domingo, 25 de diciembre de 2011

Tirar Manteca al Techo


Seguimos con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.

Durante la década de 1920 florecieron en Buenos Aires las patotas de los llamados pitucos o niños bien, hombres jóvenes de la mejor sociedad que mataban su aburrimiento en los cabarets de moda. Al llegar la madrugada, después de haber consumido unas cuantas botellas de champán, la diversión favorita consistía en colocar los pancitos de manteca que habían sobrado de la cena en la punta de algún cubierto, que hacía las veces de catapulta. Ganaba quien dejaba la mayor cantidad de cuadraditos de manteca pegados en el cielorraso.

Desde entonces, “tirar manteca al techo”, ha quedado en la conversación corriente como expresión de juerga, de despilfarro un poco loco, de pasarla bien todo el tiempo.

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