Seguimos con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.
La frase, que figura en El Quijote, no se refiere a Sancho Panza como podía suponerse, sino a Sancho II, llamado el Fuerte, quien fue rey de Castilla y León de 1605 a 1072. En la novela de Cervantes, quien previene que “al buen callar llaman Sancho” es el propio escudero, que así llama al silencio después de haber ensartado, uno tras otro, un montón de refranes.
Don Quijote le aclara entonces: “Ese Sancho no eres tú, porque no sólo no eres de buen callar, sino de mal hablar y mal porfiar”. Según el Romance del Rey don Sancho, el célebre silencio que dio origen al dicho, se produjo cuando el rey Fernando el Grande repartió el reino entre sus hijos varones, entre quienes figuraba el futuro Sancho II. Pero con una salvedad: la ciudad de Zamora debía ir a manos de Urraca, la única hija mujer. “Amén, amén dicen todos/menos don Sancho que calla”, relata el romance. Pero con ese mutismo, lo que está rumiando Sancho es despojar a su hermana.
Cinco siglos después, la frase pasó a ser un elogio de la discreción. Esa oratoria del silencio. Esa elocuencia de labios pegados.
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