ISMAEL SALAME, secretario
de Regional V de la Juventud Peronista (Salta, Tucumán, Jujuy), desde 1975
integrante del Secretariado Nacional de Montoneros, acribillado el 29/9/76,
siendo responsable de las relaciones con las Juventudes Políticas.
“Turco” querido, perdona
que repita el apodo que se pegó a tu figura para siempre, y que en aquellas
tardes de la calle Agüero, charlábamos acerca de lo absurdo, y hasta cruel, que
nuestro abuelos y sus descendientes hayan sido “rebautizados” con la
nacionalidad de los invasores, los ocupantes de su Siria natal, donde
exterminaron a sangre y fuego a nuestras familias, toda en mi caso, cuando no
pudieron huir.
¿Sabés? Hay momentos como
éste, en que recuerdo tu sonrisa amplia, tus carcajadas, o tal vez esa mirada
firme que cerraba senderos de diálogo que sabias no podías transitar. Momentos
en que te imagino maduro y reflexivo, a veces chicanero y preguntón. Instantes
en que recuerdo que, entonces, teníamos
varios años menos de todos los que pasaron desde que te abatieron en lo que tus compañeros llamron "El combate de la calle Corro", en Villa Luro.
Allí, donde Vicky Walsh,
gritó a la jauría armada, esa que escondía su miedo tras una abrumadora
superioridad en número (150 efectivos frente a cinco combatientes) y poder de
fuego. Les gritó --en medio de los lanzagranadas y miles de municiones con que
destruyeron la casa-- sin duda pensando
en los miles de compañeros secuestrados, torturados, martirizados hasta la
muerte: “Ustedes no nos matan, nosotros elegimos morir”.
No era parte de un “culto
a la muerte” como dicen algunos que no habían nacido y jamás podrán sentir lo
que se sentía luego de la “primavera camporista”, el gobierno del mismo Perón
que acompañaste de vuelta en el avión desde Madrid, la funesta gestión de
Isabel, López Rega y la Triple A.
No, no era un culto a la
muerte. Fue la reivindicación victoriosa de la vida sobre la muerte que ELLOS,
no ustedes, representaban.
No quiero, pero necesito,
o debo, no lo sabría decir con claridad, recordar ese final, que alguien
describió con estas palabras: “… el 29 de septiembre de 1976, ya con el
golpe oligárquico militar en marcha para imponer un Estado terrorista y
genocida, se realiza una reunión de militantes montoneros quienes sufren una
emboscada: ese día mueren en el enfrentamiento que se conoce como el Combate de
la Calle Corro, los compañeros Ismael Salame, José Carlos Coronel, Eduardo
Beltrán, Victoria Walsh y Alberto Molina. Días después, en el frente de la casa
aún humeante del combate, un grupo de milicianos pintó: "Aquí murieron
cinco héroes montoneros".
¿Qué milagro en esos días tempestuosos,
terribles e irrepetibles hizo que pudiéramos saltar las diferencias y
abrazarnos como amigos? ¿Qué éramos “paisanos”?, ¿El casi idéntico tono de
piel?, ¿La sintonía fina para captar/nos las ironías? ¿Aquellas interminables
jornadas en las que charlábamos, o discutíamos, acerca del rumbo que debía
tomar el movimiento de las Juventudes Políticas Argentinas? Tal vez un poco de
todo, y de algo indefinible que simplemente sucede.
No me lo pregunto porque
sí. Es que precisamente recuerdo un encuentro en una casa “blindada” de la
Fede, poco antes de tu caída en combate, cuando nos despedimos con un abrazo,
fuerte, casi premonitorio.
Ya no tenías tu clásico
bigote, ni la sonrisa fácil. Sin embargo acababas de rechazar la oferta de la dirección
de la Fede para sacarte esa misma noche, sin moverte de la casa fortificada en
la estábamos, rumbo a Cuba, pues nuestra información decía que tu situación era
insostenible. No podías, dijiste, y diste una explicación que guardo para
recordártela cuando nos reencontremos, donde sea que ocurra.
Acaso entonces algunas
preguntas tendrán su respuesta, y te podré contar que en medio de secuestros y
asesinatos de mis propios camaradas, un 29 de septiembre, en la oficina de
Prensa Latina en Buenos Aires, cuando escribía el despacho con la versión de la
Télam dictatorial a la vista, sentí que ese momento, contigo mi amigo, moría
una parte irreemplazable de mi corazón.
Una Olivetti, Lexicon 80,
es testigo fiel.
Tu compañero entonces, ahora y hasta que nos encontremos
Alberto Nadra
¡¡¡ Que buen homenaje a Salame y a todos los Compañeros , gracias !!!!
ResponderEliminarCUANTOS PAISANOS EN LA LUCHA PERONISTA EN EL NORTE ARGENTINO,PERO BUE,UN ABRAZO DESDE BS AS,ALLÁH MAAK,DIOS LOS BENDIGA.EL APELLIDO ORIGINAL ,SEGURO ES SLAME,ISMAEL SLAME
ResponderEliminarHermoso texto homenaje a un gran compañero y patriota.
ResponderEliminarCuando salí de La Plata, en octubre de 1976 y me fui a Bs. As., casi a diario, viniendo desde Caballito por Yerbal hacia el oeste, pasaba frente a esa casa/manzana triangular, e imaginaba cómo había sido ese heroico combate. Por estar en la secretaría de prensa, supe de la frase de Vicky cuando, ya sin municiones, eligió cómo morir. abrazo
Gracias a ustedes, compañearos.
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