miércoles, 25 de noviembre de 2015

Liria Evangelista opina sobre "Secretos en Rojo"


    Pocas cosas leo con más voracidad que lo que se escribe acerca del Partido Comunista Argentino. ¿O debería precisar, de lo que fue el PCA? Matriz de identidad familiar amoroso /política /simbólica, el Partido es eso que me parió como la Niña Soviética que fui, pero también es la foto de un paisaje en ruinas que no es sólo político sino también afectivo. 

    Acabo de terminar Secretos en Rojo, de Alberto Nadra y esto que escribo, más que una lectura crítica, es una confesión. Lloré durante gran parte de la lectura, y no precisamente en el recuento de heroísmos militantes, ni en la semblanza de viejos y desconocidos cuadros del partido (y va con minúscula a propósito, la minúscula de lo que fue cercano y querido), ni  cuando Alberto recorre -- con mucha inteligencia--los desafíos políticos de los últimos años. Aquello donde quedó fijada, perturbada por lo que parece ser un duelo que nunca terminó y a lo que vuelvo obsesivamente, es al relato de lo que fue una esperanza y terminó en fracaso.  Nadra, hijo de Nadra--pura cepa de tradición bolche y de Comité Central--sabe y cuenta. Y yo, Niña Soviética de entonces, hija de Miguelito el mecánico de Villa Urquiza, que nunca militó en otra parte que en su círculo del barrio, dejo que me cuenten lo que no sabía pero que la mirada sobre la derrota y los años me hicieron intuir. 

    Me afilié a la Fede en el año 75, en una fiesta del local de Bahía Blanca. Mi mamá no quería, mi papá sí. Y ahí firmé la ficha. Recuerdo que tocó Pugliese. Recuerdo un enorme cartel con una frase de Aníbal Ponce que olvidé pero tanto ese recuerdo como ese olvido todavía me emocionan. Después el 76 rompió todo: país y familia. Los viejos se divorciaron, y empezó el silencio. Mi viejo escondía cosas que los compañeros le daban adentro de los lavarropas que arreglaba y bajaba la línea del informe de Arnedo, esa que alertaba sobre militares pinochetistas que no eran Videla. Más de una vez cruzamos los controles de la General Paz, temblando con la prensa del partido escondida abajo del asiento. En el 79 estábamos en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. Recuerdo unas reuniones, recuerdo unos bonos que había que colocar para conseguir ayuda para los presos políticos. Ni una sola vez se me cruzó la posibilidad de objetar la sacrosanta línea del partido. 

    Jamás. Se hacía lo que mi viejo decía que el partido decía. Y Sanseacabó.

    Murió mi viejo en diciembre del 80, unos días después de Lennon, y me arruinó las navidades por el resto de mi vida. Después el amor entró como una tromba y cuando se fue era el 81 y vino otro amor y más militancia. Voté obedientemente la listas 2 y 12 y agradecí vivir en Capital. Mi novio, en cambio, tuvo que votar a Herminio Iglesias. Me eligieron delegada de base en Aerolíneas Argentinas y aprendí a repartir mi tiempo entre el gremio y la Fede de Filo. Era cada vez más difícil predicar la Santa Palabra. El Verbo no se hacía Carne. Compañeros de otras agrupaciones se burlaban, objetaban lo del gabinete cívico militar y contaban los desaparecidos de cada uno. Dolían esos números, inobjetables, un poco perversos. 

    Y se marchaba. Ay, cómo se marchaba: contra el Fondo, con la Conadep, contra el Plan Austral, contra la Obediencia Debida, contra el Punto Final. Alconada gorilón. Había algo en falsa escuadra y entraron a tallarme nuevas preguntas primero, y la decepción después. En el 84? 85? Se va la Brigada a Nicaragua.  Se abre la promesa del “viraje histórico”. Por primera vez se hace algo más que repetir la línea del último informe. Por primera vez se dice lo que duele, lo que no se entiende, lo que no se sabe. Algo empieza a oler a podrido. Y no es Dinamarca. Es ese ámbito familiar que se hace espacio embrujado, sitio de locura.  Sin saber. Yo miro y tengo mis sospechas, aunque aún no tengo las palabras para decirlas. Siento de manera muy potente el desajuste histórico de muchas de las nuevas consignas. Parece que estamos llegando muy tarde a todas partes. Y sin darnos cuenta, estamos, nosotros también, pateando basura en el callejón. Y es ahí cuando un poco me echan y otro poco decido irme. Pegar el portazo para ir a vomitar en soledad tanto desencanto. Yo, como cuenta Jorge Sigal en El día que maté a mi padre, también tuve que matar al mío para poder escaparme. A veces vuelve, el viejo vuelve, y yo le cuento todo lo que aprendí en esos años de vagar huérfana por el mundo de los gulags, de los poetas rusos, de los anarquistas en la Guerra Civil, de los peronchos asesinados en los basurales y en los campos. Alberto, en su libro, logra caminar el camino opuesto: devolverle la vida a su padre y a tantos compañeros que no merecían el destino que tuvieron.

