El jurista chileno Alberto Coddou Mc Manus nos ilustra sobre la ideologia del Presidente que desgraciadamente hemos tenido que recibir en nuestro país --así son las relaciones diplomàticas-- y que, además, nos deja de embajador a otro fascista pinochetista octogenario. Por favor no perder los conceptos que se reproducen de la musa inspiradora que tendra en sus ¿manos? parte fundamental del destino del pais hermano en los pròximos años,con ineludible repercusión continental.
Nuestro presidente, el presidente de todos los chilenos, ha realizado desafortunadas declaraciones a propósito del último homenaje del fallecido y polémico Jaime Guzmán. He aquí el argumento de mi opinión.
Para un posterior análisis, primero, sus palabras:
"Recuperar, fortalecer y reestablecer valores que un progresismo ambiguo y, a veces, muy poco identificado con el alma de nuestro país ha ido debilitando y yo quiero reivindicar los valores fundamentales que son los valores por los cuales luchó Jaime Guzmán", aseguró el Presidente.
Varias cuestiones pueden sugerir estas palabras:
Primero, que como parece indicar el presidente, el término progresismo que ha desarrollado la Concertación (aunque no lo diga explícitamente) resulta ser ambiguo, es decir, que sufre la condición de tener más de un significado, cuestión bastante obvia (lo mismo sucede con el concepto de ‘cambio’).
Pero después, y aquí viene lo interesante, Piñera, sin decirlo en términos explícitos, opta por uno de los sentidos posibles de la palabra progresismo. Aquí, claro está, recurre a Guzmán, a quien ‘todos’ recurren en cierto momento, para ‘reestablecer’ los valores que se identifican ‘verdaderamente’ con nuestra alma nacional.
Varias cuestiones parecen objetables:
Así, es complicado suponer que el Estado es quien deba imponer valores a la sociedad, como parece ser la intención del Presidente. El mismo Guzmán señalaba en múltiples ocasiones la prioridad ontológica del individuo por sobre el Estado (Piñera parece desobedecer las palabras de su maestro espiritual, lo que me recuerda a otro que escuchaba las voces de Guzmán desde el más allá). Que el jefe de Estado quiera ‘reivindicar’ los valores que ‘identificarían’ a nuestra alma nacional, ufff.
Pero lo que más me complica, es el reestablecimiento de los valores por los cuales ‘luchó Jaime Guzmán’ en orden a fortalecer el ‘progresismo’ (precisarlo, y así liberarlo de la ambigüedad). Aquí, no voy a hablar yo, sino que voy a dejar que sea el mismo Guzmán quien presente los valores que el Presidente Piñera, en el año del Bicentenario, quiere reestablecer :
Acerca de la participación política: “resulta evidente que para la tarea de resolver los destinos del país no todos los ciudadanos se encuentran igualmente calificados” (Realidad, N° 1, 1979, p. 34).
Acerca de la democracia: es sólo un medio “y ni siquiera el único o más adecuado en toda circunstancia” (Ercilla, 22 de agosto de 1979).
Acerca de su identificación con el dictador: “Me declaro pinochetista y a mucha honra” (entrevista concedida a Raquel Correa, “El Mercurio”).
Acerca de las violaciones a los derechos humanos, que Guzmán llama ‘limitaciones excepcionales’: “Las limitaciones excepcionales que transitoriamente hemos debido imponer a ciertos derechos han contado con el respaldo del pueblo y de la juventud de nuestra patria, que han visto en ellas el complemento duro pero necesario para asegurar nuestra liberación nacional” (Discurso de Chacarillas).
Acerca de la dictadura y la fuerza: “(El) éxito de la Junta está directamente ligado a su dureza y energía que el país espera y aplaude. Todo complejo o vacilación a este propósito será nefasto. El país sabe que afronta una dictadura y lo acepta. Sólo exige que ésta se ejerza con justicia y sin arbitrariedades. (...) Transformar la dictadura en 'dicta-blanda' sería un error de consecuencias imprevisibles" (sobre la relación de Guzmán con los derechos humanos puede verse además Acchiardi, P., "La coherencia en riesgo: Jaime Guzmán y los derechos humanos. Chile: 1973-1978", tesis, PUC, 2004).
Acerca del comunismo, hoy representado en el Congreso Nacional: “El comunismo no es un simple error, sino la suma diabólica de todos los errores de la historia, acaso el grado final de la expresión del mal moral en la historia de la humanidad”.
Acerca de la relación entre el Estado y el Mercado: “El mundo actual indica que la libertad personal no sólo se encuentra amenazada por los sistemas declaradamente totalitarios. La realidad contemporánea nos enseña que una excesiva intervención del Estado en la economía, que desconozca el principio de la subsidiaridad, constituye una amenaza más sutil y no menos grave y peligrosa para la libertad personal. Por ello, y porque el estatismo exagerado perturba el crecimiento sano y acelerador de la economía, una institucionalidad concebida al servicio de la libertad y el progreso debe robustecer una economía libre” (cursivas del propio Jaime Guzmán).
Acerca del bien común, y, de alguna manera, reconociendo su odio contra el liberalismo: “en el sentido que no hay más que uno aceptable” pues el bien común no es ‘la simple suma de bienes individuales’ ni tampoco ‘un bien de la colectividad’ (Jaime Guzmán, "El concepto de "bien común" y la Constitución de 1980: Actas de la Comisión Constituyente (1974)", reproducido en Estudios Públicos N° 42, 1991).
Acerca de la propiedad como derecho natural (mmm), que parece calzar con los valores del nuevo gobierno: “[L]os principios capitalistas de propiedad privada, aun de los bienes productivos, y de libre iniciativa en el campo económico, no solo no se oponen con la doctrina social de la Iglesia, sino que son fundamentales de esta, como fruto de la ley natural (“El capitalismo y los católicos de la tercera posición”, publicado en la revista Fiducia en 1965).
Y, finalmente, dejemos que hable el Príncipe acerca de su asesor. En entrevista realizada a Pinochet en 1998, cuando éste fue preguntado acerca de Jaime Guzmán en su rol de consejero, Pinochet dijo que “Jaime era el ideólogo . . . Él era uno de los hombres más inteligentes. Tenía muy buenas ideas . . . .” (Universidad Finis Terrae, Entrevista Inédita a Augusto Pinochet: ‘En su momento Contreras fue bueno porque había que apretar,’ La Tercera, 17 de Diciembre, 2006, Reportajes 9).
Cuestiones más o menos objetables, si estos son los valores que Piñera quiere reestablecer, prefiero un progresismo ambiguo (entendiendo a la ambigüedad como un defecto que afecta principalmente a los términos, más no a los conceptos), uno que reconozca que hay diversas maneras de comprender qué significa el progreso de los chilenos y chilenas.
Terrible, pero imprescindibe. Gracias Alberto, no te borres (del blog).
ResponderEliminarCarlos Berrro, Quilmes
De terror. ¿Qué hacemos con este vecino?
ResponderEliminarLuis, Capital.
grande profe!
ResponderEliminarPinedachet es eso .... Pinochet !!!!!
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