Con la ayuda
de Dios estaré dispuesto a dar mi vida por el Evangelio, pero no para defender
estructuras capitalistas, aun cuando ellas estén en la Iglesia.
Carlos Mugica, “Dialogo entre católicos y
marxistas”, Buenos Aires, 1965.
Un día
como hoy, 11 de mayo de 1974, la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina)
asesinaba al padre Carlos Mugica.
Nueve
años antes, el 18 de octubre de 1965, con apenas 13 años, sin alcanzar a
comprender la trascendencia del momento, mezclado en una multitud que parada
colmaba el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, escuchaba
dos católicos, uno de ellos un joven sacerdote de 35 años, entonces casi
desconocido, el otro un dirigente universitario; y dos marxistas, uno de ellos
mi padre, iniciar formalmente en la Argentina el “Dialogo entre católicos y
marxistas”.
Anoche,
todavía conmovido por la marea de pañuelos blancos que desbordó masivamente la
Plaza de Mayo para repudiar un nuevo intento de impunidad para los genocidas, comencé
a ver en las redes los madrugadores recuerdos del sacerdote-mártir, y acudí a un
folleto–hoy casi inhallable—que reproduce aquel dialogo entre Carlos Mugica, Guillermo Tedeschi, Juan Rosales y Fernando Nadra, .
Es
impactante la lectura de aquel diálogo, y por su profundidad y contundencia,
irreproducible. Pero elijo algunas frases al azar:
CARLOS MUGICA
Antes de comenzar
a leer mi breve contribución, quiero decir que siento una gran emoción de estar
aquí junto a todos los que me acompañan, así sea porque sencillamente ni son
anticomunistas ni son anticristianos, sino que precisamente están luchando en
favor de algo para bien de un mundo nuevo, un mundo que todos queremos cambiar
para que cada persona realmente pueda vivir como un ser humano y tenga toda la
dignidad que merece, precisamente por ser humano.
La
Iglesia vive tiempos de renovación y siente cada vez más la necesidad de
abrirse a los hombres, de dialogar con ellos. Está en estado de revolución permanente,
en función de un ideal futuro y que ya se está realizando ahora. Iniciado el
diálogo con las otras religiones, ha llegado el momento de hacerlo tambièn con
los hombres no creyentes, especialmente con aquellos que como nosotros los
cristianos, desean un mundo nuevo en que haya verdadera paz y justicia para
todos los hombres.
Por eso
estamos aquí en esta aventura de intentar algo juntos, católicos y marxistas,
sin ocultar nada, sin dejar de lado las profundas diferencias que
doctrinariamente nos separan.
(…)
Así como
nosotros los cristianos comprendemos ahora los valores del marxismo y
reconocemos en ellos elementos entrañables de
nuestro cristianismo que más de una vez hemos ignorado, yo le pido a
nuestros amigos marxistas que con toda
honestidad revisen su actitud para con los religiosos como ya lo están haciendo
muchos despojados de todo sectarismo en las filas de ustedes.
(…)
Voy a
decir algunas palabras que quizá me puedan traer inconvenientes, pro no me
importa porque yo quiero servir a la verdad y al Evangelio, como creo que todos
los que estamos aquí queremos servir a la verdad, y por eso siento en mi
conciencia que tengo que decir que ha llegado el momento de que cortemos con
una solidaridad que los hombres de la iglesia repudiamos: la solidaridad con el
capitalismo y con cierta concepción de la propiedad privada. Con la ayuda de
Dios estaré dispuesto a dar mi vida por el Evangelio, pero no para defender
estructuras capitalistas, aun cuando ellas estén en la Iglesia.
Casi inhallable, y con impactante vigencia, reproduce el intercambio entre catòlicos (Mugica y Tedeschi) y marxistas (Rosales y Nadra) |
FERNANDO NADRA
Antes que
nada quiero decir, como el Padre Mugica, que siento una profunda emoción.
Tengo dos
razones para ello, que quiero exponer previamente: soy, como ustedes, un
estudiante, un viejo estudiante si prefieren; he vivido en mis años
universitarios las grandes jornadas de la lucha antifascista y ahora me siento cómodo
en medio de una juventud tan entusiasta y valerosa; además –como signo de los
tiempos—es la primera vez que ocupo la tribuna con amigos católicos, juntos a
tantos católicos como los que están aquí, los que, como dijo el Padre Mugica, están
dispuestos a tomar en serio el Evangelio y a construir en la tierra ese cielo
con el cual tanto han soñado.
(…)
Este
mismo diálogo y la lucha en común, por sobre las diferencias, forman parte de
un vasto y profundo proceso que se ha reiniciado. Y que tiene sus antecedentes.
El Padre Mugica ha citado a Thorez. E hizo bien. Porque el dirigente del
Partido Comunista de Francia ya en 1936, formulo la llamada política de “mano
tendida”, dirigida a los católicos, con el fin de luchar en común contra el
fascismo y la invasión hitleriana.
(…)
Algunos
se preguntan si esta unidad, en el diálogo y en la lucha, es solo
circunstancial o puede durar mucho tiempo.
Es claro
que tenemos un largo período de trabajo en común por delante. Debemos resolver
juntos los problemas nacionales, que no son pocos. Debemos contribuir a crear
juntos un nuevo tipo de gobierno, auténticamente democrático y popular. Debemos
luchar juntos para terminar con la carestía de la vida, la miseria, la súperexplotación,
la falta de libertades democráticas para todos; en una palabra debemos poner
fin a las lacras sociales de las que habla el Padre Mugica. Juntos tenemos que
terminar con la dependencia del imperialismo yanqui, con las garras asfixiantes del FMI. Es decir,
hay mucho que hacer juntos, y todo este trabajo que debemos realizar luchando y
dialogando nos ofrece una larga perspectiva de unidad.
Pero,
luego, tenemos que construir juntos una sociedad más avanzada y justa, que
nosotros llamamos socialismo. Y debemos, entonces, estar unidos. La experiencia nos irá diciendo cuáles son las ideas mejores las que tienen mayor vigencia.
Muy de acuerdo. Como llegamos luego de estos pensamientos a cometer tantos y tantos errores hasta llegar hoy a tener un gobierno que es la antitesis de estos ideales?
ResponderEliminarDe verdad muy interesante el diálogo (única herramienta de construcción político-social en paz y en busca de armonía) al cual adhiero absolutamente y esa adhesión la podrán comprobar si se remiten a mi facebook pidiendo amistad a Carlos Rosa Francisco Garcia; porque además desde hace 32 años a la fecha hemos propuesto (con otro compañero) la Unidad Nacional, que significa el consenso sobre que deberíamos emprender para solucionar o al menos paliar las grandes dificultades o problemas que padece nuestro país y en general los países en desarrollo.
ResponderEliminarDe verdad muy interesante el diálogo (única herramienta de construcción político-social en paz y en busca de armonía) al cual adhiero absolutamente y esa adhesión la podrán comprobar si se remiten a mi facebook pidiendo amistad a Carlos Rosa Francisco Garcia; porque además desde hace 32 años a la fecha hemos propuesto (con otro compañero) la Unidad Nacional, que significa el consenso sobre que deberíamos emprender para solucionar o al menos paliar las grandes dificultades o problemas que padece nuestro país y en general los países en desarrollo.
ResponderEliminarbuenísimo
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