    Le debo a La Fede, el mamotreto de Isidoro Gilbert que recorrí anhelante para reconocerme en una tradición compleja y poderosa, para encontrar viejos conocidos que me fueran diciendo quién era y quién soy yo, haber sistematizado históricamente ese lugar de pertenencia que aún me emociona y me duele en el recuerdo. Y le debo aSecretos en Rojo, con su historia de traiciones, agachadas y minusvalías teóricas y personales varias, haber constatado que aquellas intuiciones y punzadas que me llevaron a rechazar y a abandonar mi propia historia familiar y política, habían tenido un trágico anclaje en la realidad. 

    Hijos del Comité Central, hijos de militantes del barrio, compartimos ese viaje a la orfandad al cual hoy, después de tanto,  le estoy agradecida. El desencanto habilitó primero la mirada sobre el dolor y después la reflexión sobre las condiciones de ese dolor. Personalmente, de esa tradición de la que vengo, de esa historia que es la historia de mis viejos y de parte de mi vida, rescato eso que estuvo en el origen: la fidelidad a los condenados de este mundo, la pasión por las causas que parecen perdidas y el amor por ciertos libros que hace rato nadie lee. ¿Cómo podría ser de otro modo?  Un par de años después de que mi viejo muriera me animé a volver a Chacarita, a dejarle unas flores. Y ahí paradita ví que sin que yo ni nadie de la familia lo supiera, en su tumba manos anónimas habían puesto una placa de madera pintada a mano que decía “a Miguelito, sus compañeros del Partido”.

Liria Evangelista, escritora y docente, autora de "Una perra",  "La Buena Educaciòn" y "Niña Soviética".

domingo, 22 de noviembre de 2015

Sepan


 Mi abrazo y toda la fuerza para los compañeros que han y hemos dejado todo para impedir el triunfo de Mauricio Macri este 22 de noviembre, y abrir una nueva etapa, difícil pero alentadora,  de mayores conquistas para nuestro pueblo.

Tuve y tengo algunas reflexiones para compartir, pero no lo creo oportuno apenas conocidos los resultados, y mucho menos antes de las elecciones. Sí, creo que es obligatorio un debate abierto de la militancia, que a su vez debe reclamar un balance franco a los dirigentes, o como se dice ahora “referentes”.

Sin embargo, saben o puede saber que pienso, quien hay leído, o quiera leer notas como “Transversalidad, Concertación y Pejotización”, del 12/7/2009 (http://albertonadra.blogspot.com.ar/2009/07/transversalidad-concertacion-y.html); ¿Cómo respaldar a Cristina?, del 23/8/2011 (http://albertonadra.blogspot.com.ar/search?q=Cristina), o “Reflexiones para un balance de las PASO” en la CABA, del 27/4/2015 (http://albertonadra.blogspot.com.ar/2015/04/reflexiones-para-un-balance-de-las-pas.html), por citar sólo algunas. O aquella en que brindo mi homenaje a Néstor Kirchner luego de su fallecimiento, pero reitero las preocupaciones que le manifesté acerca de la casi nula construcción de fuerza popular organizada, desde el inicio de esta epopeya nacional y popular iniciada en 2003.

Los más veteranos entre los militantes tenemos muchas más derrotas que triunfos, y muy duros en vidas y tiempo vital, y si algo hemos aprendido de ellas, es que –siempre, para bien o para mal-- el destino del pueblo está en sus propias manos.

