Seguimos con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.
Cuando se tienen reparos sobre la conducta o los dichos de terceros, se utiliza esta frase, cuya forma correcta, según algunos, sería “buscarle tres pies al gato”. Los diccionarios no se ponen de acuerdo. El de María Moliner, por ejemplo, prefiere esta última versión, y la define como: “Buscarle complicaciones a un asunto que de por sí no las tiene”.
La mayoría de la gente, al citar el dicho, menciona tanto al micifuz al que le falta una extremidad, como al que le sobra. Para ellos el sentido es idéntico. Y todavía están los que hacen distingo acerca de la aplicación de tres o cinco. Los que la emplean en la primera forma sostienen que se refiere a lo fácil que resulta criticar: frente a cualquier minino, sea persa o atorrante, hasta el más torpe encuentra los tres pies requeridos. En cuanto a lo de la quinta pata, consistiría en no querer aceptar, por mala fe o ignorancia, la realidad tal cual es.
Una cuarteta anónima resume muy bien este dilema trivial: “El normal cuatro presenta, tres si le falta una sola, y cinco si quien las cuenta toma por pata la cola”. Una solución salomónica, como se ve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario