Esta nota ofrece un análisis del Partido Comunista turco sobre el intento de golpe de Estado en esa
nación. El documento resulta muy crítico para el gobierno de
Erdogan como para los promotores
militares y civiles de la frustrada asonada.
En una nota al pie, elaborada por la redacción del
periódico digital Gracus/Babeuf, http://www.gracus.com.ar,
una breve reseña sobre la compleja historia republicana del
PCT).
El intento de golpe del 15 de Julio no fue una
confrontación entre dos diferentes centros ideológicos, si no que se vieron
involucrados como mínimo dos o más grupos estatales con una identidad de clase
y una ideología idéntica. No es posible que estos grupos estuvieran
completamente desinformados de los planes y acciones de otros grupos, de la
misma manera que es imposible diferenciar entre un grupo y otro. Pero, el
intento de golpe del 15 de julio tampoco fue un escenario sanguinario planeado
por Erdoğan como algunos han señalado.
Este fue un verdadero intento de golpe de
estado.
+ El proceso que llevo al golpe tuvo dos
dimensiones. Primero está lo que podemos describir como una lucha de poder
entre los seguidores de Erdoğan y el movimiento Gulen el cual ha adquirido una
nueva dimensión con las grandes purgas de Gulenistas recientemente. Mientras el
peso económico y político de esta lucha aumenta la lucha también tiene una
dimensión internacional y los centros imperialistas están apoyando a estas
facciones.
+ Es verdad que la mayoría de los
oficiales que participaron en el intento de golpe son Gulenistas y que el
movimiento Gulen tiene conexiones con EEUU. Hasta un cierto punto es correcto
pensar que un golpe de estado no tomaría lugar en Turquía sin la aprobación de
EEUU ya que Turquía es un aliado militar cercano y miembro de la OTAN. La
principal razón para que la mayoría de los altos oficiales en las Fuerzas
Armadas Turcas, frustrados con el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo)
no intentaran un golpe fue el apoyo brindado por parte de EEUU al AKP.
+ Este
apoyo se ha reducido recientemente por varias razones. Algunos elementos con
influencia en EEUU y en países europeos se han estado preparando para las
purgas de Erdoğan. El levantamiento popular en 2013 con la participación de
millones de personas, los daños a los intereses del sistema debido a la tensión
creada por Erdoğan en grandes sectores de la sociedad y finalmente, el fracaso
total de la política en Siria, afectaron profundamente las relaciones entre
Erdoğan y algunos países imperialistas. No es posible analizar el intento de
golpe del 15 de julio sin tomar en cuenta esta tensión.
+ . Que los golpistas tuvieran conexiones en el
extranjero no hace que Erdoğan un patriota o anti-imperialista. Como político,
Erdoğan ha servido a los intereses EEUU y los monopolios internacionales.
Ahorita es un político que ha perdido apoyo entre las fuerzas que lo habían
ayudado durante años, él está maniobrando, formando nuevas alianzas en un
esfuerzo por salvarse a sí mismo. El hecho de que Erdoğan se acerca ahora a uno
u otro eje internacional no cambia su carácter de clase o sus preferencias
ideológicas. Erdoğan es un político burgués, es un enemigo de la clase obrera,
es un contrarrevolucionario y no es diferente a los golpistas que querían
derrocarlo.
Erdogan: "Un cómplice de los EEUU y la OTAN". Su gobierno "siempre ha sido peligroso y esta claro que es aún más peligroso hora". |
+ El intento de golpe, los poderes detrás de
él, los métodos utilizados y su base ideológica, no tiene nada que ver con los
intereses del pueblo. La opinión de que el país habría visto mejores días si el
golpe hubiera sido exitoso no tiene fundamento alguno. Es obvio lo que es un
golpe pro-estadounidense y anti-popular significaría.
+ También es absurdo ver la supresión del golpe
como una victoria para el pueblo y/o celebrarlo como la “fiesta de la
democracia” con el AKP. Este enfoque no cuestiona la legitimidad del régimen
del AKP e ignora los fundamentos de clase del país.
+ La tesis que afirma que Erdoğan ganó más
poder después de este intento de golpe es cierta hasta un cierto punto. Sin
duda, Erdoğan tuvo la oportunidad de infligir un duro golpe a la comunidad
Gulen y de jugar a la víctima una vez más consolidado su base de masas y
probado el poder de algunas organizaciones bajo su control. Sin embargo, él
terminó con un aparato estatal seriamente dañado y también tiene que enfrentar
el hecho de que ya no hay ninguna burocracia segura por las transiciones de los
grupos que la conforman.