En estos momentos difíciles cuando seguiremos poniendo el cuerpo, cuando los enemigos del pueblo festejan, y muchos “mariscales” emprenden la huida, o aún (peor) festejan  la “agudización de las contradicciones”, que pagará el pueblo, no ellos:

Sepan que, pese al ridículo del eco que obtuvieron, registramos perfectamente a los charlatanes de la revolución que dijeron que todo es igual, pero particularmente no olvidamos a los que se disfrazaron con ropajes kirchneristas para lograr –y lamentablemente obtener, al menos en no pocos casos— jugosas prebendas y luego traicionar a los que creyeron en ellos.

Sepan que respetamos la voluntad electoral de la Ciudadanía, pero que jamás cederemos conquistas y derechos sin dejar hasta el último aliento.

Sepan que hay más de 12 millones de voluntades de este lado, que no creemos que el país haya "girado a la derecha", sino que se sinceró y, ahora, está partido al medio, por lo que habría que ser muy prudentes en ciertas actitudes revanchistas que se vieron en la madrugada.


Sepan que reclamaremos que –como prometieron—  se cuiden de tocar YPF, Aerolíneas y toda el área estatal de la economía, la educación y salud pública “de excelencia” que repitieron en la campaña. Es más, sepan que también queremos ver la “revolución de la alegría”. Nada menos.


Sepan, en definitiva, y fuera de los sesudos análisis de manual, que como dijera hace ya tiempo Eduardo Galeano, que “Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir”.

martes, 10 de noviembre de 2015

Presentación de "Secretos en Rojo" en La Plata: adelanto radial

Martín López Lastra, abogado y conductor de El Enfoque Provincial, en Radio Keops FM 90.1 de La Plata, me invitò a charlar pasado el mediodìa acerca de la presentaciòn de Secretos en Rojo, el miércoles 18 de noviembre en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNLP.

Aquì va el audio, y los espero a las 18.00 horas en el aula B 217, del Edificio B, en la calle 51, entre 123 y 125. 

Me acompañan Amoretti, Rusconi, Sigal, Liaudat y Manganiello, bajo la coordinaciòn de Gastòn Guzmán...y ustedes, por supuesto.

Alberto




La RECETA DE MACRI para lograr la “POBREZA CERO”: "Gobernar es poblar: ¿Paternidad responsable o fornicación asistida”?

Orgulosa, en su tuit Vidal anuncia el acuerdo

   Sí, no estoy metiendo miedo. Es la receta. A tal punto que la inaudita frase en mayúscula, que bien podría ser tapa de la revista Barcelona, es el título de la obra de cabecera de Abel Albino, presidente de la Fundación Conin, con quien Mauricio Macri acaba de anunciar compromiso de la Alianza Cambiemos para enfrentar la desnutrición como política de Estado.

   El acuerdo celebrado en el domicilio de Elisa Carrió surgió de una idea de la parlamentaria electa del Parlasur, Mariana Zuvic y del titular de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, con el apoyo de la diputada nacional por la Coalición Cívica ARI, quienes participaron del encuentro. También estuvo presente la diputada nacional por Mendoza, Susana Balbo, quien sostuvo que "lo que se quiere es replicar el modelo Conin en todo el país". "Él -explicó Balbo- no se involucra en política. Lo que se ha conseguido es que un candidato a presidente se comprometa en acabar con la desnutrición en el país siguiendo el modelo por el que él ha luchado durante tantos años".
"Estoy muy satisfecho por la voluntad política demostrada por Macri para que Conin pueda llevar su trabajo a todos los puntos de nuestro país", aseguró Albino, a finalizar el encuentro.

   La Agencia Paco Urondo, dentro de una nota sobre el tema se pregunta y responde:

   ¿Quién es Abel Albino?

   Miembro supernumerario del Opus Dei, uno de los grupos católicos más cuestionados, incluso dentro de la Iglesia, como el más conservador y jugador activo en las relaciones de poder,  el médico Abel Albino es el creador del Centro de Tratamiento para Chicos Desnutridos Conin. Ese es uno de los trabajos que el Opus muestra con mayor orgullo. Aunque no fue creado por La Obra, sí colaboran, y Albino siempre destaca que la palabra de Escrivá de Balaguer, fundador de la orden, fue fundamental para descubrir su vocación.

