe reproducimos textualmente el primer párrafo: “La grotesca propuesta del titular del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, para que gobernadores provinciales e intendentes se postulen, respectivamente, a bancas de diputado nacional y de concejal, que finalmente no asumirán, constituye una burla al electorado que debería ser condenada por la ciudadanía”.
Azorado ante la posibilidad de que un diario que hace un culto de la objetividad y la libertad de expresión, de sus dueños, haya asumido una posición más cercana al volante electoral partidario que al análisis, me detengo en una nota de Adrián Ventura, abogado, especialista en temas constitucionales, por lo cual descuento que tratará de equilibrar el anterior desfasaje, o al menos salvar las apariencias. Pero no. ¿El comienzo? “El kirchnerismo oficializó la mentira. Listas sábana, listas colectoras, listas colectoras inversas y, ahora, listas simuladas: son el último desarrollo de ingeniería electoral del kirchnerismo”. ¿No queda claro? Aquí va el final: “La Argentina no vive en un sistema democrático ni republicano, sino en sus márgenes exteriores. Recordaba Borges que los compadritos o pendencieros se batían a cuchillazos con la policía, encarnación de la ley. El compadrito político, más moderado, no mata, pero engaña a la ley sin vergüenza alguna”.
No hay duda, es difícil recordar en este país de dictaduras entre el 30 y el genocidio del 76 un período donde hay habido mayor autoritarismo y persecución a la prensa, y donde ésta fuera más perseguida y censurada, pese a su manifiesta voluntad de ejercer con el mayor criterio el sublime culto al periodismo independiente, objetivo, alejado del alineamiento fácil, o al menos evidente, y sobre todo ponderado y analítico.
No queremos, en esta ocasión, volver sobre el tema, pero francamente entre el entusiasmo de Clarín, que titula su primera plana “Al final, Macri y el PJ disidente logran evitar la ruptura” y La Nación, que desde un avance de tapa también muestra su alivio, hoy se cuelan dos notas del diario de los Mitre que no se pueden dejar pasar, ya que ellas mismas superan todos los límites.
En primer lugar, el Editorial del matutino, suavecito, se titula “El reino de lo grotesco”, es decir la Argentina, en concreto durante al gestión Kirchner. Prensa independiente que le dicen. Para dejar claro el sentido ante la lectura por lo general prejuiciosa de personajes como el que esto escribe reproducimos textualmente el primer párrafo: “La grotesca propuesta del titular del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, para que gobernadores provinciales e intendentes se postulen, respectivamente, a bancas de diputado nacional y de concejal, que finalmente no asumirán, constituye una burla al electorado que debería ser condenada por la ciudadanía”.
Azorado ante la posibilidad de que un diario que hace un culto de la objetividad y la libertad de expresión, de sus dueños, haya asumido una posición más cercana al volante electoral partidario que al análisis, me detengo en una nota de Adrián Ventura, abogado, especialista en temas constitucionales, por lo cual descuento que tratará de equilibrar el anterior desfasaje, o al menos salvar las apariencias. Pero no. ¿El comienzo? “El kirchnerismo oficializó la mentira. Listas sábana, listas colectoras, listas colectoras inversas y, ahora, listas simuladas: son el último desarrollo de ingeniería electoral del kirchnerismo”. ¿No queda claro? Aquí va el final: “La Argentina no vive en un sistema democrático ni republicano, sino en sus márgenes exteriores. Recordaba Borges que los compadritos o pendencieros se batían a cuchillazos con la policía, encarnación de la ley. El compadrito político, más moderado, no mata, pero engaña a la ley sin vergüenza alguna”.
No hay duda, es difícil recordar en este país de dictaduras entre el 30 y el genocidio del 76 un período donde hay habido mayor autoritarismo y persecución a la prensa, y donde ésta fuera más perseguida y censurada, pese a su manifiesta voluntad de ejercer con el mayor criterio el sublime culto al periodismo independiente, objetivo, alejado del alineamiento fácil, o al menos evidente, y sobre todo ponderado y analítico.
Alberto:
ResponderEliminarCoincido con vos en lo referido a la calidad periodística del material publicado por el matutino de marras. Sin embargo, quiero recordarte que el 4 de enero de 1870, en el número 1 de ese diario, su fundador decía: "será una tribuna de doctrina". Esta sola sentencia obliga a sus escribas a tomar partido y los libera de ser imparciales, tanto como a mí de seguir refiriéndome a pasquines impresos en hojas grandes para disimular su pequeñez.
Perico