+ Bajo estas circunstancias, Erdoğan puede
tratar de purgar no sólo de Gulenistas sino también a los elementos
“Kemalistas” con los que tiene una alianza en las dos instituciones estatales
más críticas, las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) y el poder judicial y tendría
confiar únicamente en sus propios recursos. Seria relativamente fácil lograr
esto en diversos sectores de la burocracia, pero existen serios desafíos en
tratar de depender en sus propios recursos dentro del ejército y el poder
judicial. Erdoğan no puede hacer esto sin entrar en un enfrentamiento absoluto
y definitivo en el plano social, lo que significaría esencialmente un intento
de establecer un Estado Islámico. Por otra parte, Erdoğan no tiene otra opción
para consolidar a sus propias masas bajo esta tensión.
+. También es posible que Erdoğan haga un
esfuerzo por reparar las relaciones con EEUU y reducir la tensión interna
después de un corto período de terror e intimidación y ya hay algunas señales
que indican que se está preparando para tomar esas medidas. Además, las
expectativas del CHP (Partido Republicano del Pueblo) y el HDP (Partido
Democrático de los Pueblos) van también en esta dirección. Esta opción es
difícil porque no es posible para Erdoğan el continuar sin una política de
aumento de tensión, lo cual deja libre el campo para sus elementos radicales.
De otra manera, la oposición en el parlamento no tiene realmente ningún
problema con Erdoğan y su AKP.
+. En cualquier caso, hay una disolución y una
crisis multidimensional con respecto a la hegemonía de la capital. Lo peligroso
no es esta disolución si no el estado desorganizado de la clase obrera. Otro
peligro es la creencia generalizada de que Erdoğan es invencible tras el golpe.
Esta creencia se acompaña de escenarios de miedo que se propagan como un virus
y de noticias e historias, una gran parte de los cuales no se basan en la
verdad, esto crea un estado de pánico.
+ El gobierno del AKP siempre ha sido
peligroso y está claro que son aún más peligrosos ahora. El ambiente de pánico
está ayudando a legitimar la agresión del AKP. De hecho, ni el AKP ni Erdoğan
son tan fuertes como se dice, ni Turquía es un país cuyo futuro puede ser
lanzado en la oscuridad de un día a otro. Por ejemplo, en las llamadas
“celebraciones” tras golpe, a pesar de todos los llamados el número de
partidarios del AKP en las calles era muy limitado. La posición correcta es ser
conscientes del peligro, pero no crear el pánico, por el contrario, tratar de
utilizar esta disolución en beneficio de la clase obrera.
"Todos vimos cómo los golpistas no tenían límites en su crueldad. Luego, fuimos testigos de la barbarie del gobierno". |
+. La amenaza del AKP y del fundamentalismo NO debe
ser subestimada en lo absoluto. Está claro que el período que se abrió con la
afirmación de que “La laicidad no está bajo amenaza” llevó al país al borde del
abismo. Sin embargo, una tarea más potente, mas “lista”, la tarea de organizar
el movimiento popular para hacer frente a esta gran amenaza. Después de largos
años de inactividad esta tarea no puede llevarse a cabo avivando el pánico. Es
inaceptable que la oposición dentro del sistema está coronando su falta de acción
con la creación de pánico.
+. En estas condiciones la principal fuente de
poder para el AKP y Erdoğan sigue siendo la oposición en el sistema. La clase
política basa todos sus planes en la normalización, la transformación y
conseguir que el AKP caiga en línea. La actitud de algunos políticos que dicen
ser representantes de “izquierda” en el parlamento es verdaderamente
preocupante.
+ Las experiencias durante y después del 15 de
julio demostraron que tan despiadadas las facciones dentro del estado pueden
ser. Todos vimos cómo los golpistas no tenían límites en su crueldad. Luego,
fuimos testigos de la barbarie del gobierno. Esto no pueden ser manejado con en
un enfoque de “dejemos que se maten unos a otros”. Un número indeterminado de
civiles han muerto y soldados rasos que no tenían idea de lo que estaba pasando
fueron linchados. El pueblo eventualmente traerá ante la justicia a los
perpetradores de todas estas acciones, linchamientos y la tortura contra los
sospechosos y los soldados que se habían rendido y los gobernantes de estas dos
facciones que habían cooperado juntas durante años, pero que ahora luchan entre
sí, eventualmente ellos tendrán que enfrentarse a la justicia popular.