   Hace cinco años, el profesional, ahora convocado al eventual Ejecutivo por Mauricio Macri,  escribió un libro en el que propone una educación sexual brutalmente conservadora y machista, pero que escapa a calificativos y adjetivos. Supera lo imaginable.

"Gobernar es poblar: ¿Paternidad responsable o Fornicación asistida?", es el título, en el cual esboza sus teorías.
No, no es otra joda de "Barcelona". Ésta, ahora,
es la propuesta de Macri

   Entre otras cuestiones, Albino propone para bajar la desnutrición combatir la promiscuidad, la pornografía, el "autoerotismo" (sic), la anticoncepción, la infidelidad y el concubinato. En su libro advierte, como una preocupación, que existen "fuertes intereses comerciales tendientes a masificar las prácticas contraceptivas".

   Reclama a la mujer que "ofrezca" una "virginidad tanto física como moral" a su esposo y reclama vivir en castidad como forma de transmitir ideales para vivir dignamente. Dentro de esa forma de vida casta, incluye la necesidad de no escuchar música alta, descansar bien y no mirar mucha televisión.

   En relación al aborto, Albino escribe que es “la tragedia más grande del siglo XX” y considera la necesidad de "capacitar a los ciudadanos marginados" que no quieren ser padres para que se abstengan de mantener relaciones sexuales.

   No, no es miedo. Es asco.

  O, al decir de Conrad en el final de "El corazón de las tinieblas": "El horror, el horror.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Macri habla y mete miedo

