Merece hoy especial atención la lectura de los diarios donde, en una tendencia que seguramente se incrementará con el curso de los días, compiten en furia antikirchnerista y loas a la virginidad perdida de la democracia la oposición partidaria y los analistas de los grupos mediáticos concentrados, ante la versión todavía no oficializada de impulsar las listas del oficialismo con gobernadores e intendentes para reforzar la relación de fuerzas parlamentaria.
Para la oposición sobran los adjetivos y faltan los argumentos: “mamarracho”, “violación del contrato con la sociedad”, “manotazo de ahogado”, “ofensa a las instituciones” y hasta “accionar cuasidelictivo”. Los principales medios anunciando catástrofe desde sus portadas y fundamentándolas en otras razones en sus análisis. Clarín titula centralmente “Gobernadores del PJ no se suman al Operativo Scioli” y
Ricardo Kirschbaum, Editor General del matutino de los Magneto-Noble considera que “Kirchner ha convertido la elección de junio en un plebiscito”, sorprendentemente se preocupa por la suerte de Scioli los intendentes bonaerenses y acusa al ex presidente de “buscar la victoria sin medir costos.” En tanto, su colega de redacción, Julio Blanck, considera que su “inesperada jugada” esta “deformando el sentido de las candidaturas en tributo a un intento plebiscitario, (y) aún está por verse si aumenta su potencia electoral y lo acerca a la victoria que necesita para sostener el poder, o por el contrario se dispara un ‘efecto boomerang’ que termina volviéndose en su contra, sin remedio y sin tiempo para intentar otra jugada”.
Como es habitual, los mayores dardos provienen del diario de los Mitre. Joaquín Morales Solá, el entusiasta de Bussi al que ahora desvela la suerte de la democracia según la entiende
Veamos brevemente algunos adjetivos y argumentos.
Con relación al concepto que las “candidaturas testimoniales” y el “incumplimiento de los mandatos” son “una estafa al electorado”podría contestarse con unos párrafos imperdibles del politólogo Enrique Zuleta Puceiro, insospechado de kirchnerismo, para quien:
“En los sistemas parlamentarios, los cargos ejecutivos derivan su investidura de una fuente única de legitimidad: el mandato popular recibido a través de las elecciones legislativas. A nadie sorprendería que los ministros o los alcaldes de un país europeo desciendan periódicamente a la arena electoral a revalidar sus mandatos en elecciones parlamentarias. Elena Salgado –ministra de Economía del Gabinete español– es diputada y, ante una elección legislativa, debe encabezar las listas del PSOE en su circunscripción. Nadie espera que deje luego su cargo ejecutivo. Se sabe que su banca recién ganada será ocupada por quien le suceda en la lista cerrada y bloqueada que encabece en su provincia. No hay en esto nada exótico ni antidemocrático” (Critica, 10-4-09).
Al criterio que se trata de la “violación de los contratos” contraídos por la gente y “una maniobra tramposa y engañosa” ya que los “testimoniales” no ocuparán los puestos para los que van en la boleta se aplica perfectamente el razonamiento de Zuleta Puceiro. Sin embargo, ante tanta irritación de medios y oposición, que en realidad ven peligrar la posibilidad de “un gran golpe” contra el proyecto nacional y popular en marcha, y seria necio subestimar su incansable trabajo para enfrentar cualquier amenaza a su plan, podriamos agregar algo. El “contrato” del actual gobierno, iniciado por Néstor Kirchner y plebiscitado popularmente con Cristina Kirchner, es con un programa y una gestión.
Finalmente, queremos especialmente dirigirnos a quienes pretenden hacer política desde la antipolítica, muchos de los cuales en estos días han reivindicado con lagrimas de cocodrilo el mensaje de diálogo, debate y consenso de Raúl Alfonsín, pero han olvidado el contenido de categorías tan caras al ex presidente.
La creación del consenso se asienta sobre dos ejes: por un lado, el dialogo constructivo y el fuerte debate para no ceder en las cuestiones de fondo o de principios, dos caras de la misma moneda; y por otro lado, mucho mejor si es resultado de lo anterior, en la construcción de las mayorías parlamentarias y legislativas necesarias para gobernar, es decir cumplir con los programas votados, el famoso “contrato” al que ya hicimos referencia. No tiene nada pecaminoso pretender mejorar las posiciones de cada uno, y con más razón del partido oficial, para ayudar a que se cumplan los compromisos.