+. No es correcto reconocer estas crueldades
como un símbolo de “poder”. Por el contrario, hay una disolución, miedo y
confusión en el lado del gobierno. El temor generalizado sólo puede ser
superado por movimientos fuertes, sólidos y coherentes, no por acciones
absurdas y desorganizadas. Esta disolución se puede convertirse en una
oportunidad para el pueblo.
+. Siempre hemos enfatizado que Turquía sólo
puede ser liberada por una lucha unificada de la clase obrera contra la
hegemonía de clase representada por estos poderes oscuros y no como resultado
de enfrentamientos entre estas fuerzas oscuras. Nosotros rechazamos cualquier
tipo de análisis y posiciones que ignoran esta realidad. Es obvio que los
comunistas no darán crédito a la charlatanería de la “victoria de los poderes
democráticos” y la “astucia” de los que llaman a unir a todos contra Erdoğan.
Entre las personas que están pronunciando las palabras “la victoria del poder
democrático” están algunos que están creando pánico con la retórica de
“seguidores de la sharia va a cortar nuestras cabezas”, esto es un testimonio
del nivel de confusión. Repetimos: Nosotros jamás cruzaremos caminos con los
representantes de la clase capitalista, EEUU, OTAN y los seguidores de sus
golpes o agentes de revoluciones de color. Esto no nos debilitaría. Los que nos
debilitaría sería una clase obrera desorganizada que es atraído por soluciones
falsas.
+ La escala del vacío entre las filas de las
personas creada como resultado de la animosidad hacia la organización debe
visible para todo el mundo, en un país donde el movimiento Gulen, bandas dentro
el gobierno, grupos de interés, sicarios e incluso la mafia tiene la capacidad
de actuar de manera “organizada”. Incluso podemos ir más allá y decir que todos
los que que están a favor de una sociedad sin clases y libre explotación tiene
que esforzarse y trabajar juntos por un estado de organización que es
persistente, constante y tiene una mente colectiva. No embarcarse en esta
tarea, legitimar la inercia y la indiferencia a este punto es equivalente a ser
un enemigo del pueblo. Es una necesidad el fortalecer la organización de la
clase, independiente de sectas religiosas, movimientos Gulen, capital y de los
centros imperialistas. Aquellos que idolatraban a las reacciones populares
apolíticas, las acciones espontáneas que no fueron organizadas, los que
convirtieron la falta de propósito y la falta de un objetivo bajo la retórica
de “pluralismo Gezi” debe tener que haber aprendieron la lección.
+ El único objetivo del Partido Comunista
es convertirse en una organización revolucionaria independiente que puede
cambiar el equilibrio de fuerzas en el país mediante las movilizaciones durante
los golpes o las campañas reaccionarias. Para lograr este objetivo, llamamos a
nuestro pueblo trabajador a movilizarse, confiando sólo en su propio poder y
tomando la iniciativa en lugar de ver como esta pesadilla se desarrolla.
Comité
Central del Partido Comunista de Turquìa
Nota
de la Redacción. En Turquía existen varias organizaciones con
similar denominación. En este caso se trata del PCT histórico al que perteneció
el escritor y poeta Nazin Hikmet (que padeció cárcel durante 15
años) Los siguientes datos son de Wikipedia.
El TKP (PCT) fue fundado
el 10 de septiembre de 1920 en Bakú, la capital de Azerbaiyán. Inspirado en la
cercana Revolución Rusa, sus fundadores, Mustafa Suphi (1881-1921) y 14
militantes más, fueron asesinados en enero de 1921 por orden del presidente
Atatürk, quien gradualmente eliminó a todos sus opositores políticos y se hizo
el liderazgo del movimiento nacionalista turco.
Durante los años 20 y los
años 30, el TKP siguió funcionando en la clandestinidad. Esto no impidió que
numerosos intelectuales, incluyendo al poeta Nazım Hikmet, se unieran al
Partido y realizaran importantes contribuciones al renacimiento del movimiento
comunista turco en las décadas siguientes.
Durante el periodo de la
Guerra Fría continuó siendo perseguido por los distintos regímenes militares
que hubo en el país. Su trabajo se centró en el acercamiento y la colaboración
con otros partidos comunistas de Europa también clandestinos (como los de
España y Portugal, por ejemplo), con el fin de crear un movimiento de masas de
carácter revolucionario. El golpe de Estado de 1980 y la caída de la URSS
supusieron un duro golpe para el TKP y sus organizaciones afines, que entraron
en la década de los 90 muy debilitadas.