lunes, 19 de septiembre de 2011

“Kalica” Ferrer: fraternal encuentro con LA CHE


“Mi presencia aquí es un claro apoyo a los compañeros de LA CHE. En estos tiempos, cuando es muy fácil usar la imagen de Ernesto para posicionarse, yo solo avalo a quienes conozco y tienen mi confianza, como Francisco (Giardineri), Nadra (Alberto), Lois (López Leira) que está armando esta fuerza en el exterior y el compañero de la JOTACHE (Lucas Cataldi)”.

Con estas palabras, Carlos “Kalica” Ferrer, que ahora usa su apodo con “K”, pues se definió “totalmente kirchnerista”, dio su respaldo a LA CHE, una recientemente formada agrupación que se define como de izquierda, renovada, nacional y latinoamericanista, con “un claro apoyo a los fundamentales pasos dados en el proceso iniciado por Néstor Kirchner en 2003, y profundizado hoy por Cristina”.

El recientemente fallecido Alberto Granado y “Kalica” fueron, uno primero, el otro después, los míticos compañeros de ruta que acompañaron al Che en sus dos grandes viajes por Latinoamérica, y conformaron un trío inolvidable cuando en muchos cruces, y mantuvieron esos lazos hasta la caída del comandante en Bolivia. Kalica es autor del relato “De Ernesto al Che”, record de ventas en todo el mundo, traducida a más de diez idiomas. “Cuando salimos de Argentina el 7 de julio de 1953 éramos antiperonistas, es cierto. Pero durante el trayecto los pueblos hermanos, los más pobres y humillados, nos fueron dando una mirada distinta sobre Perón y nuestro propio país; es sabida la relación posterior de Ernesto con Cooke y el peronismo combativo, y hoy yo soy totalmente kirchnerista, como lo sería él, porque es lo mejor para el país, desgarrado por dictaduras genocidas y gobiernos que traicionaron, o malversaron la confianza popular. Néstor cambió el destino de la patria y Cristina está profundizando ese camino”.

El encuentro, que implicó la primera reunión pública de LA CHE, en una casona de Palermo, colmada por militantes de la “JOTACHE” con remeras con el logo de la agrupación en fondo rojo, calado en negro, o blanco, calado en celeste, contó con la presencia de Alfredo Gabella, ahijado del Che, quien se definió como una suerte de padrino de la agrupación, compartiendo extensas charlas con los participantes , que se agrupaban y reagrupaban en decenas de diálogos mucho más allá del encuentro previsto.

Según afirmó Nadra, uno de los dirigentes de LA CHE, luego de agradecer el cálido apoyo de “Kalica” Ferrer, y antes que todos cantaran con “El Negro” Motta: “Le ponemos todo el cuerpo a este proceso, pero eso no impide tener nuestros ojos puestos más allá, en la utopía que soñaba el Comandante, con las formas y los caminos que los errores y los aciertos nos fueron enseñando a todos, atentos a los profundos cambios que se producen en el mundo, ineludiblemente al ritmo que nuestros pueblos decidan, veamos, o no, ese futuro por el que tantos ofrendaron su libertad y hasta su vida. Ahora estamos en democracia. Con un claro rumbo nacional y popular, más allá de cualquier cuestionamiento que no ocultamos. Por eso vamos, juntos, con los compañeros que dicen ‘nunca menos’. Pero, para nosotros, por el presente y el futuro, la consigna es ‘siempre más’. En octubre por la más amplia victoria de Cristina, y desde allí en adelante profundizar este modelo, particularmente en sus facetas distributivas: de las rentas financiera, minera, pesquera, las pendientes reformas impositivas, que permita el desarrollo pleno e integrado del país, y un salario que no solo garantice la justicia social, sino la dinamización del mercado interno y el valor agregado de trabajo argentino a nuestras exportaciones”.

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