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Seguimos con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.
“Los montes están de parto, darán a luz un ridículo ratón”, así escribe en su Arte Poética el poeta Horacio (65-8 a.C), para referirse a ciertos autores de su época cuyas odas o tragedias comenzaban anunciando acontecimientos extraordinarios y grandes proezas de sus personajes, para concluir pobremente, dejando decepcionado al público. Pronto los romanos adoptaron esa ironía y la generalizaron para cualquier empresa pomposamente anunciada, cuyos resultados quedaban muy lejos de responder a lo prometido. Un chasco a todo volumen y a corto plazo. Con el tiempo, la segunda parte del verso se fue borrando del habla y el ratoncito se esfumó. La expresión tomó ahora su forma actual: el parto de los montes. Con ella se alude a cualquier realización que presenta dificultades enromes, que requiere tiempo, paciencia y trabajos agotadores. Tanto, que son capaces de hacer parir a una montaña.
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