domingo, 11 de diciembre de 2011

El que se duerme, se muere


Seguimos con nuestra selección dominical de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmerman, Editorial Aguilar.

Frase que expresa el peligro de disminuir el esfuerzo durante la realización de alguna empresa que exige todas las energías disponibles. La pronunció Napoleón durante la retirada de Rusia en 1812. El emperador emprendió la invasión con casi medio millón de hombres. La campaña, que comenzó en febrero, concluyó ocho meses después, con la toma de Moscú. El enemigo la abandonó incendiada y vacía.

Napoleón, entonces, con los víveres y pertrechos casi agotados, debió volver atrás en un invierno que se anticipó con furiosas tormentas de nieve. Muchos de los hombres se detenían en el camino por falta de fuerzas para continuar y, así, aumentaba cada vez más el número de rezagados que morían congelados.

Napoleón arengó a sus tropas y les previno enérgicamente: “el que se detiene se sienta, el que se sienta se acuesta, el que se acuesta se duerme, y el que se duerme, se muere”. Buena advertencia para aquellos que se dejan estar en los momentos críticos, cuando todo aconseja mantenerse más despierto y alerta que nunca.

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