Respeto a los
compañeros que desde el campo popular opinan que hay que callar opiniones y
propuestas diferenciadas de las medidas que adopta (o NO adopta) el gobierno
que votamos, y critican a los que las hacemos para ajustar el rumbo o
confrontar con las presiones y el lobby del privilegio.
Los respeto, pero
opino que es una posición equivocada y perjudicial, como lo fue ante cada
gobierno de origen nacional y popular que sufrió la presión, el ataque y la
desestabilización por parte del poder real.
No pretendo extenderme
en esta ocasión, mucho menos teorizar, pero pregunto solo en términos
prácticos, como una invitación a la reflexión:
ü Las
patronales rurales, desde sus cómodos sillones, siguen estimulando a la
protesta y el corte de rutas a los productores, que aceptan pagar las retenciones
en lugar de los grandes exportadores. ¿No reclamamos -así sea para que el
gobierno pueda decir que la de ellos no es la única opinión de la ciudadanía-
que se les aumenten luego de cuatro años de macrismo donde sextuplicaron sus
ganancias, mientras no podemos pagar un haber digno a miles de jubilados?
ü Los
bancos presionan para evitar que se les aplique cualquier medida que reduzca
(reduzca un poco, nada de perjudicarse) sus fenomenales ganancias con el
macrismo. ¿No reclamamos que -así sea para que el gobierno pueda decir que la
de ellos no es la única opinión de la ciudadanía- se redirija parte de esas
ganancias a mejorar jubilaciones, pensiones, etc.?
ü Las
petroleras, las energéticas, las mineras, ¿no deberían hacer su “aporte” para
los más postergados, aunque no sea tal, sino un mínimo límite a sus ganancias
fuera de toda regla de “mercado”?
ü ¿Aceptamos
un falso concepto de “solidaridad” por el que los trabajadores, o los
jubilados, que ganan un poco más deben ayudar a los que bordean o padecen el
hambre? ¿O exigimos los fondos provengan de los que han vaciado el país?
ü ¿Realmente
los compañeros crean que callando se gana, o se conserva, “masa crítica” para
llevar adelante la reconstrucción de un país arrasado?
ü ¿Dejamos
que muchos ciudadanos honestos -junto con los que no lo son- protesten frente a
la miseria y las privaciones, y le carguen las culpas a nuestro gobierno, en
lugar de al privilegio?
ü ¿O,
con adversarios concretos, con objetivos claros, mediante propuestas y reclamos
fundados, buscamos crear núcleos de poder popular para aportar lo nuestro, y confrontar
a los primeros?
Incluso no se trata de que el gobierno tome
todos y cada uno de los reclamos, ubique con nombre y apellido a cada sector
del privilegio. No siempre al mando del Estado se puede mostrar una postura de
confrontación permanente con sectores de poder, ni solo con su voluntad e
iniciativa intentar cambiar la correlación de fuerzas.
El Gobierno no. Pero nosotros sí, y es la mejor manera de ayudarlo y defenderlo. De acumular fuerza organizada en el campo nacional y popular. Sin restar apoyo alguno al rumbo general, pero dándole elementos para resistir la presión neoconservadora, equilibrar los tantos y construir futuro.