Con ocasión de un encuentro público en Roma con el secretario del
Partido comunista sirio Ammar Bagdash y una entrevista colectiva para
conocer las causas, el desarrollo y las consecuencias de la guerra civil
en Siria. O, dicho de otra manera, de la tentativa de desestabilización
de un país que no forma parte de planes para el control imperialista
del Medio Oriente.
-¿Por qué este ataque a Siria?
-Siria
constituye un dique contra el expansionismo estadounidense en Medio
Oriente, sobre todo después de la ocupación de Irak. Pero el verdadero
protagonista de este proyecto es en realidad el presidente israelí Simon
Peres, que persigue ese propósito desde los años 80. Los comunistas
sirios han dado un nombre a este proyecto: la gran Sión. Siria rechazó
todas las imposiciones de los Estados Unidos en Medio Oriente, apoyó a
la resistencia irakí, la libanesa y el derecho nacional del pueblo
palestino.
-¿Pero cómo nacieron la revuelta, la crisis y la guerra civil en Siria?
-En
el análisis de los comunistas sirios, las condiciones han sido
planteadas igualmente con las medidas liberales adoptadas en 2005. Esta
política tuvo tres efectos negativos: un aumento de las desigualdades
sociales; la exclusión social cada vez más difundida en los suburbios;
la degradación de las condiciones de vida de la población. Eso favoreció
a las fuerzas reaccionarias, como los Hermanos Musulmanes, que se
apoyaron en el subproletariado, sobre todo el rural. Cuando denunciamos
todo eso hasta en el Parlamento, nos han acusado de adoptar una postura
ideológica y de ser idiotas.
En Siria, quieren rehacer lo que
pasó en Egipto y en Túnez. Pero allí se trataba de dos países
filoimperialistas. El caso de Siria era diferente. Comenzaron con
manifestaciones populares en las regiones rurales de Daraa y de Idleb.
Pero en las ciudades hubo inmediatamente grandes manifestaciones
populares de apoyo a Assad. Por otro lado, al principio la policía no
disparaba, fueron ciertas personas entre los manifestantes las que
comenzaron con las acciones violentas. En los siete primeros meses, hubo
más muertos del lado de la policía y del Ejército que en el otro lado.
Cuando el método de las manifestaciones no funcionó, pasaron al
terrorismo con asesinatos dirigidos a personas notables (dirigentes,
altos funcionarios, periodistas), atentados y sabotajes de
infraestructuras civiles. El Gobierno reaccionó adoptando ciertas
reformas como la realizada sobre el multipartidismo y sobre la libertad
de la prensa, reformas que hemos apoyado. Pero las fuerzas reaccionarias
las rechazaron. Los comunistas aceptamos esta ecuación: los discursos y
los actos deben confrontarse con discursos y con actos. Pero el
terrorismo debe confrontarse con la soberanía de la ley y el
restablecimiento del orden.
A continuación, se pasó a la tercera
fase. La rebelión verdadera y armada. Atentados y asesinatos dirigidos
fueron la señal para comenzar el ataque a Damasco. Luego los ataques se
concentraron contra Alepo, que por su posición geográfica hace más fácil
el acceso y el abastecimiento desde el extranjero. El Gobierno
reaccionó imponiendo la hegemonía de la ley. Conviene decir que la
intervención del Ejército y los bombardeos aéreos se produjeron en una
zona donde la mayor parte de los civiles ya había huído. A la
contraofensiva del ejército sirio, los rebeldes reaccionaron de modo
bárbaro, incluso en las zonas donde no había combatientes. Y luego
asediaron Alepo.
¿Por qué Siria resiste, cuál es su significado?
-Estos
diez últimos años en Oriente Medio, Irak fue ocupado, Libia tuvo que
rendirse, Siria al contrario resiste. ¿Por su mayor cohesión interna,
sus fuerzas armadas más poderosas, sus alianzas internacionales más
sólidas o porque todavía no hubo intervención militar directa de las
potencias imperialistas?
-En Siria, a diferencia de Irak y de
Libia, siempre hubo una fuerte alianza nacional. Los comunistas
trabajan sin interrupción con el Gobierno, desde el 1966. Siria no
habría podido resistir contando solamente con su Ejército. Resistió
porque pudo contar con una base popular. Además, pudo contar con la
alianza con Irán, China y Rusia. Y si Siria está aún de pie, otros
regímenes van a caer porque quedará claro que existen otras vías.
Nuestra lucha es internacionalista. Un experto ruso me dijo: "el papel
de Siria se parece al de España contra el fascismo".
-¿Qué efectos pueden tener los acontecimientos de Egipto en la situación actual de Siria?
-Hay
una relación dialéctica entre lo que pasó en Egipto y lo que pasa en
Siria. La base común es el descontento popular, pero la resistencia
siria aceleró la caída del régimen de los Hermanos Musulmanes en Egipto y
esto ayudará mucho a Siria porque esto muestra que los Hermanos
Musulmanes han sido rechazados por el pueblo.
-En una
entrevista reciente, el presidente sirio Assad afirmó: "En Siria hicimos
fracasar la ofensiva del islamismo político". ¿Qué opina al respecto?