En todo caso, de lo que se trata es de tener claros cuales son los límites legales y morales en la legitimación de los gobernantes y la construcción de las mayorías parlamentarias. Pero no es eso lo que están planteando los medios y la oposición.
Exelente post Alberto.
ResponderEliminarLe digo además que lo mencioné en mi blog y linkee su post.
http://diariodeunabloguerangustiada.blogspot.com/2009/04/no-dejen-de-leer-esto.html
Muy buen post, Alberto. Lo acabo de linkear en mi blog.
ResponderEliminarSaludos
Más claro imposible. Felicitaciones, Alberto.
ResponderEliminarGracias por el link, Gerardo.
Las afirmaciones de Zuleta son ciertas, pero al insertarlas como referencias a nuestro contexto de régimen presidencialista, con elecciones legislativas de medio término, son cuando menos, engañosas.
ResponderEliminarTambién es engañoso que se critique esta decisión de Kirchner de parte de gente que ya lo hizo antes, como Eduardo Duhalde cuando dejó la vicepresidencia para ser gobernador de Bs. As.
ResponderEliminarAdemás, los tan admirados demócratas, por radicales y carriotistas, Hilary Clinton y Barack Obama, dejaron sus bancas en el senado (sus mandatos culminaban en 2012) para dedicarse a la pelea por la presidencia de EEUU.
Sería bueno, Observador Comprometido, que para criticar algo use argumentos válidos y no falacias.
El problema es el ninguneo a los puestos legislativos.
ResponderEliminarYo estaba seguro de votar a Néstor Kirchner, pero todo esto no me gusta.
No creo que sean comparables con los casos de Hillary Clinton y Barack Obama porque ellos aspiraban a ascender; mientras que Scioli y los intendentes estarían descendiendo en el rango institucional.
De todos modos, como no lo van a cumplir, es decir, pronto van a volver a sus puestos de origen, lo que me preocupa es el fuerte debilitamiento de la división de poderes y el ninguneo a al Legislativo.
Si la gente entendiera realmente a las elecciones legislativas como plebiscitarias, no haría falta que la principal figura del partido se ponga en juego, votarían al candidato que ésta elija. La gente, como siempre, va a votar personas, y no proyectos ni plebiscitos.
Saludos
www.halconesypalomas.blogspot.com
muy bueno y claro, lo voy a vincular en mi blog
ResponderEliminarsaludos
Muy interesante! Y siii... es lo que sucede. Por eso evito leer los diarios, y ver TV... Yo espero que tengamos memoria, para que no se repitan los modelos ya superados del pasado. Recordemos el modelo neoliberal de los años 90, que empobreció el País, vendió las empresas, y enajenó hasta los jubilados… Estemos atentos porque al 1º gobierno democrático después de la larga dictadura, le dieron un golpe de mercado con la hiperinflación. No nos olvidemos de las crisis de los bancos y sus corralitos, semejante a lo que pasa en EEUU. Mantengamos presente la frustración de un gobierno “consensuado” que escapó en helicóptero, y nos dejó otro fracaso más de la política y nuestros mandantes…
ResponderEliminarResulta que hoy, los mismos que nos decepcionaron, se han vuelto a poner las máscaras de “democráticos” para corroer al Gobierno actual, que con sus aciertos y sus errores, ha demostrado que siempre se juega por los más débiles. Mientras la alianza nos recortaba el 13% esta gestión produce disminución de la desocupación y recupero de las paritarias. Y además, sextuplicación del salario mínimo, vital y móvil, suspensión de despidos sin causa, derogación de la ley Banelco, prohibición de uso de banderas extranjeras en los buques para eludir la legislación laboral argentina, limitación a ocho horas de la jornada para peones rurales, modificación de la ley de pasantías, el “dubio pro operario” en juicios laborales, jueces laborales en materia de quiebras, etc.
Yo sí sé a quien voy a votar... me sobran razones. Lo demás: si Scioli sí, si ascienden o descienden en los cargos, o si aparecen en las listas para luego borrarse, son -en mi criterio- informaciones NO relevantes...
Saludos!!!
Y si se hace un plebiscito?
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