Faltan catorce días para el domingo 22 de noviembre, esa jornada en la que la vida política argentina estrenará un formato electoral: la segunda vuelta, llamada “ballottage” por los franceses, en la que los ciudadanos deben decidir entre dos candidatos después de un primer turno en el que ninguno de ellos superó el porcentaje mínimo requerido. La palabreja quiere decir “votar con bolitas”.
Eso es lo que necesitan Daniel Scioli y Mauricio Macri, conseguir más bolitas que el otro; una bolita más les alcanzaría para depositar en el despacho principal de la Casa Rosada a quien quiere mantener las cosas bien hechas a lo largo de 12 años, corregir lo que considera mejorable y de­sarrollar nuevas herramientas para alcanzar un desarrollo nacional, con participación del capital nacional e inclusión social. También alcanzaría para todo lo contrario, ya que siempre fueron conocidas las políticas que impulsan Macri y su equipo. Sin embargo, al finalizar la semana, los principales referentes económico y energético de Cambiemos, decidieron que los planes salieran del cono de sombra y sinceraron los ejes de sus propuestas
Desnudos al sol
Alfonso Prat-Gay fue el economista que Macri decidió tirar a la cancha; ex presidente del BCRA y consultor del J. P. Morgan en Nueva York, Londres y Buenos Aires, la banca acusada de la burbuja inmobiliaria generada por préstamos hipotecarios otorgados a familias con bajo poder adquisitivo, que en poco tiempo no podían pagar sus cuotas mensuales, y que estallara en 2008.
El jueves pasado adelantó que, en caso de imponerse su sector, “habrá un dólar único” y “subirá el oficial”. De ese modo complementó la propuesta explicitada por el ex jefe de Shell y referente energético y potencial ministro de Cambiemos, Juan José Aranguren, quien se proclamó a favor de la liberalización del tipo de cambio y la eliminación de la administración cambiaria. Más allá del deporte nacional de referirse al dólar, aunque no se lo tenga, esas medidas implican una devaluación inmediata, es decir la suba de los precios en las góndolas de los supermercados y los almacenes de barrio. O sea, un demoledor ataque a los sectores populares.
El destape macrista también incluyó, al referirse a la “quita de subsidios”, la revisión de las tarifas de los servicios públicos. Profundizando la propuesta, Aranguren adelantó su decisión de “evaluar” lo actuado por YPF en sus tres años de reestatización, “para poder recomendar o no la continuidad de este tipo de administraciones”, una clara apertura hacia la posibilidad de volver a privatizarla o achicarla, con desregulación del mercado energético. O de entregarla, al igual que Aerolíneas y los fondos de pensión, a los fondos buitre, que tan deseosos están en complacer.
El plan explicitado facilitaría el ingreso de capitales extranjeros sin restricciones, rentabilidades extraordinarias a los exportadores gracias a un tipo de cambio “alto” y a la posibilidad de exportar con libre remisión de las utilidades.
Otra vereda
Entre las novedades también figura la alusión del equipo sciolista al tema inflacionario. Su propia ministra de Economía, Silvina Batakis, se encargó de hablar del tema, reconocer su existencia y dar detalles sobre medidas vinculadas, como el nuevo piso para pagar Ganancias, que duplica el actual hasta llegar a los $37.000 de salario bruto, con liberación de esa carga en el medio aguinaldo de diciembre. Datos fuertes que no siempre llegan a oídos de sus potenciales beneficiarios.
Además, reiteró que el gobierno de su sector garantizaría el 82% móvil para los jubilados que cobran el haber mínimo. Otro tanto expresó sobre la propuesta de devolución del IVA a los beneficiarios de planes sociales. No por complejo, el tema impositivo deja de afectar a cada uno de los que gastan hasta en un sachet de leche, por el que aportan el 21% al Estado. El retorno de ese impuesto implica que quien invierta $1.000, por ejemplo, en alimentos, tendrá una devolución de $210 que, otra vez como hipótesis, podrá volver a destinar a cuestiones básicas.
Movimientos
El escenario de las campañas es totalmente novedoso. Incluye un cara a cara inédito en el país, en el que se usará hasta el escenario extraño del espectáculo, bautizado como “El debate”, a partir de reglas impuestas por una fundación manejada por los grandes empresarios, moderado por los mismos periodistas que ya descalificaron a Scioli en primera vuelta y que, día a día, opinan en su contra. Los que se sienten frente a las pantallas televisivas, sin siquiera pensarlo, irán “completando” los dichos de uno y otro con la información ya anclada en sus cerebros a partir del discurso de esos profesionales.
El Frente para la Victoria calentó sus músculos después del domingo 25. Crecieron sus recorridos puerta a puerta que siempre caracterizaron a la militancia peronista; grupos, colectivos políticos, culturales, sociales, afines a las políticas actuales o asustados ante la posibilidad de perder conquistas, se pusieron en movimiento.
El propio candidato sumó a su esquema de actos con escenario, dirigentes y cámaras de televisión recorridos por las mismas calles barriales que caminan quienes debieran votarlo. A la hora de los votos, podrá calcularse si el relanzamiento de la campaña le permitió acercar a quienes no votaron sus propuestas.
La Presidenta dejó en claro, desde los balcones interiores de la Rosada y a través de sus discursos formales, que apoya con toda la fuerza de su sector la postulación de Daniel Scioli y que aspira a su triunfo. Su imagen positiva y el trabajo de sus seguidores estarán representados en las urnas del 25. A Scioli le tocó salir a cosechar nuevos espacios.
Massa y massistas
Del mismo modo que logró mantenerse arriba del ring hasta el último minuto electoral, el ex candidato de UNA trata de que su fuerza sobreviva aún después del tercer puesto alcanzado. Dijo cosas atinadas. En primer lugar, que el voto no tiene dueño y el ciudadano no es ganado. En segundo término, recordó sus propuestas de campaña y le planteó a su espacio que mire cuáles son los planes de los dos que quedaron en escena. También jugó mucho con el concepto de “cambio”, tratando de dar señales favorables a quienes usaron un derivado verbal de ese concepto para designar a su espacio.
Sin embargo, y el caudal de votos nada despreciable de su “ancha avenida” lo muestra, las simpatías del ciudadano no siempre se mueven al compás de la batuta de sus dirigentes.
Ni el tigrense, ni las elecciones lo decidieron, la Constitución Nacional lo dispone: el 10 de diciembre de 2015, Cristina Kirchner colocará la banda presidencial a quien elija el pueblo.
Ese día el país habrá cambiado, por encima de cualquier eslogan.

viernes, 6 de noviembre de 2015

"Secretos" en Humanidades de La Plata: 18 de noviembre

Para ampliarla invitación, clickear sobre la imagen

Presentación de "Secretos en Rojo. Un militante entre dos siglos" de Alberto Nadra en La Plata.

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. 