-Los
comunistas sirios no utilizamos la categoría de islam político. El
islam tiene una cierta diversidad en sus bases. Tiene reaccionarios
proimperialistas como los Hermanos Musulmanes y progresistas como
Hezbolá e Irán. No soy un admirador del modelo iraní pero son nuestros
aliados en la lucha contra el imperialismo. Después de nuestro quinto
Congreso, juzgamos a Irán tomando como base su posición contra el
imperialismo. Nuestra voz de orden es: por un Frente Internacional
contra el imperialismo.
-En Italia, gran parte de la izquierda
piensa que los rebeldes combaten un régimen fascista, el de Assad. ¿Qué
opina de esa postura?
-Si partimos de la definición de
fascismo -un movimiento reaccionario que usa de medios violentos en los
intereses del capitalismo monopolista- en Siria, el capitalismo
monopolista no domina al poder. Son más bien los rebeldes quienes
representan los intereses del gran capital. Las rebeliones, como nos
enseña la historia, no son siempre revoluciones. Pensemos en los
"contra" de Nicaragua, en los franquistas de España, y hay otros.
-¿Pero
toda la oposición a Assad es reaccionaria? ¿O, como lo demuestran los
enfrentamientos internos entre Ejército Libre Sirio y militantes
yihadistas, o estos últimos días entre kurdos y yihadistas, existen
elementos progresistas con los que se puede iniciar un diálogo?
-Entre
los opositores, algunos pasaron varios años por las prisiones sirias y
nosotros reclamamos y nos hemos batido por su liberación. Estos
opositores a Assad están no obstante contra toda injerencia o
intervención extranjera. Algunos viven en Damasco y trabajamos juntos
por un diálogo nacional. El mismo Haytham Menaa de la Coordination
Democrática condena el uso de la violencia por parte de la oposición
armada así como la injerencia externa. Otros como Michel Kilo vienen de
la izquierda, pero traicionaron sus ideas pero no pueden de todos modos
cambiar la naturaleza reaccionaria de la rebelión.
-¿Cómo
explica la intensificación de las divergencias entre Arabia Saudita y
Catar, que también se refleja en las divisiones de las milicias
rebeldes?
-Es verdad, la influencia y el papel de Catar
disminuyen, las de Arabia Saudita aumentan. El asunto de los
enfrentamientos con los kurdos es otra historia. Hubo unos
enfrentamientos entre kurdos de la Unión Democrática Kurda y los
militantes yihadistas de Al Nusra, pero también hubo unos
enfrentamientos entre diversos grupos kurdos entre ellos mismos.
-¿Qué ocurre con los palestinos que viven en los campos de refugiados en Siria?
-Recientemente
me encontré con el responsable de la OLP y me dijo: "si Siria cae,
adiós Palestina". Hamás actuó a veces con precipitación, cometió muchos
errores y causó problemas. Podemos decir que la organización, que
pertenece a la gente de los Hermanos Musulmanes, volvió a sus orígenes y
está ahora bajo el ala de Catar. Pero también es peligroso para ellos.
¿Ahora, después de lo que pasó en Egipto, que sucederá en la franja de
Gaza? La mayoría de los militantes que entraron en los campos de
refugiados palestinos en Siria no era palestina. La mayoría de los
palestinos está totalmente en contra de toda injerencia en los asuntos
sirios.
En Yarmouk, el 70% de los habitantes son sirios porque
los campos de refugiados en Siria no son unos guetos como en otros
países. Todavía hay combates en Yarmouk pero la población siria se fue.
El Comité ejecutivo de la OLP viajó dos veces a Siria para plantear el
tema de la protección de los campos de refugiados. Yarmouk ha sido
asediado por Al Nusra con la ayuda de Hamás que procuró provocar el
ejército, que recibió la orden de no reaccionar.
-Hablamos poco de eso pero, ¿qué papel juega Jordania en la crisis y la guerra civil en Siria?
-La
monarquía jordana siempre colaboró con el imperialismo y hay una
actividad intensa de los Hermanos Musulmanes. Jordania aceptó la
presencia de militares estadounidenses en su territorio y el cuarto
ataque a Damasco salió justamente del territorio jordano.
-¿Y cuál es el papel de Israel en Siria?
-Israel
apoya a los rebeldes armados, pero cuando no logran cumplir sus
objetivos, son los aviones israelíes de combate los que toman el relevo.
Esto pasó en Damasco pero también hace algunos días en Latakia.
-¿Cómo salir de la tragedia?
-No
se puede lograr ningún progreso social, o la democracia, si se está
sometido a fuerzas exteriores. La voz de orden es defender la soberanía
nacional y las condiciones de vida de nuestro pueblo. Como lo declaré a
la ANSA, el medio principal para salir de la masacre siria pasa primero
por terminar con las ayudas a la oposición armada por parte de los
países reaccionarios e imperialistas. Una vez que la ayuda exterior haya
terminado, se pondrá fin a todas las operaciones militares incluso las
del Gobierno sirio. Y reactivar un proceso democrático con elecciones
legislativas y reformas políticas, lo que evidentemente no es posible en
esta fase de la lucha armada. El futuro político de Siria se decidirá
en las elecciones, particularmente las elecciones presidenciales de
2014.