Seguimos
con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras
que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.
Como muchas frases hechas, ésta, que expresa la idea de no cejar
en algo, proviene de los juegos de naipes.
De éstos hay varios que, con ligeras variaciones, otorgan el
triunfo a quien logra más puntos sin pasarse de un número que es el que le da
nombre al juego. El más conocido entre nosotros es el siete y medio. Pero existen otros, como el quince y también el llamado las
treinta y una (que también se disputa en el billar).
El dicho “plantarse en sus trece” (o quedarse o no salir de sus
trece) proviene del primero de esos juegos, el quince, que se juega con un mazo del que se quitan el as y el dos
de cada palo. Gana el que llega a quince o se aproxima más a esa cifra.
Un caso especial es el de quien suma trece. Cualquier carta que
salga –con excepción de una figura que suma medio punto– hará que se pase. Lo
prudente entonces es plantarse en trece.
El concepto de
prudencia que transparenta la frase –¿para qué arriesgar teniendo tantas
posibilidades en contra– se ha extendido para connotar una testarudez.
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