Universidad Nacional de La Plata

51 entre 123 y 125.
Miércoles 18 de noviembre a las 18 hs
Edificio B - Aula B 217 (Segundo piso)


Acerca del libro

Revelador, movilizador e imprescindible, Secretos en Rojo encaja piezas de un rompecabezas que explica gran parte del derrumbe del Partido Comunista de la Argentina. Revisando apuntes, e interpelando a la memoria dormida en archivos y vivencias, Alberto Nadra desarrolla de manera clara y detallada verdades celosamente ocultadas sobre el partido político más enigmático de la izquierda argentina. Con un estilo testimonial, pero documentado, y una pluma sólida y atrapante, Nadra rescata del olvido o del secreto personajes y situaciones. Confirma el rumor de la existencia de una estructura político militar formada por el PC, que comandó la primera guerrilla argentina del siglo XX –en el entonces Territorio Nacional del Chaco– y fue responsable de algunas acciones de alto impacto público, atribuidas a otras organizaciones, o hasta ahora de autoría desconocida. También demuestra cómo el siempre citado “aparato financiero” de ese partido fue una creación de innobles mentores, con fines que pueden haber sido loables, pero que se ejecutaban con terribles metodologías; lesivas incluso para el propio PC y sus militantes.
Nadra también revela, por primera vez, los aportes argentinos a una heroica red de información y solidaridad que salvó vidas y denunció atrocidades durante los años de plomo de la llamada Operación Cóndor –el plan de exterminio de las dictaduras sudamericanas– en América Latina.
Secretos en Rojo es, también, una acusación –con testimonios únicos y renovados, en ocasiones autobiográficos y, en general, desgarradoramente conmovedores– que desnudan el escandaloso fraude del llamado “viraje en unidad” del PC en 1986. Historias desconocidas o anécdotas inéditas sobre el Che en Cuba, África y Bolivia; la resistencia civil antidictatorial –e incluso su propio planteo para una Militancia del Siglo XXI– completan este libro imperdible, documentado e impactante, con un cierre que no deja de asombrar. Una caja de sorpresas, pero a la vez una obra con la inconfundible marca de un protagonista comprometido con la lucha de izquierda de los ’60 y ’70, que despierta un abanico de emociones que van desde el asombro hasta las lágrimas, mezcla de nostalgia y homenaje a esos años tan turbulentos como irrepetibles.

Sobre el autor
Alberto Nadra nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en abril de 1952. Fue dirigente de la Federación Juvenil Comunista (FEDE) y, luego, miembro del Comité Central del Partido Comunista (PC) hasta 1989, año en que presentó su renuncia a esa organización. Fue uno de los ideólogos de la formación de las Juventudes Políticas Argentinas Argentinas (JPA), y uno de los principales impulsores de su reconstrucción después del golpe de 1976. Durante todo el tiempo de su militancia activa, dirigió los órganos periodísticos centrales de la organización: Imagen y Aquí y Ahora (en el marco de la FEDE) y Qué Pasa; éste último, con una distribución de 150.000 ejemplares (en el marco del PC). Como periodista se inició en el mítico semanario Propósitos, de Leonidas Barletta, y fue corresponsal de varios periódicos latinoamericanos y europeos. Entre 1976 y 1982, se desempeñó como Jefe de Redacción de la agencia de noticias cubana Prensa Latina. Entre sus acciones más notables en ese rol figuran su denuncia constante de las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura y el haber sido el primero en enviar al exterior la Carta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar. Años antes había participado en el rescate y difusión del último poema de Víctor Jara, escrito antes de su asesinato en El Estadio de Santiago de Chile. Por estas acciones fue reiteradamente condenado a muerte por grupos de tareas, pero a la vez premiado por la Organización Internacional de Periodistas (OIP), en 1979. En democracia, recibió el Premio Héctor Oesterheld 2003, de la mano de la esposa del escritor, secuestrado y desaparecido al igual que sus cuatro hijas. En 2004 fue uno de los fundadores de "Los 100" –agrupación de periodistas y trabajadores de la comunicación– de la que actualmente es Secretario de Organización. Hoy en día, se dedica al periodismo y es docente universitario. Reside en la Ciudad de Buenos Aires con su esposa y sus dos hijas.